Crisis
El parón industrial y de servicios anticipa el frenazo del PIB en el último trimestre
La cifra de negocio de la industria se desploma otro 6,2% y suma cinco meses de caídas y los servicios cayeron en pleno verano. El crecimiento será casi 0 en diciembre
El parón sostenido que arrastran las principales economías europeas ya se empieza a reflejar en la actividad patria. Con la locomotora alemana al ralentí, el mercado francés a medio gas y el resto de destinos de las exportaciones españolas en retroceso, dos de los principales sectores económicos españoles, la industria y los servicios, notan la ralentización en su números, que mes a mes se resienten y adelantan ya la marcha atrás del crecimiento en el último trimestre del año, ya adelantando por el Banco de España, la Airef o la OCDE, que apuntaron un crecimiento casi plano en el sprint final del año, dos décimas máximo de impulso en el PIB.
Si hasta ahora el descenso se había centrado en los productos destinados a manufacturas industriales, el pinchazo se ha extendido a los artículos de consumo, un dato definitivo para que salten todas las alarmas. Así, es cuestión de tiempo que el frenazo impacte en la actividad y en el empleo, con empresas que ya plantean expedientes de regulación por la bajada en la previsión de los pedidos inmediatos.
Y eso se refleja directamente en las cifras de negocio de la industria, que se desplomó otro 6,2% el pasado agosto respecto al mismo mes de 2022, 1,1 puntos inferior a la de julio. Esta situación se debe principalmente, al retroceso de las ventas de la energía y de los bienes intermedios, ya que estas disminuyeron un 17,7% y un 13,1%, respectivamente, según datos difundidos ayer por el INE. Junto a ellos, los bienes de equipo también cayeron, un 0,9%.
Con este descenso interanual en agosto, la facturación de la industria encadena ya cinco meses de caídas interanuales. Sin embargo, la de este último mes ha sido más pronunciada que la registrada el mes anterior (-5,1%).
Además, todos los mercados presentan tasas anuales negativas en agosto, con especial incidencia en el mercado exterior de la zona euro (-6,3%). Los ingresos industriales aumentaron en el último año sólo en tres comunidades autónomas, en Canarias (+9,5%), La Rioja (+3,7%) y País Vasco (+0,5%), mientras que en las 14 restantes los resultados fueron negativos. Los mayores descensos se produjeron en Cantabria (-16,8%), Islas Baleares (-16,6%) y Principado de Asturias (-13,5%).
Por su parte, el sector servicios recortó su facturación un 0,5% el pasado mes de agosto respecto al mismo mes de 2022, retomando así los descensos después de que en julio presentara un aumento interanual de las ventas del 1,5%. El INE apunta que este retroceso fue consecuencia de la caída de la facturación del comercio en un 2,2%, principalmente por el batacazo de las ventas en el comercio mayorista (-8,3%), que deja muestra de que el consumo de los hogares se desploma. Otros servicios tuvieron un mejor comportamiento, fruto del efecto verano, como venta y reparación de vehículos y motocicletas facturó un 11,6% o el comercio minorista, un 7,8% más, beneficiado por el periodo vacacional. Otros servicios que elevaron sus ventas interanuales fueron las actividades administrativas (+8,5%), hostelería (+5,6%), actividades profesionales (+4,5%) e información y comunicaciones (+4,1%). Dentro de la hostelería, los servicios de alojamiento aumentaron sus ventas un 8,3%, mientras que los servicios de comida y bebida facturaron un 3,5% más que en agosto de 2022. En cambio, las ventas de transporte y almacenamiento bajaron un 3,6%. En términos mensuales, y en datos corregidos de estacionalidad y calendario, el sector mostró un claro estancamiento, pese a que los datos son del mes de agosto, en pleno impacto vacacional, con un mínimo incremento del 0,1%, siete décimas por debajo del repunte logrado en julio.
En términos generales, la economía española avanzó un escaso 0,4 % entre abril y junio, una décima menos respecto al crecimiento previsto del primer trimestre (0,5 %) y dos respecto al 0,6% que pronosticaban la mayoría de análisis, por culpa del desplome de las exportaciones de bienes y servicios. Y el Banco de España ha dejado en una décima el crecimiento previsto en el PIB en el último trimestre del año, que anticipa el parón que ya se ve para 2024, tras haber rebajado cuatro décimas la previsión de crecimiento, al 1,8%, y advertir del debilitamiento de la economía y el repunte de la inflación, que podría volver al entorno del 6%. El propio Gobierno la ha rebajado cuatro décimas, hasta el 2%, debido a una menor aportación de la demanda nacional y pese a la moderación del impacto negativo de la demanda externa.
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