Bolsa

Millones de pequeños inversores se arruinan

El mercado de valores chino ha perdido un 37% desde que en junio la bolsa del país comenzara a tambalearse

Inversores chinos monitorizan los valores bursátiles en una casa de bolsa, ayer, en Pekín
Inversores chinos monitorizan los valores bursátiles en una casa de bolsa, ayer, en Pekínlarazon

«En dos meses, el mercado de valores chino ha perdido un 37% y se ha llevado consigo mis ahorros de más de una década». Con estas palabras posteadas en Weibo, una conocida red social, uno de los millones de inversores que están viéndose gravemente afectados por los vaivenes de la que es la segunda economía del mundo, lamentaba las pérdidas económicas que le ha acarreado una de las mayores bajadas de la Bolsa china en los últimos años.

Tras el «lunes negro», como algunos analistas lo denominaron, en el que el índice principal llegó a hundirse hasta un 8,49%, ayer los parqués del gigante asiático volvieron a darse un batacazo. La Bolsa de Shanghái, la más importante de China, terminó la jornada con un descenso del 7,6% hasta los 2.963 puntos, el nivel más bajo en ocho meses, mientras que la Bolsa de Shenzhén cayó un 7%, hasta los 10.197 puntos. El índice CSI300, que agrupa las mayores compañías cotizadas en ambos mercados, cerró la sesión con pérdidas superiores al 7%, lo que le llevó hasta los 3.042 puntos.

Desde que a finales de junio los parqués chinos comenzaran a tambalearse, las autoridades del país han llevado a cabo una serie de medidas para tratar de frenar esta sangría bursátil. Sin embargo, tras el hundimiento del lunes, la posibilidad de que el Gobierno no interviniera generó una mayor incertidumbre entre los millones de inversores que asistían en directo a la desaparición de sus ahorros. «¿Cómo podemos soportar una bajada de este tipo? El Gobierno es el que ha estropeado el mercado. Está mal que no lo rescate», se quejaba Gao, de 76 años, a Reuters.

Fue ayer por la tarde cuando el Banco Popular de China trató de reavivar los mercados con el anuncio de la reducción en medio punto porcentual del coeficiente de reserva de capital exigido a los bancos del país, y el recorte en un cuarto de punto del tipo de interés de referencia para los préstamos. Con esta iniciativa, las autoridades trataban de recuperar parte de la confianza perdida de los noventa millones de pequeños inversores que conforman los parqués del gigante asiático.

«Las acciones que compré han caído de una manera cruel. En una sesión anterior gané 200.000 yuanes pero fui tan codicioso que quise ganar más, como cuando una serpiente trata de comerse un elefante. Entonces vi cómo todo lo que había conseguido y algo de mi inversión original, se esfumaba. Lo único que me compensa es que pude sacar la mayor parte de los fondos originales a tiempo», comentaba otro usuario, según recogía la CNN.

Como él, a principios de año, más de cuarenta millones de chinos se sumaron al carro de la que se convirtió en la manera más atractiva de obtener rentabilidad para sus ahorros, y llegaron a constituir un 80% del volumen de negocio de los parqués del país. Ahora, alrededor de una cuarta parte de esos inversores ya ha salido de una bolsa que les ha generado grandes pérdidas.

Los ocho meses de tendencia alcista en los que las bolsas llegaron a crecer un 150% fueron el marco perfecto para atraer a estos inexpertos inversores que se dejaban llevar por los consejos del taxista o del dueño del restaurante de abajo, quienes les animaban a invertir mientras comprobaban en una aplicación de su móvil cómo evolucionaban los mercados. Según muchos expertos, sus escasos conocimientos, dos tercios sólo contaba con el graduado escolar y más de un 30% había dejado de estudiar a los doce años, junto a la volatilidad del mercado, se los han llevado por delante.

No obstante, la incertidumbre entre los inversores viene acentuada por su preocupación por la ralentización de la economía, que en el segundo trimestre del año creció a un ritmo del 7%, el más lento desde 2009, así como por la devaluación del yuan hace dos semanas. Tampoco el anuncio de que el Gobierno permitirá al principal fondo de pensiones estatal invertir en bolsa fue suficiente para contrarrestar estos temores y como decía otra usuaria en Weibo, «los mercados de valores son como un mal novio. Una y otra vez crees en sus buenas intenciones, pero te vuelven a decepcionar, baten un nuevo record y eso te destroza».

El magnate más rico padece el desplome

Wang Jianlin, el magnate de los negocios y presidente de Dalian Wanda, ha sido testigo de cómo sus acciones en bolsa –las mismas que lo convirtieron en el hombre más rico de China– le han ocasionado unas pérdidas de alrededor del 10% de su fortuna, unos 3.150 millones de euros, según cálculos de Bloomberg después de que el lunes el índice Composite de Shanghái sufriera su mayor caída de los últimos ocho años.