El lento languidecer del "low cost" aéreo: el precio medio de los billetes de Ryanair es ya de 58 euros

En 2009 era posible viajar de Madrid a Roma por 3 euros el trayecto con Ryanair. Pero esos tiempos quedan ya muy lejanos. En declaraciones a LA RAZÓN, decía en agosto Elena Cabrera, country manager de la compañía para España y Portugal, que ya era muy complicado incluso volar por 9,99 euros debido a la subida de los costes propiciada fundamentalmente por el precio de los carburantes, que representan de media el 30% de la estructura de costes de una aerolínea. Tanto, que entonces, el precio medio de sus billetes había subido ya a 49 euros. Un precio que ya se ha quedado obsoleto.

Según las cuentas de su primer semestre fiscal (abril-mayo) presentadas ayer, la aerolínea irlandesa de bajo coste ha incrementado ya el precio medio de sus pasajes hasta los 58 euros, un 24% por encima de lo que estaban en el mismo periodo del año anterior. En la nota en la que explica sus resultados, Ryanair asegura que sus costes totales aumentaron un 24% y que los de combustible lo hicieron un 29%. Y eso que, como explica, tienen suscritos contratos de cobertura para asegurarse el precio para el 85% del queroseno que emplean sus aeronaves.

Ingresos y beneficios

La compañía aumentó sus ingresos por pasajero un 17% en un semestre en el que registró también un fuerte crecimiento del número total de viajeros por la fuerte demanda que registró en verano y Semana Santa. En total, transportó 105 millones de viajeros, un 11% más; que le permitieron disparar un 30% sus ingresos, hasta los 6.160 millones de euros.

Ryanair, que es la primera compañía en España por pasajeros transportados, obtuvo un beneficio neto de 2.180 millones de euros, el 59% más que en ese mismo intervalo de meses de 2022, cuando ganó 1.370 millones de euros.

Tras comunicar estos buenos resultados al mercado, su consejero delegado, Michael O’Leary, anunció que la aerolínea repartirá en este ejercicio un dividendo de 400 millones de euros (0,35 céntimos por cada título) entre sus accionistas, con un primer pago de 200 millones de euros el próximo febrero y otro final que hará en septiembre. Para los siguientes años fiscales, de acuerdo con la nueva política de dividendos, Ryanair tiene previsto devolver al accionariado "aproximadamente el 25%" del beneficio neto de cada ejercicio anterior "a través de un dividendo ordinario". Además, la compañía ha asegurado que mantendrá la flexibilidad para considerar, cuándo o si procede, la devolución del excedente de efectivo a los accionistas a través de dividendos especiales y/o recompra de acciones.

Sobre lo que espera la compañía de cara al final del año fiscal, O'Leary ha declarado que las previsiones sitúan el beneficio bruto el próximo marzo en una horquilla de entre 1.850 y 2.050 millones de euros, muy por encima del anterior récord de 1.450 millones de euros registrado en 2018. "Estos pronósticos siguen dependiendo en gran medida de la ausencia de eventos adversos imprevistos (como en Ucrania o Gaza) desde ahora hasta finales de marzo de 2024", ha destacado el consejero delegado de la compañía. La compañía espera transportar unos 183,5 millones de pasajeros, un 9% más que en el año anterior, aunque asegura que esta cifra depende de si Boeing cumple sus compromisos de entrega. Por el momento, estiman que los retrasos podrían afectar a diez de las 57 aeronaves que esperan.