Economía

Parálisis española en un nuevo ciclo

El mundo ha entrado en un nuevo ciclo geoeconómico que, además, puede complicarse por la evolución del conflicto entre Irán e Israel y los temores a la extensión bélica

Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Comparece el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Comparece el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.Alberto R. Roldán La Razón.

Taras Shevchenko (1814-1931) fue poeta ucraniano, uno de los padres de la moderna literatura de Ucrania y escribió: «En tu propia casa, tu propia verdad. Tu propia fuerza y libertad». Lo citó el jueves, en Kiev, en la Conferencia Anual de Investigación, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE).

La banquera central habló de «La integración económica y financiera en un mundo tormentoso y fragmentado» y de cómo fortalecer las economías en ese escenario. Muy cerca de donde intervino podían observarse las consecuencias de los últimos ataques a la capital de Ucrania de los drones y misiles rusos de Vladimir Putin.

Miles de kilómetros al sur, Pedro Sánchez despejaba su agenda de ese jueves, dicen que para reflexionar y establecer su nueva estrategia –de resistencia claro, hasta que sea imposible– ante la serie de escándalos de corrupción que afloran a su alrededor, con el trío Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García de protagonistas estelares, sin olvidar personajes secundarios como Annais, la modelo que intentó sacar de la casa del ex-número dos del PSOE una memoria informática con información que ya analiza la UCO y de la que pueden salir otra buena serie de sorpresas y sustos para los socialistas. «En tu propia casa, tu propia verdad», repite el poeta.

Los árboles, como tantas veces, vuelven a esconder el bosque. En este caso, los árboles son las andanzas, de presunta corrupción, de destacados socialistas. El bosque, que muchos parecen no ver, es el escenario global y sus consecuencias futuras.

El conflicto Irán-Israel, continúe como continúe, tendrá repercusiones económicas notables y, en el mejor de los casos, contribuirá a la incertidumbre. Todo se complica por la errática política, también en este asunto, de Donald Trump.

El petróleo, que todavía es imprescindible por muchas esperanzas que haya en las energías verdes, ya ha subido de precio y hay quien lo ve más allá de 100 dólares el barril. Eso es sinónimo de más inflación y significa, por supuesto, que las bajadas de tipos de interés se han terminado, aunque pudiera haber un último ajuste técnico a la baja en Estados Unidos, pero habría que esperar.

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, por lo pronto, acaba de mantener el precio del dinero y Trump lo ha llamado «estúpido». El presidente americano, diga lo que diga, tiene problemas.

Los intereses pagados –y que se pagarán– por la deuda americana se disparan y el escenario geopolítico, presagia una guerra muy costosa. Ryan McMacken, en la web del Mises Institute, acaba de calcular que al final del mandato del ahora inquilino de la Casa Blanca la deuda pública USA alcanzará la inabarcable y fantástica cantidad de 40 billones de dólares, algo menos en euros. La repercusiones globales serán enormes y también, como repite Christine Lagarde una oportunidad para el euro, que no se puede dejar pasar.

La prima de riesgo española, aquella vieja conocida, ha subido un 17% en los últimos días. Los expertos lo achacan a la incertidumbre interna alrededor del Gobierno de Sánchez. Está lejos de ser algo peligroso, pero es una advertencia. Ahora ronda los 70 puntos básicos, cuando hace solo unos días estaba en 60.

Todavía es inferior a la francesa, aquejada por las dificultades de las políticas de Macron y la situación interna, pero pronto podría volver a superarla en un «resorpasso» nada halagüeño.

La política económica española está, «se ha instalado en la parálisis», ha escrito en Expansión Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank. El Gobierno presume de buenos datos económicos y se defiende con ellos de las embestidas de la oposición de Núñez Feijóo.

Sin embargo, una situación en teoría con más claros que oscuros, puede acentuar una desaceleración evidente, como ha reconocido el Banco de España, que gobierna el polémico José Luis Escrivá.

España, por culpa de la crisis política y el deterioro institucional, puede volver a quedarse al margen de la historia en otro de esos momentos decisivos. «Es el momento de completar el mercado único», dice Frank Elderson, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y significa acometer reformas necesarias para adaptarse al nuevo ciclo geoeconómico global.

Hay algunas que pueden ser impopulares, pero mirar hacia otro lado conduce a años de crisis. Hay un ejemplo lejano, pero ilustrativo. En la crisis del petróleo de los años setenta del siglo XX, derivada de un conflicto en Oriente Medio, el entonces franquismo terminal eludió tomar medidas «incómodas» y sembró años de inflación y desempleo. Ahora, una crisis política interna y partidista no puede llevar al mismo error. «En tu propia casa, tu propia verdad», decía el poeta Shevcheko.