Ofensiva de España para blindar los fondos estructurales ante la sanción por el déficit

Las conversaciones con Bruselas «van por buen camino» y este miércoles la Comisión podría decidir si multa

España está realizando una ofensiva diplomática para evitar que la Comisión Europea (CE) sancione al país por el fuerte desvío en el déficit público de 2015. Según informan fuentes comunitarias, las negociaciones de la delegación española con las autoridades de Bruselas «van por buen camino», aunque no hay nada cerrado. Esta semana se antoja clave, ya que es posible que el miércoles, día 18, el Ejecutivo comunitario tome una decisión al respecto. Nuestro país y Portugal se arriesgan a multas por el cierre presupuestario registrado el año pasado.

Por registrar un desequilibrio del 5% del PIB en las cuentas públicas el año pasado (más de 54.000 millones de euros), frente al 4,2% pactado con las autoridades comunitarias, España podría ser sancionada con 2.000 millones. Este capital no sería una sanción como tal, sino que saldría de las retenciones de los fondos estructurales que recibe nuestro país, según explican las mismas fuentes.

Para el periodo 2014-2020, nuestro país tenía asignados aproximadamente 36.000 millones de euros, por lo que, si la sanción sale adelante, la cifra se vería sensiblemente reducida hasta los 34.000 millones. Este recorte dejaría en el aire un importante volumen de subvenciones e inyecciones de liquidez al sector privado.

«Esfuerzos»

Desde que se conocieron las intenciones del Ejecutivo comunitario de sancionar a España por el déficit elevado, el Gobierno se ha volcado en destacar los «esfuerzos» de la Administración. En concreto, el Ejecutivo ha destacado en los últimos días que el desvío en las cuentas públicas españolas se ha reducido desde el 9% hasta el 5% del PIB durante la legislatura.

Para ello, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aplicó en los dos primeros años de la legislatura medio centenar de subidas de impuestos que elevaron la recaudación, sobre todo cuando la economía los «digirió» y, a partir de 2014, el PIB logró recuperar las cifras interanuales positivas perdidas en 2010.

Por el lado del gasto, planes como el nuevo coeficiente de revalorización de las pensiones y, especialmente, los ahorros por el descenso del desempleo y por la caída de los intereses de la deuda pública han permitido que los desequilibrios presupuestarios, aunque aún muy altos, estén en niveles inferiores a los de la etapa más dura de la crisis.

Precisamente, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló el viernes tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros que «España es un país que ha hecho muchísimo esfuerzo» y que «ha trabajado con mucha seriedad» toda la legislatura. El Ejecutivo confía en que las medidas de no disponibilidad de la Administración central (2.000 millones de euros) y las que están por venir en las comunidades convenzan a Bruselas del compromiso español.

Previamente, Rajoy se había comunicado con el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, por carta. En la misiva, el presidente del Gobierno en funciones le pidió al Ejecutivo comunitario que tuviera en cuenta la especial situación política que vive el país y que pospusiera su decisión sobre la sanción hasta después de las elecciones del próximo 26 de junio.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, también conversó con las autoridades europeas en la última cumbre del Fondo Monetario Internacional (FMI), y se mostró convencido de que aceptarán la nueva senda de déficit propuesta (3,6% este año y 2,9% el siguiente).

El último Plan de Estabilidad contempla un desvío del 3,6% del PIB para el presente ejercicio, que supondría un ajuste de unos 15.000 millones frente a los 54.000 millones de «agujero» en las cuentas públicas registrados el año pasado.