Relaciones laborales

Pepe Álvarez: «Vamos a entrar en una conflictividad innecesaria si no hay acuerdo salarial»

En su primer año, defiende la lucha de clases «para que no nos roben la cartera» y pide perdón a los despedidos del sindicato.

Pepe Álvarez
Pepe Álvarezlarazon

–Cataluña: ¿consulta o no?

–No soy independentista, pero hay que reconocer las realidades nacionales que conviven.

–¿Consulta o no?

–Tendrá que haberla.

–¿Federalismo o como estamos?

–Quiero una España que se mire y se reconozca.

–Mójese.

–La federalización es un camino que hay que andar.

–En la corrupción no hay distinción entre regiones, mire en su tierra. ¿Es idiosincrático?

–No, el pueblo no es así. Lo que hay es insoportable, aunque haya habido peores momentos aún. Lo que no comparto es tanta espectacularidad y el daño que se hace sin motivo a alguna gente, que luego no se repara. Esto de las sentencias ejemplares no me gusta.

–¿Qué ha descarrilado en la negociación salarial?

–No hay buena voluntad de la CEOE. Una subida del 2% la firmaría ya, pero al menos hay que fijar la previsión de inflación del Gobierno e introducir una cláusula de garantía por si el IPC se dispara. Espero que la patronal vuelva a negociar porque si no vamos a entrar en un nivel de conflictividad innecesario. Convenio a convenio se enquistarán los temas y tendremos que usar nuestras armas.

–¿Está trasnochada la retórica de la lucha de clases?

–Cuando no se visualiza esa lucha es cuando nos roban la cartera.

–¿Es la reforma laboral el principal motivo de fricción con el Gobierno?

–Con el Gobierno tenemos un problema de fondo: la política económica y el reparto de la riqueza. Además, la no derogación de la reforma nos hace mantener el paro juvenil. Para consolidar un contrato hacen falta 50 cada mes. Esa temporalidad es insoportable.

–Todos los organismos, incluida la OCDE y la Comisión Europea, han alabado las reformas...

–No son muy neutrales. Se trata de si España va a competir con Marruecos o con Alemania. Y nuestro sistema laboral nos acerca cada día más a Marruecos.

–Hay trabajadores despedidos por la UGT que afirman que les han aplicado la reforma laboral.

–Hemos aplicado las leyes del país. Esta no es mi casa ni mis dineros. No puedo hacer lo que me de la gana. No voy a inventarme una legislación específica para el sindicato. Los trabajadores de la UGT tienen que correr la misma suerte que el resto.

–Si la reforma es nociva, no debería aplicarla. Hay que predicar con el ejemplo.

–No hay ningún trabajador al que se le haya aplicado menos de 20 días. No es verdad. Entiendo que los despedidos de la UGT se hayan ido cabreados. Les pido perdón porque no es el trato adecuado. Pero equiparar eso a que somos unos explotadores, como una empresa, no es justo. Podría responder de una manera sencilla: desde que soy secretario general no he despedido a nadie.

–Los ERE de Andalucía. ¿Sabía lo que estaba pasando allí?

–Yo era secretario general de la UGT en Cataluña. Sobre la gestión de los ERE estoy esperando a ver las conclusiones judiciales. Si sobre miles de personas que se beneficiaron de esos ERE hay 70 intrusos, habrá que condenarlos. También hay que dilucidar si las organizaciones sindicales que hicieron la gestión cobraron lo que tenían que cobrar o más.

–Me reconocerá que la gestión no fue «apropiada».

–Visto ahora, si nos hubiéramos evitado la gestión, mejor.

–¿No fue un fraude masivo?

–Desde el punto de vista de que la mayoría de los recursos fueron donde tenían que ir, creo que no.

–¿Son sostenibles las pensiones?

–Tenemos un problema de ingresos por las subvenciones inútiles que hace la Seguridad Social a la contratación. Eso son 3.500 millones cada año. Además, la Seguridad Social es la única que se financia sus costes. Hablamos de 4.500 millones más. Finalmente, creemos que debemos de ir a un destope de las cotizaciones. En España el máximo que se cotiza está en los 40.000 euros y en Francia, en 100.000 euros. Eso nos reportaría ingresos de entre 7.000 y 8.000 millones. Ya no habría agujero. Además, planteamos que coticen las nuevas tecnologías, los robots, los cajeros automáticos, las gasolineras sin empleados...

–Le van a llamar «neoludita».

–Ya me han llamado de todo.