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Un optimismo bursátil que nos permite ganar tiempo

Daniel Álvarez / Analista de XTB

Las últimas semanas se han caracterizado por un sesgo optimista en los mercados que nos deja un tanto sorprendidos. ¿A qué se debe esta mejora? La pregunta tiene sentido, especialmente cuando la economía real, sobre todo en la zona euro, no acaba de repuntar. La razón más importante nos llega desde Estados Unidos. Y es que la perspectiva de que la Reserva Federal va a continuar llevando a cabo su política monetaria expansiva, después de que la vicepresidenta Yellen así lo transmitiera al mercado, genera una sensación de tranquilidad que se traduce en forma de movimiento alcista y en mayor tiempo para que se calmen las aguas en Europa. La clave a este lado del Atlántico sigue estando en las primas de riesgo de los países periféricos. Las «yields», con las que se penaliza el acceso al mercado crediticio de países como España, han mejorado bastante y, a pesar de que estamos empezando el mes de marzo, nuestro país ya ha colocado casi una cuarta parte de la deuda que tenía previsto colocar este año. Esta noticia condiciona positivamente a las bolsas de la región, cuyo factor de inestabilidad principal sigue estando en el convulso panorama político que ha quedado en Italia tras las elecciones. En cualquier caso, nos encontramos con un panorama en el que los protagonistas reales son los bancos centrales, con inyecciones de liquidez continuadas que estimulan artificialmente los mercados y que permiten ganar tiempo antes de que el crecimiento real de la economía pueda apoyar el optimismo bursátil.

La subida del Everest

Victoria Torre / Responsable de Análisis de Self Bank

L a Bolsa neoyorquina ha protagonizado una semana increíble, con el Dow Jones batiendo máximos y alcanzando niveles que no se veían desde octubre de 2007. Aunque ha sido el selectivo que ha estado en boca de todos, no se quedan atrás los registros del S&P 500 (en máximos de 5 años) y del Nasdaq (alcanzando cotas inéditas en más de una década). Las grandes preguntas serían ahora: ¿están justificadas las subidas? ¿Le queda aún recorrido a la Bolsa estadounidense? En relación a la primera, creemos que la economía estadounidense cada vez da más muestras de solidez: recuperación del mercado laboral, estabilización del sector inmobiliario, fortalecimiento del sistema financiero, resultados empresariales en el cuarto trimstre satisfactorios... No obstante, no se puede cerrar los ojos a problemas sin resolver, como el precipicio fiscal, aunque por el momento los mercados parecen obviarlos. En cuanto a la segunda cuestión, pensamos que a los precios actuales el mercado norteamericano empieza a encontrarse muy justo por valoración. Los niveles alcanzados dan un poco de «vértigo» y a veces nos da la impresión de que hemos ascendido al Everest sin todas las armas. Con una buena preparación física, pero sin oxígeno y del botiquín.

Wall Street avanza... ¿imparable?

Soledad Pellón / Estratega de mercados de IG

Esta semana ha sido noticia que el Dow Jones haya marcado un nuevo máximo histórico, por encima de los niveles «precrisis». La pregunta es: ¿está la economía en niveles «precrisis»? Ni mucho menos. Cerca del 70-80% de estas subidas se puede achacar a la política monetaria de la FED con sus constantes inyecciones de liquidez. Los inversores han obviado que EE UU ha caído en el precipicio fiscal, lo que implica recortes del gasto público de 85.000 millones de dólares, y que le costarán al PIB del país medio punto porcentual. ¿Pasa lo mismo con la Bolsa española? No, el Ibex aún necesita una subida del 90% para alcanzar los máximos de 2007. En España la economía en sí no está mejor que el año pasado, pero sí está en mejores condiciones para la recuperación. Hay más parados, pero la reforma laboral ha flexibilizado un mercado rígido e ineficiente. Tenemos más deuda, pero la velocidad de crecimiento se reduce gracias a la reducción del déficit. Además, nuestro sistema financiero se ha saneado. Fijarse sólo en los datos sin analizar nada más puede llevarnos a conclusiones erróneas. ¿Qué podemos esperar de las bolsas? Habrá que esperar a que el S&P 500, el índice que siguen los inversores, llegue a sus máximos históricos, para lo que le queda menos de un 2%, y a partir de ahí es posible que veamos recogidas de beneficios.

No es la economía, es la unión

Alberto Matellán / Director de Estrategia de Inverseguros

El optimismo de los mercados parece inmune a noticias negativas. Y ello a pesar de las muchas que se producen últimamente, económicas o políticas. Esta paradoja aparente demuestra que otros elementos pesan más en el ánimo de los inversores. El primero es el compromiso por la unidad política y monetaria europea, explicitado por Mario Draghi el verano pasado y plasmado en el mecanismo OMT, lo que significa eliminar el riesgo de ruptura de la moneda única, que habría causado el rechazo a los activos periféricos. Por tanto, renueva y mantiene el apetito de los inversores por los mismos. El segundo es el exceso de liquidez. Los bancos centrales de EE UU, Reino Unido y Japón están ejecutando inyecciones monetarias masivas. El BCE ha hecho algo similar con sus préstamos a tres años, aunque en este caso sólo temporal. Este exceso de fondos se ve obligado a buscar rentabilidad en un entorno global de tipos cero, por lo que se dirige a activos cuyo rendimiento es superior, obviando su posible riesgo. Pero esta situación es frágil. La capacidad del BCE está limitada por la disposición política y la banca aún no ha limpiado sus balances. Además, los desequilibrios y los ajustes lastran la recuperación. Tampoco hay que olvidar el riesgo a largo plazo de esas políticas. En cualquier caso, el criterio de los inversores ha vuelto a parámetros más razonables, en detrimento del pánico de hace sólo un año.