
Economía
Los nuevos emprendedores
Con 419 viveros y 112 aceleradoras, España impulsa a sus startups en un contexto económico y regulatorio cada vez más complejo. Sin ellos, muchas buenas ideas no llegarían a convertirse en proyectos reales

Steve Jobs no empezó su carrera en un garaje. La creencia de que Apple fue fundada allí es un mito. Según Steve Wozniak, el garaje de la casa de Jobs solo sirvió como lugar de encuentro para ambos. La historia del garaje como cuna de Apple se ha perpetuado como narrativa popular, pero en realidad el diseño y el ensamblaje de los primeros computadores se llevaron a cabo en oficinas y laboratorios.
Este relato romántico, que impregna el imaginario de muchos emprendedores, está lejos de la verdad. Más allá de los mitos inspiradores, la realidad del emprendimiento en España es bien distinta: la falta de recursos financieros, la dificultad para obtener legitimidad en el mercado, la escasa experiencia y la intensa competencia explican la elevada mortalidad empresarial, especialmente durante el primer año de actividad.
A estos obstáculos se suma la incertidumbre económica y regulatoria, que complica aún más la supervivencia de los nuevos negocios. La implementación de políticas públicas que fomenten el emprendimiento resulta esencial para fortalecer el tejido empresarial y reducir la mortalidad temprana.
Iniciativas orientadas a facilitar el acceso a la financiación, ofrecer incentivos fiscales, simplificar trámites administrativos y generar programas de capacitación pueden marcar la diferencia en la sostenibilidad de los nuevos proyectos. En este contexto, cobran relevancia los viveros y aceleradoras, que actúan como facilitadores del emprendimiento. Sin ellos, muchas buenas ideas no llegarían a convertirse en proyectos reales.
Mientras los viveros resguardan a los emprendedores de las fuerzas del mercado, ofreciéndoles un entorno seguro para crecer y reducir riesgos, las aceleradoras están concebidas para acelerar la interacción de las startups con el mercado.
En 1987 España se sumó a esta tendencia con la primera incubadora o vivero, BEAZ, impulsada por la Comisión Europea y la Diputación Foral de Vizcaya. Desde entonces, estas instituciones se han multiplicado por todo el país. Según el Ranking 2025 de Funcas, existen hoy 419 viveros y 112 aceleradoras, lo que pone de manifiesto el auge del sector en los últimos años. Distintas fuentes coinciden en que la primera aceleradora en España fue Fivelab, en 2007, con sedes en Madrid, Barcelona, Valencia y Buenos Aires. Después llegaron Business Booster en 2010, Wayra del Grupo Telefónica en 2011 y Plug and Play en 2012.
Las Rozas Innova
Un ejemplo más reciente de éxito es el Hub Las Rozas, constituido hace tres años. En este tiempo, el municipio madrileño se ha consolidado como un polo de innovación gracias a Las Rozas Innova, empresa pública municipal creada en 2020 para impulsar la transformación digital de la ciudad.

El alcalde de Las Rozas, José de la Uz, recuerda que el germen surgió en la propia concejalía de Innovación: «Ya veíamos que había mucha gente con ganas de emprender. Pusimos en marcha programas de incubación como Explorer de Santander y proyectos para jóvenes. De ahí nació la necesidad de crear un hub de emprendimiento». El gran reto inicial fue encontrar una sede, finalmente ubicada en el Parque Empresarial de Las Rozas, rodeado de compañías tecnológicas. «Con más de 10.500 empresas, somos la tercera ciudad de la región en número de compañías, después de Madrid y Pozuelo», señala el regidor.
Hoy el hub acoge a unas 50 startups y proyectos, con más de 250 personas trabajando en sus instalaciones. «Lo diferencial frente a otros espacios es la conexión con el Ayuntamiento: las startups pueden testar sus soluciones en la propia ciudad. Hemos lanzado proyectos de movilidad, inteligencia artificial aplicada a servicios públicos o seguridad, en colaboración con distintas áreas municipales», explica Alba Monteiro, concejala de Economía, Innovación y Empleo de Las Rozas de Madrid.
El acceso al hub es público y con tarifas muy asequibles, pensadas para proyectos en fases tempranas. «No solo ofrecemos espacio físico, sino acompañamiento. Evaluamos cada solicitud, entendemos en qué punto está la startup y adaptamos los servicios: asesoría legal, formación en ventas, mentores especializados, contactos con corporaciones o inversores…», detalla Ana Herrera, directora de Desarrollo Empresarial y Emprendimiento de Las Rozas Innova.
Un aspecto singular es la convivencia entre startups y empresas de servicios —agencias, asesorías, desarrolladores—, que generan un mercado interno de confianza y fortalecen el ecosistema.
La labor de Innova no se limita al ámbito local. El hub organiza foros de inversión y ha llevado a sus startups a encuentros internacionales en Chile, Arabia Saudí o Taiwán. «Abrimos puertas para que nuestras empresas encuentren oportunidades fuera. Siete startups del hub han levantado ya más de seis millones de euros», destaca el alcalde.
Además, Las Rozas participa en el proyecto Retec, impulsado por la Comunidad de Madrid, que conecta nodos de emprendimiento en Madrid, Tres Cantos y Las Rozas. En este marco, la ciudad lidera el nodo Green Tech, especializado en sostenibilidad y movilidad.
Silvers, The Fun Lab y Null Guard
El programa de incubación y aceleración de Las Rozas Innova, con apoyo de entidades como Incibe, se ha convertido en un trampolín para proyectos con impacto social y tecnológico. Tres casos ilustrativos son Silvers, The Fun Lab/Famliday y Null Guard una startup de formación en ciberseguridad.
Cristina Castillo y Sonia Paz son las cofundadoras de Silverce, la primera plataforma europea para compartir hogar entre personas mayores de 50 años. Su propuesta nace de una inquietud social: combatir la soledad no deseada, un problema que en Europa genera un coste estimado de 32.000 millones de euros al año. Silverce utiliza tecnología —un algoritmo de matching con inteligencia artificial— para crear afinidades entre usuarios, tanto individuales como en convivencia compartida.
El objetivo es sencillo pero ambicioso: facilitar hogares compartidos que reduzcan la soledad, mejoren el bienestar y retrasen la dependencia.
En Las Rozas, Silverce está probando un proyecto piloto junto al Ayuntamiento y la Concejalía de Servicios Sociales. La iniciativa busca medir el impacto en la calidad de vida, la reducción de visitas médicas y el ahorro en gasto público. "La verdadera pandemia es la soledad", resume Castillo, convencida de que los modelos de vida no deben estar limitados por estereotipos asociados a la edad.
La historia de Javier Salvador, refleja la capacidad de detectar necesidades desde la experiencia profesional. Tras años trabajando en el sector de los parques acuáticos y el turismo, decidió emprender para resolver dos problemas que había identificado de primera mano.
El primero dio lugar a The Fun Lab, una ingeniería especializada en la seguridad y eficiencia de instalaciones acuáticas. Hoy la empresa funciona como una entidad de inspección acreditada que asesora a hoteles, campings y turoperadores internacionales en destinos tan relevantes como Turquía, Grecia, Marruecos o el Caribe. Más de la mitad de su facturación procede ya de fuera de España, lo que convierte a la compañía en un referente global en su nicho.
Su segundo proyecto, Famliday, nació casi de manera orgánica: amigos y conocidos pedían a Salvador recomendaciones sobre hoteles y campings familiares, hasta que la demanda reveló una necesidad latente en el mercado. La plataforma busca digitalizar la búsqueda y reserva de vacaciones familiares, ofreciendo una experiencia ágil y adaptada al usuario frente a soluciones más tradicionales.
"Soy casi un caso prototipo de Innova", reconoce Salvador. Afincado en Las Rozas desde hace años, recuerda cómo se acercó al ecosistema municipal justo antes de la pandemia para buscar apoyo en el lanzamiento de su primera empresa. Desde entonces, ha participado en diferentes fases de programas de incubación y aceleración, beneficiándose de un acompañamiento que, en sus palabras, "marca la diferencia frente a emprender en solitario".
El tercer protagonista es Antonio Vizcaíno, emprendedor con una larga trayectoria en innovación, que decidió centrar su proyecto en un ámbito cada vez más crítico: la ciberseguridad en pymes y startups.
La propuesta de Vizcaíno parte de una constatación clara: muchas pequeñas empresas invierten en software o hardware, pero descuidan la formación de sus empleados, la primera línea de defensa frente a un ataque. Su startup ofrece un programa de formación online de 12 meses de duración, con niveles progresivos y seguimiento adaptado.
El valor diferencial está en su algoritmo de IA, capaz de determinar qué tipo de formación necesita cada empresa y cada perfil dentro de ella. La compañía ya cuenta con más de 80 cursos disponibles, adaptables a diferentes sectores y niveles de madurez digital.
Su empresa comenzó su recorrido en la fase de incubación en Las Rozas Innova, y tras validar su viabilidad pasó a la etapa de aceleración, en la que se impulsa el desarrollo del MVP, la comercialización y el acceso a inversores. El acompañamiento de mentores especializados y la conexión con fondos europeos forman parte del valor que Vizcaíno destaca del programa.
Las dificultades de emprender
Aunque los tres proyectos operan en ámbitos muy distintos, sus impulsores comparten reflexiones similares sobre el ecosistema emprendedor en España: Falta de cultura emprendedora: comparado con otros países, todavía existe poco apoyo social y financiero a las ideas en fases iniciales. Inversión con valor añadido: los emprendedores buscan inversores que aporten no solo capital, sino también mentoría, conocimiento y conexiones. Trabas burocráticas y fiscales: desde la cuota de autónomos hasta la ausencia de incentivos a la contratación en startups, muchos obstáculos dificultan el arranque de proyectos.
Pese a estas dificultades, el ecosistema de Las Rozas Innova ofrece una alternativa. Programas de incubación y aceleración, acompañamiento especializado, acceso a fondos europeos y la posibilidad de integrarse en consorcios de innovación convierten a este hub en una plataforma de lanzamiento para ideas con impacto.
De cara al futuro, el alcalde de Las Rozas lo tiene claro: "Mi sueño es que un niño que hoy está en primaria, cuando llegue a bachillerato y quiera emprender, no lo vea como un abismo. Queremos multiplicar el número de startups, traducirlo en empleo y hacerlo sobre todo en el ámbito tecnológico, porque es clave en la transformación digital que vivimos".
✕
Accede a tu cuenta para comentar