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Miguel Ángel Cilleros: «El derecho a decidir es de todos los españoles»

Miguel Ángel Cilleros / El candidato «oficial».. Huye de esa etiqueta y promete transparencia. «Si algún compañero hubiera sido más valiente, no estaríamos así»

Miguel Ángel Cilleros
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Huye de esa etiqueta y promete transparencia. «Si algún compañero hubiera sido más valiente, no estaríamos así»

–Le han colgado la etiqueta de «oficialista». ¿Significa eso que mantendrá una línea de continuidad con las formas y los modos de dirigir UGT en los últimos 22 años?

–Usted lo ha dicho. Es una etiqueta. Soy tan oficialista como el resto. Hay cuestiones que hay que modificar en el funcionamiento de UGT. Son necesarios cambios en los modelos de gestión interna y mayores dosis de autocrítica. Con esto no quiero decir que todo sean sombras. Pero es cierto que se nos está castigando por no haber hecho suficiente autocrítica. Si se abre una vía en un barco y no se sella, se hunde. Si algún compañero hubiera tomado las decisiones que debería haber tomado no estaríamos como estamos.

–¿Coincide en imputar gran parte de la pérdida de afiliación sindical a la caída de la ocupación durante la crisis?

–Es cierto que el Gobierno golpeó la línea de flotación de los sindicatos y que la caída de la afiliación se ha dejado notar, pero no podemos obviar la pérdida de credibilidad. No puedo dirigir un sindicato sin autocrítica. Se tenían que haber asumido más responsabilidades ante los casos que han afectado al sindicato. Ha hecho falta más valentía. Cuando nos salpicó el escándalo de las «tarjetas black» de Caja Madrid no tuve rubor en pedir al compañero en cuestión que dimitiera.

–¿Cómo pretende limpiar la imagen de UGT?

–Apuesto por llevar a la máxima expresión el Código Ético. Para eso, cuatro personas de prestigio ajenas al sindicato van a participar en una comisión de seguimiento y van a ser las responsables de identificar las conductas que no sean éticas. Si lo controláramos nosotros sería como hacernos un traje a medida. Sería engañar. Transparencia absoluta y bolsillos de cristal.

–¿Deben los sindicalistas seguir ocupando puestos en empresas públicas o semipúblicas?

–El problema no es cobrar o no de esas empresas sino la transparencia. Como sindicalista quiero estar representando a los trabajadores en la toma de decisiones de esas empresas. Soy consejero de Renfe y de Adif. La Agencia Tributaria tiene todos mis ingresos y sabe que todo lo que cobro en esos consejos va para el sindicato. Pero además, me comprometo a publicar esos ingresos para que se vea que todo va a la UGT. Quien no siga ese procedimiento debería dejar el cargo y el sindicato de inmediato.

–¿Cómo explica el escándalo de los ERE en Andalucía?

–Estoy convencido de que cuando acabe el trámite jurídico no va a ser tanto el ruido como las nueces. Se ha amplificado por el actual clima de corrupción. Aún así, no hemos sido ágiles y todo ha caído en el saco del secretario general cuando es responsabilidad de todos nosotros.

–¿Justifica que UGT cargue contra el compañero que destapó el escándalo y pida para él cuatro años de cárcel?

–Yo no culparía a un compañero administrativo de la mala gestión realizada por el sindicato.

–Piden la derogación de la reforma laboral, pero la aplican en sus despidos...

–No lo puedo aprobar.

–José María Álvarez (el otro candidato favorito, líder de UGT en Cataluña) defiende el derecho a decidir. ¿Es compatible ese planteamiento para un secretario general de la UGT?

–Soy partidario de al reforma de la Constitución, pero no soy ambiguo: el derecho a decidir es de todos y corresponde a todos los españoles ejercerlo.