Empleo
El mal cierre de 2023 adelanta el parón del empleo en 2024
Pese a la bajada del paro en 193.400 personas, la creación de empleo privado cayó en 77.600 personas y el último trimestre cerró con 19.000 puestos destruidos. La población activa que ha dejado de buscar empleo por no encontrarlo se elevó a 43.600 personas
El paro bajó en 193.400 personas en 2023, lo que supone un 6,4% menos que en 2022, mientras el empleo creció en 783.000 puestos de trabajo (+3,8%), cerrándose el ejercicio por encima de los 21 millones de ocupados y por debajo de los tres millones de parados, y con una tasa de desempleo que bajó hasta el 11,7%. Esos son los incuestionables buenos datos que el INE hizo ayer públicos a través de la Encuesta de Población Activa (EPA). Pero no es oro todo lo que reluce en el cierre estadístico del empleo de 2023, que culmina tres años de descensos del número de desempleados, con datos mejores que los de 2022, pero peores que los registros de 2021, cuando la vuelta tras la pandemia generó un crecimiento récord de 840.700 empleos y redujo el paro en más de 600.000 personas.
Pero surgen algunas sombras que empiezan a oscurecer el panorama laboral español recién estrenado el año 2024, alentados por un cuarto trimestre que cerró el año con un retroceso casi generalizado en la mayoría de los índices de la EPA, y no de forma claramente positiva, sino más bien al contrario.
Así, la destrucción de empleo asomó ya en el último trimestre por la bajada de ocupados, que se cifró en 19.000 cotizantes menos. Ajustando las cifras, el año finalizó con 2.830.600 desempleados, su cifra más baja en un cierre de año desde 2007, mientras que el número de ocupados se situó en 21.246.900, en máximos históricos pese a que entre octubre y diciembre el mercado laboral empezó a dar ciertas señales de agotamiento, pese a que en la serie histórica este periodo siempre tira al alza por la coincidencia de citas comerciales como el Black Friday, la Navidad o el adelanto de las rebajas. Sin embargo, el cierre del año 2023 ha diluido este efecto en innumerables baremos, que apuntan a un cambio de tendencia. Aunque la mayor parte del empleo creado el pasado ejercicio fue por el sector privado, con 715.900 nuevos ocupados –más del 91% del total, con una reducción de la tasa de temporalidad del 16,5%–, la creación de empleo entre las empresas en realidad cayó en 77.600 personas. La mayor parte de la ocupación fue a tiempo completo, con un incremento de 695.400 personas, frente a los 87.600 a tiempo parcial, pero en el último trimestre ambos quedaron casi igualados, repartiendo el empleo en 211.100 a tiempo completo por 192.100 a tiempo parcial. Para remate, la población activa que deja de buscar empleo ante la imposibilidad de encontrarlo se elevó a 43.600 personas.
Además, la tasa de paro se ha reducido únicamente en un punto porcentual, situándose en el 11,76%, con un total de 2.830.600 parados, con el agravante de que la tasa de actividad ha aumentado por debajo del medio punto en doce meses, para alcanzar el 58,99%, «lo que refleja un débil pulso de la economía y del mercado de trabajo», apuntaron fuentes empresariales. Sorprende especialmente el incremento de casi 70.000 nuevos empleados públicos, lo que significa, en términos globales, que por cada dos empleos que se crearon en el sector productivo privado, uno lo hizo en el sector público.
Tampoco se ha resuelto del todo el problema del paro juvenil, ya que el número de jóvenes en paro menores de 25 años subió en 17.400 personas, lo que supone un 3,7% más que en 2022, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 481.500. En el conjunto de 2023, el paro de los jóvenes de 20 a 24 años aumentó en 12.900 desempleados (+3,7%) y entre los de 16 a 19 años subió en 4.400 personas (+3,8%). Así, la tasa de paro juvenil total se situó en el 28,36% a cierre de 2023, tasa nueve décimas inferior a la del ejercicio anterior (29,26%), pero medio punto superior a la del tercer trimestre de 2023, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en el 27,82%. Además, el número de desempleados jóvenes aumentó en 21.000 personas (+2%) en el último trimestre y se perdieron 78.000 empleos en relación al trimestre anterior en el grupo de 20 a 24 años (-6,9%) y 49.800 empleos menos en los de 16 a 19 años (-23,6%), siendo éstos los mayores retrocesos por grupos de edad en términos intertrimestrales.
Una situación similar se ha producido en la orilla de los desempleados de mayor edad. El mayor incremento de empleo en términos absolutos se produjo en el grupo de 55 y más años, colectivo que marcó un nuevo máximo histórico de ocupación tras sumar 272.500 nuevos puestos (+6,5%), seguido del grupo de 50 a 54 años (+152.700 puestos de trabajo, +5,4%). Sin embargo, el número total de desempleados de más de 55 años se incrementó en 9.400 desempleados (+1,8%).
Asimismo, el número de parados de larga duración bajó en 108.100 personas en 2023, un 9,1% respecto a 2022, hasta situarse en 1.076.000 personas. Pero como ha ocurrido con la mayoría de los índices, en el último trimestre las cifras han retrocedido sustancialmente y estos parados aumentaron en más 21.000 personas. Durante todo 2023, en la franja de edad de 40 a 44 años se destruyeron 70.000 puestos de trabajo respecto al año anterior (-2,3%).
De los más de 2,8 millones de parados contabilizados al finalizar el año pasado, el 17% son jóvenes menores de 25 años y el 38% son parados de larga duración –los que llevan más de un año en desempleo–. En cuanto a los «ni-nis», al finalizar 2023 había 923.000 jóvenes de 16 a 29 años que ni estudian ni trabajan, 8.100 menos de los que había a cierre de 2022.
Respecto a la distribución del desempleo, sigue habiendo grandes diferencias según la región que se analiza. El paro bajó en trece comunidades autónomas, especialmente en Madrid y Andalucía, y todas las regiones crearon empleo, a excepción de Castilla y León y La Rioja. En valores absolutos, los mayores descensos anuales del desempleo se dieron en Madrid, que redujo el número de parados en 54.200 personas (-13%), Andalucía (-40.500 parados, -5,3%), y País Vasco (-22.600 desempleados, -25,1%). Por contra, en cuatro comunidades y en Melilla creció. En la que más, en Canarias, con 27.300 parados más (+16,2%); Castilla y León (+7.700 desempleados, +7,9%); Baleares (+4.700 parados, +6,8%) y La Rioja (+1.300 desempleados, +9,9%). En Melilla se incrementó en 2.400 parados. País Vasco es la comunidad autónoma que tiene la tasa de desempleo más baja de España, con un 6,33%, seguida de Cantabria (7,48%) y de Aragón (7,85%). Por el contrario, las tasas más elevadas se encuentran en Ceuta (28,35%), Melilla (27,42%), Andalucía (17,60%), Extremadura (16,29%) y Canarias (16,19%).
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