Clase social

Ocho hábitos en hogares ricos que resultan extraños a las personas promedio

En las casas de las personas con mayor patrimonio, ciertas costumbres pueden parecer excéntricas o incluso innecesarias para quienes pertenecen a la clase media o trabajadora

Casa de 8,8 millones de euros puesta a la venta REMITIDA / HANDOUT por JOHN TAYLOR Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 08/07/2025
Economía.- John Taylor vende en Madrid una casa de lujo de 8,8 millones de euros y gastos mensuales de 500 eurosJOHN TAYLOREuropa Press

El día a día que la mayoría considera normal cambia drásticamente en función del nivel socioeconómico. En las viviendas de las personas con mayor patrimonio, ciertas costumbres pueden parecer excéntricas o incluso innecesarias para quienes pertenecen a la clase media o trabajadora.

1. Agenda estricta para toda la familia, incluso el ocio

En muchos hogares de alto nivel económico, todo está planificado al detalle: desde las reuniones de trabajo hasta los ratitos de descanso. Los niños siguen horarios precisos para estudiar, jugar de manera estructurada y realizar actividades extraescolares. Aunque la espontaneidad se ve reducida, el resultado es una gestión del tiempo extremadamente eficiente.

2. Varios frigoríficos, cada uno con una función específica

No es raro encontrar en estas casas frigoríficos independientes para el vino, bebidas o productos gourmet. Este hábito responde a su costumbre de recibir invitados y organizar eventos, donde la comodidad y la presentación son prioritarias, sin que el coste o el espacio supongan un problema.

3. Tintorería para prendas que otros lavarían en casa

En estos hogares, el servicio de tintorería no se limita a trajes y vestidos formales. Sábanas, camisas informales e incluso ropa de uso diario se envían para un cuidado profesional que garantice la máxima calidad y durabilidad de las telas.

4. Obras de arte como inversión, no solo como decoración

En lugar de adornar las paredes con cuadros genéricos, los hogares más acaudalados seleccionan piezas artísticas con asesoramiento experto, considerando tanto su valor estético como su potencial de revalorización en el mercado.

5. Personal doméstico incluso para tareas mínimas

Aunque dispongan de un jardín pequeño o una segunda residencia de tamaño moderado, no dudan en contratar jardineros, equipos de limpieza o asistentes. Más que una cuestión de necesidad, se trata de comprar tiempo y energía delegando las labores cotidianas.

6. Pocos muebles, pero cuidadosamente seleccionados

La decoración suele ser minimalista, con piezas escogidas por su calidad, diseño y valor histórico. El mobiliario se incorpora de forma gradual, priorizando durabilidad y coherencia estética sobre cantidad.

7. Mantenimiento preventivo y profesional

En lugar de esperar a que surja un problema, contratan expertos para revisiones periódicas: desde el estado del techo o el suelo, hasta el control de plagas. Este enfoque proactivo busca evitar averías costosas y mantener la propiedad en perfecto estado.

8. Aparatos especializados para su bienestar

Desde calentadores de toallas hasta sacacorchos eléctricos, estos dispositivos reflejan un interés constante por el confort propio y el de sus invitados. En estos hogares, ni el dinero ni el espacio limitan la incorporación de pequeños lujos.