Más de 1.500 millones de euros en inversiones de Repsol en España, en el aire por el impuesto a las energéticas

La decisión de PSOE y Sumar de prorrogar el impuesto especial a las compañías energéticas puede terminar por costarle muy caro al tejido industrial español. Solo en el caso de Repsol, varios proyectos que suman más de 1.500 millones de euros en potenciales inversiones estarían ahora mismo en el aire.

El pasado jueves, en la comunicación de resultados enviada a la CNMV, la compañía advirtió de que ante la intención del Gobierno de prorrogar el impuesto, se podría replantear sus futuras inversiones en España. Su consejero delegado, Josu Jon Imaz, dijo a los analistas que España es «la principal geografía» donde está invirtiendo el grupo y donde prevé seguir desarrollando «esta gran inversión» en sus activos industriales, aunque advirtió también de que para que esto siga siendo así es necesario «tener un marco regulatorio y fiscal claro, predecible y estable». Y, en su opinión, eso no ocurre con el impuesto, al tiempo de que advertía de que, en caso necesario, tienen "otras alternativas" para invertir, y apuntó a Portugal.

La decisión de la compañía energética de poner en cuarentena futuras inversiones en España afectaría a un buen número de proyectos que necesitarán de potentes inversiones. En concreto, la compañía tiene proyectado construir una ecoplanta en Tarragona, así como sendos electrolizadores en Cartagena y Bilbao de 100 megavatios (MW) de potencia y otro más grande en Tarragona de 150 MW. Un ramillete de proyectos que, según estiman fuentes del sector energético, requerirán una inversión de alrededor de unos 1.450 millones de euros.

País Vasco

Pero no son los únicos proyectos que estarían en el aire. Ayer, el presidente de Petronor y consejero de Repsol, Emiliano López Atxurra, aseguró ayer que la ubicación de la planta industrial para producir a gran escala combustible sintético también está en «stand-by» por la ausencia de un marco jurídico «previsible» en España. López Atxurra afirmó, en una entrevista en Radio Euskadi recogida por Efe, que la que se está construyendo actualmente en el puerto de Bilbao es «una planta demo», proyecto «consolidado» que seguirá adelante y cuya puesta en marcha está prevista para finales de 2024. Sin embargo, el proyecto incluye la futura instalación de una gran planta para la producción «a escala industrial» del combustible sintético, una inversión que, según advirtió, queda en el aire si se mantiene el impuesto temporal a las grandes energéticas. Se trata de una de las mayores plantas de combustible sintético del mundo, tal y como anunció el grupo el pasado 15 de junio.

«Esa planta industrial estará en ‘stand-by’, porque tendremos que implantar una inversión industrial en un entorno regulatorio no solo amable, sino previsible», advirtió el presidente de Petronor, filial de Repsol. La planta «demo», fruto de la colaboración entre Repsol, Petronor y la saudí Aramco, producirá 8.000 litros al día de combustible sintético a partir de CO2 e hidrógeno. El proyecto contempla que, una vez probado el combustible producido en esta planta, comience la producción a escala en una nueva instalación, cuya ubicación se replantea ahora Petronor y que requeriría de otra potente inversión.