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Mark Cuban, millonario, prefiere leer 700 correos electrónicos al día antes que las reuniones: este es el motivo

Mark Cuban, el conocido empresario estadounidense, desvela su sorprendente estrategia para la gestión del tiempo, centrada en una pasión poco común por el correo electrónico

La vena visionaria de Mark Cuban le lleva a experimentar con la IA
La vena visionaria de Mark Cuban le lleva a experimentar con la IABloomberg | Getty Images

Mark Cuban, el renombrado empresario multimillonario y antiguo inversor del popular programa "Shark Tank", ha revelado una peculiar faceta de su rutina profesional que contradice las tendencias modernas de comunicación.

Lejos de evitar la sobrecarga digital, Cuban ha convertido la gestión del correo electrónico en el eje central de su jornada laboral, priorizándolo incluso sobre las reuniones presenciales.

Su día a día se estructura en torno a esta actividad. Después de su café descafeinado matutino y una galleta, la ducha y llevar a su hija al colegio, Cuban ya está revisando su bandeja de entrada. Más tarde, tras una sesión de ejercicio físico y una segunda ducha, su rutina vuelve a girar en torno a la gestión de su correspondencia digital. Esta gestiona su agenda a lo largo de toda la jornada.

Un método de trabajo singular

El inversor, de 66 años, recibe a diario cerca de setecientos mensajes electrónicos y ha confesado que prefiere esta cantidad a sentarse en reuniones prolongadas, según apuntan desde Fortune. Para gestionar este volumen, utiliza tres teléfonos móviles, dos Android y un iPhone, e insiste en que no tiene un asistente que se encargue de esta labor por él, ya que considera que ralentizaría su flujo de trabajo.

La preferencia de Cuban por el correo electrónico frente a otras herramientas como Slack o las llamadas telefónicas se basa en su valor como herramienta de archivo. El empresario conserva mensajes que datan de la década de los noventa, incluso de sus inicios en CompuServe en los ochenta, cuando adquirió su empresa MicroSolutions por una gran cantidad de dinero. Esta capacidad de mantener su archivo personal a lo largo del tiempo es, para él, un activo destacable.

Además de su función de archivo, Cuban valora el correo electrónico por su productividad. Permite gestionar transacciones comerciales, comunicaciones con empleados y solicitudes de prensa de forma asíncrona, independientemente de la ubicación geográfica de los interlocutores. Para optimizar su respuesta, el empresario confiesa que usa las respuestas predefinidas de Google en un porcentaje de sus correos, aunque siempre añade su "toque personal" para evitar un tono excesivamente automatizado.

A pesar de su intensa actividad digital, Cuban aclara que su objetivo no es alcanzar el "inbox zero", es decir, tener la bandeja de entrada completamente vacía. De hecho, intencionadamente deja algunos correos sin leer a modo de recordatorio, manteniendo este número por debajo de la veintena de mensajes, y en ocasiones incluso por debajo de la decena. Esta estrategia le permite tener siempre presentes los asuntos pendientes.

El magnate admite que le resulta difícil desconectar de su flujo de trabajo digital, y solo se toma un día o más de descanso en ocasiones de desconexión mínima por eventos extraordinarios, como citas familiares. Para él, es más eficiente "quitarse las cosas de encima" de inmediato, consolidando su enfoque en una gestión ininterrumpida y directa de sus comunicaciones.