Congreso
Montero consigue aprobar el objetivo de déficit tras dos caóticas votaciones
El Senado, en manos del PP, debe rubricar esta senda de estabilidad. También fue aprobado el Plan de Reequilibrio, la hoja de ruta de la planificación presupuestaria
María Jesús Montero ha rozado el fracaso en su objetivo de acelerar la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024, tras tener que recurrir a dos votaciones para lograr la aprobación de los objetivos de déficit, paso previo a la elaboración de dichos Presupuestos. El Gobierno logró los apoyos justos para llevar adelante los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de las Administraciones -que deben estar alineados con las normas fiscales europeas, tras años suspendidas por la pandemia-, al igual que el Plan de Reequilibrio, la hoja de ruta de la planificación presupuestaria para el próximo trienio, que tuvo una votación individualizada igual de ajustada.
El Gobierno ha logrado rubricar lo aprobado ya en el Consejo de Política Fiscal, celebrado con las comunidades autónomas, en el que Hacienda propuso un déficit del 3% en 2024 para el conjunto de las Administraciones, del 2,7% en 2025 y del 2,5% en 2026. En el caso de las regiones se estableció un objetivo del 0,1% para 2024. Para 2025 y 2026, estarían obligadas a lograr su equilibrio presupuestario. Para las entidades locales también se acordó el 0% de déficit para los próximos tres años, mientras que para la Seguridad Social el déficit se fijó en un 0,2% para 2024, en 0,1% para 2025 y en el 0% para 2025.
La intención del Ministerio de Hacienda es aprobar la ley de Presupuestos para 2024 antes de abril, para lo que ya había dado luz verde a un techo de gasto de 199.120 millones de euros -que no se votaba hoy-, un 0,5% más con respecto al ejercicio anterior, incluyendo los fondos procedentes de la Unión Europea. De momento,
La votación de la senda de déficit estuvo presidida por el caos, al tener que votarse dos veces tras un primer un empate a 171 votos. Las dudas sobre la posición de Junts ante la convalidación tuvieron en vilo a Montero hasta el último momento pero, finalmente, la formación independentista decidió no votar la senda de déficit, lo que facilitó su aprobación.
Ahora la senda de déficit pasará al Senado, en el que la mayoría absoluta del PP y su capacidad de veto la rechazará casi con toda seguridad. Ante esa tesitura, Montero ya ha logrado su objetivo de evitar que su propuesta sea rechazada en primera instancia y cuando regrese al Congreso confía en aprobarlo definitivamente ya que, de no ser así, los objetivos de deuda serían los recogidos en el Programa de Estabilidad remitidos a la Comisión Europea el pasado mes de abril, lo que supondría una menor capacidad de gasto para las comunidades autónomas y los ayuntamientos, incluidos los del PP. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda lo sabe y confía en que se impongan "criterios económicos y no políticos".
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