Consumo
Las obligaciones de las compañías aéreas si cancelan un vuelo por mal tiempo
Las aerolíneas tienen que satisfacer derechos de los clientes a los que se dejen en tierra debido a inclemencias meteorológicas
La Navidad es una época del año que muchos aprovechan para viajar y reunirse con su familia con el fin de celebrar juntos las fechas.
La disponibilidad de vacaciones y la apetencia de ciertos destinos en invierno también están detrás de que en muchos aeropuertos el ajetreo recuerdo casi al verano.
Pero justamente las inclemencias meteorológicas propias de esta estación pueden estropear los planes de los pasajeros.
Surgen muchas preguntas si uno se imagina en la terminal de algún aeropuerto, esperando pacientemente a la llamada de embarque, cuando de repente el vuelo es cancelado por las compañías aéreas. Un clima adverso es el principal motivo por el que se cancelan los vuelos en nuestro país.
Eso mismo ocurrió en los primeros días de este diciembre en el aeropuerto alemán de Múnich. Tuvieron que cancelar todos las operaciones por las fuertes nevadas que comenzaron a caer.
A pesar de que no se puede reclamar una compensación económica por la cancelación bajos estas complicaciones climatológicas, los clientes tienen derechos claros que las aerolíneas deben respetar y satisfacer en estos casos.
Legalmente estas situaciones son consideradas que están provocadas por una causa de fuerza mayor al entenderse que el mal tiempo es una causa extraordinaria, de la que la aerolínea no tiene control, y, por tanto, la exime de tener que pagar en compensación a los pasajeros.
Eso sí, tienen que proporcionar alimentos, bebidas, alojamiento y transporte entre el hotel y el aeropuerto a los afectados que se quedan sin poder llegar a su destino y deben aguardar horas hasta que se pueda volver a despegar en las pistas. También deben garantizar medios para que los pasajeros puedan comunicarse con sus familiares y así mantenerles informados de lo ocurrido.
Para que una cancelación salga adelante lo primero que debe hacer una compañía es justificar las inclemencias de la situación climática con informes de una entidad oficial que lo avale. Si cualquier aerolínea lo hace sin presentar pruebas suficientes, acabará teniendo que compensar, entonces sí, a los clientes que se han quedado en tierra.
Además, la aerolínea tiene el deber de asegurar un asiento en el primer vuelo disponible para aquellos cuyos vuelos se cancelaron. Esto abarca también, si es necesario, el pago del transporte para poder coger un vuelo en otro aeropuerto. Con todo, los pasajeros pueden rechazar esto y solicitar el reembolso total.
Respecto a los reembolsos, establece un plazo máximo de siete días en efectivo, transferencia bancaria o cheque. A pesar de que algunas aerolíneas puedan ofrecer bonos, esta opción no es obligatoria y depende de la elección del pasajero.
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