Adif

Los rivales de Renfe en el AVE vienen de fuera

Hasta cinco compañías extranjeras ya han mostrado interés en competir con la operadora pública cuando se liberalicen la alta velocidad y la larga distancia en diciembre de 2020

Un tren de SNCF, junto a uno de Renfe
Un tren de SNCF, junto a uno de Renfelarazon

Hasta cinco compañías extranjeras ya han mostrado interés en competir con la operadora pública cuando se liberalicen la alta velocidad y la larga distancia en diciembre de 2020.

Renfe tendrá que competir a partir de diciembre de 2020 con otros operadores privados en las líneas de AVE y larga distancia. El proceso ya está lanzado, pero queda por despejar la incógnita de quiénes serán los competidores.

Adif, el administrador de las infraestructuras ferroviarias, pondrá a disposición de los interesados un 60% más de capacidad extra a la que ahora existe. Su previsión es pasar de 119 a 189 circulaciones por sentido y día, y que otras dos empresas operen junto a Renfe. Y entre las que más papeletas tienen de hacerlo hay varios colosos internacionales que, o ya han asegurado públicamente que acudirán al proceso de liberalización, o lo están sopesando seriamente.

La que ha puesto abiertamente las cartas sobre la mesa es la homóloga francesa de Renfe, SNCF. La compañía ha expresado públicamente su deseo de desembarcar en España. Su deseo sería hacerlo con un socio local, para lo cual ya ha establecido contactos con la alianza Acciona-Ilsa, que también acudirá el proceso, y «otros operadores», entre los que está Globalia, el grupo de transporte y turismo de la familia Hidalgo.

Entre las fortalezas de SNFC figura que su servicio «low cost» con el que pretende competir con Renfe, Ouigo, lleva años operando en Francia y ha logrado atraer a 17 millones de pasajeros, el 60% de los cuales son nuevos. Lo ha hecho ofreciendo billetes desde 10 euros por trayecto tras reducir el 50% sus costes de producción por asiento con respecto al AVE convencional con medidas como recortar al mínimo su gasto en personal, incrementar la capacidad de los trenes e incrementar sus horas en circulación.

El hándicap de SNCF es que, de momento, no tiene material rodante disponible adaptado al mercado español. SNCF no trabaja con trenes alquilados, por lo que su opción más factible pasa por la transformación de algunos de sus trenes dado que la compra de nuevas unidades es costosa y lenta. Según la Asociación Ferroviaria Española (Mafex), se tardan dos años de media en la entrega de nuevas unidades y su coste supera los 20 millones de euros.

Otro gigante europeo, la alemana Deutsche Bahn (DB), también descubrió sus intenciones hace tiempo. Fuentes próximas a la compañía aseguran estar «convencidas» de que jugará un papel relevante en la liberalización del mercado español, donde ya está presente. Su filial Arriva ha obtenido luz verde de la CNMC para operar el corredor internacional La Coruña-Oporto. Según Mafex, DB sí que dispondría de trenes para ponerlos rápidamente en servicio en España, lo que le otorga una clara ventaja sobre sus posibles competidores.

Junto a SNCF y DB, que ya disponen de las licencias y habilitaciones que exige Fomento para operar, Mafex asegura que hay otras empresas extranjeras que están analizando la situación y que pueden tomar su decisión en los próximos meses, como la británica Virgin Trains o la holandesa Nederlads Spoorwegen. Algunas fuentes también sitúan a Trenitalia, el operador público italiano, en la parrilla de salida de interesados en el AVE español.

Entre las compañías nacionales, cuentan con los permisos oportunos Aisa Tren; Avanza Tren; Veloi Rail; Alsa Ferrocarril -que ha reconocido estar en conversaciones con otros interesados para forjar una alianza-; Rail Continental; Ecorail; Ferrovial Railway e Interbus, entre otras. No obstante, los expertos consideran que se trata de un número excesivo, lo que podría abocar a concentraciones de compañías para competir con Renfe.