UE

La UE desbloquea la reforma de las nuevas reglas fiscales

El acuerdo dará a los países más margen para fijar su ritmo de ajuste e incluye requisitos mínimos de disciplina fiscal

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE han alcanzado un acuerdo político sobre las nuevas reglas de control del déficit y de la deuda, que darán a los países más margen para fijar su ritmo de ajuste e incluyen requisitos mínimos de disciplina fiscal. El pacto, sellado durante una reunión por videoconferencia, fue posible después de que Alemania y Francia llegasen la víspera a un acuerdo sobre las grandes líneas de la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, lo que ha permitido a España cumplir uno de los grandes objetivos que se había marcado para su presidencia del Consejo de la Unión Europea. El acuerdo se ha rubricado tras casi dos horas de reunión y una vez Italia ha retirado su petición de obtener más margen fiscal para impulsar la transición ecológica de la industria.

El tiempo apremiaba, ya que las normas fiscales recogidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento volverán a entrar en vigor en el año 2024, después de años en el congelador para hacer frente a los estragos económicos tras la pandemia. Según ha anunciado la presidencia española vía redes sociales, el acuerdo alcanzado asegura “tanto la estabilidad como el crecimiento con normas que son equilibradas, realistas y adaptadas tanto para los retos presentes como futuros”. Los detalles se conocerán ahora en rueda de prensa.

Durante este periodo, los países europeos han podido inyectar dinero público sin cortapisas para hacer frentes a los estragos económicos, pero la bula ha llegado a su fin. La reunión de este miércoles vino precedida el martes por una cita previa en París entre el ministro de economía francés, Bruno Le Maire y su homólogo alemán Christian Lindner, en el que las dos partes confiaron en que este miércoles llegara la ansiada fumata blanca, tras meses de negociaciones. A pesar de los cambios, los límites sobre deuda y déficit se mantendrán imperturbables: 60% y 3% respectivamente

Aunque el acuerdo parecía encarrilado la semana pasada después de que la presidencia española pusiera sobre la mesa un documento que recogía muchas de las reivindicaciones de los halcones liderados por Alemania, en el último momento Francia mostró sus discrepancias con este enfoque, en unas reivindicaciones que también eran compartidas por otros países del Sur del club comunitario como Italia. París reivindicaba que los países que estén expedientados por déficit excesivo superior al 3% deben poder reducir su déficit estructural -no vinculado a la coyuntura económica- anual en un porcentaje menor si realizan reformas que dinamicen la economía en ámbitos como la doble transición energética y digital como modo de no estrangular el crecimiento.

Esta reforma de las normas fiscales pretendía en un principio adaptar las sendas de reducción de deuda a las circunstancias particulares de cada país tras el grifo de dinero público de los últimos años, pero Alemania batalló para que esto viniera acompañado de objetivos mensurables. Además, los países con un déficit inferior al 3% del PIB -el límite que marca el Pacto- tendrán también que reducir su déficit de manera preventiva para poder hacer frente a posibles crisis y establecer un colchón en épocas de bonanza.

París y Roma creían que este texto inicial de la presidencia española presentado antes de la reunión de la semana pasada no protegía las inversiones en un momento de fuerte incremento de tipos de interés debido a la política del Banco Central Europeo. Para hacer frente a esta preocupación, el texto de compromiso propuso que aquellos países que superen el 3% de déficit público y que están obligados a un ajuste anual de este déficit, al estar expedientados, puedan reducir esta cifra si demuestran que están sufriendo un aumento en los intereses que están pagando. Este aumento deberá ser considerado por la Comisión Europea que podrá reducir esta cifra en relación a este encarecimiento en el precio del dinero y que el ajuste sea inferior. Para que esta cláusula no sea interpretada como un cheque en blanco, la formula propuesta por la presidencia española tan sólo contempla que pueda utilizarse de manera transitoria durante el periodo 2025-27, cuando se espera que se concentren las inversiones en un momento de altos tipos de interés.