Consumo

La OCU alerta: los alimentos subirán aún más por el encarecimiento de los carburantes

El gasóleo y la gasolina repuntaron un 8,6% y un 5,7% en agosto. Si estas subidas se consolidan, podrían terminar afectando al coste del transporte de mercancías, lo que repercutirá en la comida

Cesta de la compra
Cesta de la compraLa RazónLa Razón

Aun con la bajada del 0,3% del precio de los alimentos en agosto, la inflación de esta partida sube un 10,5% interanual, cuatro veces superior a la inflación general, que sitúa en el 2,6%, tres décimas más que en julio, impulsada por el encarecimiento de los carburantes. Con el dato de agosto, el encarecimiento de los alimentos encadena 22 meses por encima del 10% y podría agravarse por el comportamiento al alza de los combustibles.

Así lo ha advertido la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) este martes tras darse a conocer el dato del Índice de Precios de Consumo (IPC) correspondiente al mes de agosto. La Organización alerta de que la subida en el precio de los carburantes en agosto, que se incrementaron un 8,6% para el gasóleo y un 5,7% para la gasolina, podría terminar encareciendo el precio del transporte de mercancías y, consecuentemente, el precio de los alimentos. "Si estas subidas se consolidan, podrían terminar afectando al coste del transporte de mercancías y encarecer aún más el precio de los alimentos", ha asegurado en un comunicado.

En tasa interanual (agosto de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el aceite de oliva (+52,5% y hasta un +114,8% respecto a marzo de 2021); el azúcar (+42,5%); el arroz (+21,6%); los productos de confitería (+18,2%) y las patatas (+18%). También se han encarecido considerablemente la carne de cerdo (15,6%), la leche (14,1%), los huevos o los preparados de legumbres y hortalizas (12,3%). Un grupo al que se unen ahora las legumbres y hortalizas frescas, que han subido un 3,5% en agosto.

Los resultados de una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por OCU el pasado diciembre ya advertían del duro panorama al que se enfrenaban muchas familias como consecuencia del aumento de la inflación en los alimentos: 9 de cada 10 consumidores estaban modificando sus hábitos, priorizando los productos en oferta y primando las marcas blancas y las compras en los súper de descuento (low cost). Al tiempo que reducían el consumo de productos frescos, como la carne y el pescado (32%) o las frutas y verduras (18%), sustituyéndolos por alimentos envasados y congelados, lo que refleja las dificultades para llegar a fin de mes.

Por ello, desde la OCU han exigido al Gobierno aumentar de manera "urgente y sustancial" el importe del cheque de 200 euros para familias con ingresos de menos de 27.000 euros, así como el número de beneficiarios, aumentando a su vez los límites de ingresos para hacer frente a esta situación. Asimismo, la OCU ha pedido que el IVA del 0% se aplique igualmente a la carne y el pescado, las principales fuentes de proteínas. Al mismo tiempo, ha solicitado un esfuerzo combinado a toda la cadena alimentaria para tratar de buscar soluciones que contribuyan a reducir los precios de los productos básicos.