Pedro Sánchez dispara la deuda pública en más de 303.000 millones en cuatro años

La economía española despidió 2022 en el furgón de los países con mayores niveles de deuda y déficit públicos, que se situaron en el 113,2% y el -4,8% del PIB, respectivamente. Aunque la proporción de esta deuda respecto al tamaño de la economía se moderó en el último trimestre de 2022 –desde el 115,6% del PIB observado en el tercer trimestre hasta el 118,3% del mismo periodo de 2021–, esto se debió exclusivamente al crecimiento propio del PIB, no a la contención del gasto por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha vuelto a disparar el agujero de las cuentas públicas.

Así, lejos de desacelerar la carrera hacia adelante del gasto, el Gobierno pisa a fondo el acelerador y agrandó en más de 30.200 el pozo sin fondo de las cuentas públicas en un solo mes, para empujar los números rojos hasta superar los 1,52 billones de euros, un nuevo récord histórico. Un despegue del 2% en términos intermensuales y del 5,4% en términos anuales respecto a los 1,442 billones que totalizó en febrero del pasado año, lo que se traduce en un incremento de 78.436 millones de euros.

Si se echa la vista a atrás hasta la fecha en la que Sánchez tomó las riendas del Gobierno, dos legislaturas mediante, los números rojos marean. El Gobierno de coalición ha engordado la deuda pública en más de 303.000 millones. Eso suma 212 millones al día en números rojos de la Administración; duplica el déficit estructural en más de 55.000 millones anuales y se salta el techo de gasto para 2023 en más de 15.000 millones, pese a las advertencias de Bruselas para que empiece a levantar el pie del gasto. En esos más de 300.000 millones acumulados en tres años constan 20.277 millones en 2019; 111.998 en 2020; 78.712 en 2021 y otros 75.305 millones de 2022 y los 17.462 que sumaron los dos primeros meses del año, pese a haber logrado reducir el déficit 2,1 puntos porcentuales.

Estos mimbres determinarán el cálculo del ajuste presupuestario que Bruselas exigirá a partir de 2024, cuando volverán a entrar en vigor las reglas presupuestarias comunitarias y reclame un máximo del 3% de déficit. Y deberá hacer frente a esto con un desfase presupuestario estimado por Eurostat del 4,8% del PIB, de 63.776 millones de euros.

En cifras globales, y según detalla el Banco de España –con datos del febrero de este año–, el saldo de la deuda del Estado se elevó a 1,35 billones de euros, también récord histórico, con un incremento del 2,3% más en solo un mes y un 6,9% en los últimos doce meses. La deuda de las comunidades autónomas creció hasta los 317.510 millones, un 0,7% frente al mes de enero y el 2,5% más interanual, mientras que la deuda de las corporaciones locales se situó en 22.911 millones, un 3,1% más que un año antes y un 0,4% más que el mes anterior.

Capítulo aparte merece la Seguridad Social. Pese a que respecto al mes pasado mantiene el equilibrio, con un insignificante aumento de un millón de euros, la deuda acumulada alcanza los 106.169 millones, 6.984 millones y un 7% más que hace un año. La causa de este incremento hay que buscarla de nuevo en los préstamos concedidos por el Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social para financiar su desequilibrio presupuestario, básicamente por el desfase que sigue suponiendo la factura de las pensiones.

Según los datos publicados ayer por la UE, el nivel de deuda soportado por España en el cuarto trimestre de 2022 fue el cuarto más alto entre los Veintisiete, solo por detrás de Grecia (171,3%), Italia (144,4%) y Portugal (113,9%). En el conjunto de la UE, la ratio de deuda pública se situó al final del cuarto trimestre de 2022 en el 84% del PIB, por debajo del 85,1% del tercer trimestre y del 88% del mismo periodo de 2021. Asimismo, entre los países de la eurozona al cierre del cuarto trimestre de 2022 la deuda pública alcanzó el 91,6% del PIB, frente al 93% del trimestre anterior y el 95,5% de un año antes. Los niveles más bajos de endeudamiento se observaron en Estonia (18,4%), Bulgaria (22,9%) y Luxemburgo (24,6%).