Marruecos logra un espectacular crecimiento de las exportaciones de batata

Las exportaciones de batatas marroquíes se disparan en el mercado internacional. En 2022, duplicó sus volúmenes respecto a 2021 hasta alcanzar un récord de 1.200 toneladas, frente a las 90 toneladas de 2017, según el portal especializado East Fruit, que cita Le360. Holanda, Portugal y ahora Reino Unido fueron los tres principales clientes en 2022. El primer país, además, ha multiplicado casi nueve veces sus importaciones de boniatos marroquíes desde 2021.

Los países de Medio Oriente también se encuentran entre la gran cantidad de consumidores, aunque las cantidades exportadas siguen siendo relativamente bajas. El año pasado se enviaron alrededor de nueve toneladas, principalmente a Qatar y Bahrein.

Dos factores clave ayudan a comprender el crecimiento en el consumo de batatas y otros tubérculos: La mayor parte de las importaciones en estas categorías provienen de países donde los consumidores son conscientes de la salud, abiertos a nuevos gustos y experiencias, y dispuestos a pagar mucho dinero por ellos. De hecho, este tubérculo, considerado un “superalimento”, es rico en sacarosa, proteínas, carotenos, vitamina C, hierro y otras sales minerales.

El otro motivo es el hecho de que "la importación de estos productos está aumentando en países con una alta proporción de minorías étnicas, para los que el boniato, la malanga, el ñame o incluso la chufa forman parte de la cocina nacional del mismo modo que la patata para los europeos. En Marruecos, la batata se cultiva principalmente en Larache, en la región de Fez-Meknes, en Salé y en Casablanca durante la temporada de verano.

Las perspectivas son prometedoras, ya que el comercio mundial de batatas y productos similares ha aumentado un 8 % anual desde 2013, mientras que las importaciones mundiales de patatas convencionales han caído un 1 % anual desde esa fecha.