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Maltrecho poder adquisitivo

Maltrecho poder adquisitivo
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Los convenios de empresa siguen moderando el crecimiento de los salarios. Desde 2007, los sueldos se han reducido en torno al 3%.

Comedores sociales a rebosar, calefacciones apagadas por no poder afrontar sus gastos... El número de españoles que viven en el umbral de la pobreza se duplicó entre 2007 y 2011. Sin embargo, y tras cuatro años consecutivos de recortes, los salarios en España empiezan a ganar poder de compra. Pese a que la ligera mejoría constituya una manifestación más de la recuperación que ha experimentado la economía, el sueldo medio en 2014 fue cinco euros inferior al de 2012, lo que demuestra la crisis extraordinaria que ha padecido nuestro país.

El nivel salarial debe analizarse junto con los índices de empleo. Diego Barceló, investigador de Adecco y Barceló y Asociados, asegura que la estabilidad de los sueldos durante los tres últimos ejercicios es uno de los motivos que ha permitido que el número de ocupados haya vuelto a crecer. En 2009, por aplicación de cláusulas de ajuste de convenios firmados con anterioridad, el salario medio creció más de un 3%, pero se perdieron 1,1 millones de empleos. «La estabilidad salarial es percibida como algo negativo, aunque contribuye a la creación de empleo».

Variable clave

Como indicador base para conformar el nivel de vida y la capacidad adquisitiva, el salario es una variable clave porque supone el ingreso fundamental de las familias, que a su vez representan la parte más significativa del consumo. Pero los sueldos también inciden en la competitividad de la economía frente al exterior o en la recaudación de impuestos. Si bien el pacto salarial alcanzado entre sindicatos y patronal establece como recomendación que los salarios crezcan hasta el 1% este año y hasta el 1,5% para el próximo ejercicio, los sueldos han crecido entre enero y abril más del 1% para 711.641 personas con nuevo convenio. Se trata del mejor dato desde 2013 y supone un alza del 33% respecto al mismo periodo de 2014. Lejos de las cifras alentadoras, uno de cada cinco españoles vive con menos de 8.000 euros al año y el 42,4% de los hogares no tiene capacidad para hacer frente a gastos imprevistos.

Miguel Ángel Bernal, coordinador del departamento de Investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), relaciona el alza salarial con trabajadores de alto valor añadido, puestos de dirección o nuevas profesiones vinculadas con el sector tecnológico. Admite que el reflejo en la economía será sutil porque la subida es muy tímida y destaca que España necesita reducir la tasa de desempleo hasta el 15%, aproximadamente, para que veamos una mejora auténtica de los salarios.

Además de las rentas principales de los trabajadores, los salarios suponen el coste más importante para las empresas. Juan Merino, presidente de la Confederación Española de los Jóvenes Empresarios (Ceaje), anima a no perder nunca de vista la evolución de los sueldos respecto al resto de economías, sobre todo las de la eurozona, pues de ello dependerá la competitividad y capacidad para crear empleo. Según las estadísticas, los precios disminuyeron en 2014 un 0,2% lo que permitió que los salarios brutos ganaran un 0,1% de poder adquisitivo.

Merino recuerda que, desde 2007, los sueldos acumularon una ganancia real de 4,5 puntos porcentuales, pero que no alentó al consumo, sino que se fue a la partida del ahorro familiar. E informa de que a partir de 2010 «su variación ha sido prácticamente nula y su poder adquisitivo ha caído un 7%. Los salarios se han reducido en torno a un 3% respecto a 2007». El presidente de Ceaje cree que las subidas recientemente acordadas «son demasiado elevadas» y confía en que sirvan para reactivar el consumo e impulsar el crecimiento. No obstante, considera que el incremento debería haber oscilado entre el 0,5% y el 0,7%, con el que se hubiera generado un margen para la contratación de nuevos trabajadores.

Hasta comienzos de la década pasada, los incrementos salariales en España fueron de importante cuantía, incluso de un par de puntos sobre el IPC, por lo que en época de «vacas flacas» no se pudo contener el número de desempleados. Merino pone de manifiesto el pacto de contención salarial para mantener el empleo que se firmó con los sindicatos en 2012 y que permitió a las empresas recuperar competitividad. Pese al cambio de tendencia de la economía española y a las expectativas positivas para el futuro, considera que es bueno seguir con la moderación, aunque las empresas que hayan podido salir de los números rojos y se encuentren en un escenario positivo, y si pueden, «deberían incrementar los salarios para activar el consumo».

Fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) advierten de que el elevado desempleo presiona a la baja el nivel salarial para rebajar la tasa de paro, y viceversa. Debido a que la inflación se encuentra en tasas muy reducidas, y como consecuencia del pacto entre sindicatos y patronal, los asalariados tendrán una ganancia de poder adquisitivo, que redundará en un mayor consumo y, por ende, en la actividad en general. En cambio, la CEOE ya ha avisado de que muchas empresas no podrán llegar a esos máximos acordados por su frágil situación económica. Así, las fuentes consultadas señalan que el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva configura los criterios para la determinación de los incrementos salariales de forma que las empresas y los sectores dispongan de la flexibilidad suficiente para adecuar el comportamiento de los salarios a su propia realidad, sin poner en riesgo su posición competitiva en el mercado y, con ello, el empleo. Más allá del incremento de las subidas salariales, desde la CEOE reconocen que los convenios de empresa, más próximos a su propia realidad económica, siguen moderando el crecimiento de sus salarios.

Retrasada y a destiempo, la moderación salarial en España comenzó a lo largo de 2010. El número de parados se duplicó en los dos primeros años, al no poder ajustarse el mercado laboral, vía precios, debido a las rigideces que presentaban los convenios colectivos. «La importancia de los fines pretendidos y los resultados alcanzados evidencian las bondades de una política de moderación salarial pactada por sindicatos y organizaciones empresariales que ha apostado por la creación de empleo a cambio de unos incrementos salariales más moderados», apostillan las fuentes de la CEOE.

Brecha salarial

Tras Portugal, España es el país de la Unión Europea donde más creció la brecha salarial entre hombres y mujeres en el periodo comprendido entre 2008 y 2013, al aumentar 3,2 puntos porcentuales. Con ese incremento, la brecha en España se situó en el 19,3%. Según algunos estudios, las mujeres cobraron en nuestro país 6.144 euros menos al año en términos de cómputo global. Además, la desigualdad entre ricos y pobres en los países de la OCDE ha alcanzado su nivel más alto desde que existen datos –hace tres décadas–, y la pobreza en España se encuentra muy por encima de la media. Bernal achaca las diferencias salariales entre géneros a la paternidad, por lo que «las bajas deberían ser iguales para hombres y mujeres. Soy partidario de la feminización de los puestos de trabajo, que reduciría la brecha salarial, aunque no de un día para otro. En economía no existen varitas mágicas».