Comercio
La lluvia de ayudas de Pekín a los coches eléctricos chinos suma 231.000 millones
Las exenciones fiscales suponen más del 50% del respaldo de Pekín desde 2009
La próspera industria china de vehículos eléctricos ha recibido una asombrosa suma de 231.000 millones de dólares en subvenciones y ayudas públicas desde 2009 hasta el año pasado, según reveló un estudio reciente.
Estos datos salieron a la luz el viernes, al mismo tiempo que el Ministerio de Comercio chino arremetía contra la Comisión Europea por su manejo de la prolongada investigación sobre ciertos fabricantes de automóviles chinos, acusándolos de prácticas de subvenciones injustas. Pekín argumenta que las demandas excesivamente detalladas de información van más allá de los límites razonables y pueden perjudicar la transparencia y la equidad en el comercio.
El informe, elaborado por el especialista en asuntos chinos, Scott Kennedy, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), revela que más del 50% de estas ayudas se han concedido en forma de exenciones fiscales sobre las ventas. Esta estrategia habría permitido al gobierno chino estimular la demanda interna de vehículos eco-amigables.
Además, se han implementado otras medidas complementarias, como descuentos a nivel nacional para los compradores, inversiones públicas en infraestructuras como estaciones de recarga, adquisiciones directas de eléctricos por parte del sector público y programas de apoyo a la investigación y desarrollo.
Al parecer, las subvenciones públicas no se destinaron necesariamente al desarrollo automovilístico. En los primeros años de desarrollo de los eléctricos en el país, el Ministerio de Hacienda descubrió que al menos cinco empresas habían estafado al Estado más de 1.000 millones de yuanes (unos 129 millones de euros).
«Los eléctricos chinos han experimentado un respaldo masivo por parte de la política industrial, al mismo tiempo que su calidad se ha ido mejorando, lo que los convierte en una opción atractiva tanto para los consumidores nacionales como extranjeros», afirmó Kennedy.
«Para una respuesta efectiva por parte de Estados Unidos, Europa y otros países, es crucial tener en cuenta ambos aspectos». El especialista describió los datos como «conservadores en gran medida», ya que no incluyen los programas de reembolso a nivel local en ciudades como Shanghái y Shenzhen, diseñados para fomentar la transición de los propietarios de vehículos convencionales a los eléctricos. Además, estos datos excluyen los beneficios de los bajos costos de terrenos, electricidad y créditos a los que algunos fabricantes tienen acceso, y también dejan de lado las ayudas otorgadas a las empresas de baterías y otras partes de la cadena de suministro.
Frente común contra Pekín
Así, el informe sugiere que «la UE, EE UU, Japón y Corea del Sur deben intensificar la coordinación en este sector, tanto en el aspecto defensivo como en el ofensivo, para impulsar eficazmente sus industrias nacionales, promover la descarbonización y proteger su seguridad nacional. Incluso si la sensación de injusticia de la política industrial china y los temores de seguridad nacional están justificados, los países occidentales deben determinar si el objetivo es excluir por completo a los productores chinos de los mercados occidentales o mantener una especie de industria global, en la que todos tengan acceso a los mercados de los demás siempre que cumplan ciertas normas relativas a la competencia leal».
Este impactante documento del CSIS sale a la luz en un momento en que la batalla global en torno a los eléctricos ha entrado en una nueva fase. La Comisión Europea anunció el 12 de junio aranceles provisionales de penalización que van desde el 17,4% hasta el 38,1% sobre los VE importados de China.
Una medida que tiene como objetivo contrarrestar las subvenciones que Pekín otorga a su industria automotriz. La respuesta de la UE se produjo después de que la Administración Biden anunciara aranceles significativos sobre una serie de productos de alta tecnología chinos, incluyendo un 100% sobre los VE y un 25% sobre las baterías de los mismos. Este ajuste de tornillo subraya las tensiones comerciales y la competencia feroz que se libra.
Bajo lupa: desde el origen del litio hasta los canales de venta
El Ministerio de Comercio chino lanzó el jueves críticas feroces hacia la Comisión Europea porque sus peticiones de información detallada van, según Pekín, más allá de los límites razonables y pueden ser perjudiciales para la transparencia y la equidad en el comercio. Además, sostiene que estas medidas pueden crear barreras innecesarias y obstaculizar la libre competencia.
Europa ha solicitado aspectos clave de la cadena de suministro, incluyendo el abastecimiento de materias primas para las baterías, la fabricación de componentes, la fijación de precios y el desarrollo de canales de venta. stas exigencias han generado reacciones en el gigante asiático, que cuestionan la razonabilidad de las mismas. Asimismo, han expresado preocupación por posibles actos de espionaje industrial dirigidos a su industria de vehículos eléctricos.
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