Combustibles

El petróleo baja un 25% en dos meses pero los carburantes solo un 6%, ¿por qué?

Los costes de refino y del crudo de los combustibles que echamos hoy son los de hace meses

Un mural alusivo a la extracción de petróleo en las afueras de la empresa estatal de Petróleos de Venezuela (PDVSA)
Un mural alusivo a la extracción de petróleo en la sede de Pdvsa en Caracas (Venezuela)Miguel GutiérrezAgencia EFE

El precio del barril de petróleo se ha desplomado un 26,4% desde finales de septiembre, cuando alcanzó su último pico al situarse a 96,65 euros. Hoy, el crudo Brent de referencia en Europa cotiza a 77, 92 euros. En solo un mes, el precio del petróleo ha caído casi un 17%.

El crudo sigue a la baja después de que la Comisión Europea (CE) y el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, propusieran endurecer el límite del precio del petróleo ruso y medidas para contrarrestar la elusión de las sanciones comunitarias.

Otro de los factores que influyen en esta cotización fue la inquietud por la demanda después de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) modificara al alza sus pronósticos de crecimiento para este año pero los mantuviera por debajo de los de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Sin embargo, el precio de los carburantes en los surtidores no bajan al mismo ritmo. Con los últimos datos recogidos entre el 7 y el 13 de noviembre, los combustibles se han rebajado solo un 8% desde finales de septiembre.

El precio de la gasolina se sitúa en los 1,619 euros el litro, una caída del 1,64% con respecto a la pasada semana, encadenando su séptimo descenso. La gasolina retrocede a niveles de la cuarta semana de julio, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

Por su parte, el gasóleo ha bajado -por sexta semana consecutiva- hasta los 1,607 euros el litro, su nivel más bajo desde la cuarta semana de agosto y una rebaja del 2% en una semana.

Pero el precio de ambos carburantes sigue por encima de los niveles en los que se situaba antes del estallido de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022 y que en el caso del diésel era de 1,479 euros por litro y en el de la gasolina, de 1,592 euros por litro.

Aunque los precios se alejan de los máximos que registraron hace más de un año, en julio de 2022, cuando la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.

Así, estas últimas bajadas registradas por los carburantes permiten acumular un abaratamiento medio del 6,4%, ya que la gasolina cuesta un 8% menos y el diésel un 4,8%, con respecto a los máximos anuales que tocaron a finales de septiembre y principios de octubre.

Con los precios actuales, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina ascendería a los 89 euros, casi seis euros por encima de los 83,1 euros que hubiese costado a estas alturas del 2022, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro vigente en aquel momento.

En el caso del diésel, el llenado de un depósito medio de 55 litros asciende a los 88,4 euros, unos 8,6 euros menos que los 97 euros que costaba en el mismo período de 2022, incluyendo el descuento.

Mercados diferentes

¿Pero cuál es la causa de que la caída de precios no vaya acompasada? El precio de los combustibles que se sirven en el surtidor están marcados por sus propios indicadores, no el del Brent, que lógicamente influye pero a largo plazo. Son las cotizaciones internacionales de los productos ya refinados, que se han depurado con otros costes tanto del crudo como de otros factores manufactureros, los que indican el precio final.

“El crudo hay que extraerlo, refinarlo y esos productos refinados, es decir, la gasolina y el gasóleo, cotizan en los mercados internacionales”, explican fuentes de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) en declaraciones a LA RAZÓN.

Para España, hay fundamentalmente dos mercados de referencia: el noroeste de Europa, el de Rotterdam, y el Mediterráneo, que está en Génova. “La gasolina y el diésel cotizan todos los días en esos mercados y esas cotizaciones son independientes de las del crudo. Evidentemente tiene alguna relación, porque el crudo es la materia prima, pero no siempre suben o bajan con la misma intensidad”, añaden desde la AOP. Incluso gasolina y gasóleo tienen sus propias dinámicas.

Impuestos

Además, los precios de la materia prima, el crudo, representan solo 17 euros de cada 50 euros que repostamos, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). UNos nueve euros corresponden al coste de la logística y comercialización, y un euro es el margen bruto mayorista. Por contra, 23 euros de esos 50 son impuestos, según la AOP.

Pluma y cohete

Con los combustibles ocurre lo que los economistas denominan el efecto pluma y el efecto cohete. Cuando llega la hora de abaratar los precios de la gasolina o del gasoil porque el crudo rebaja su precio, los costes en los refinados tardan en moverse y caen como una pluma pese a que a la inversa sube como un cohete.

Esto tiene que ver con el decalaje de unos meses que hay en los carburantes. Los combustibles que están hoy en los surtidores corresponden a un petróleo que se compró y refinó con otros precios, probablemente más elevados que los actuales.

Costes de refino

Además, las variaciones a la baja del precio de los combustibles tienen que ver con la demanda y el aprovisionamiento que realizan los suministradores. Las empresas adquieren sus reservas de combustible en función del precio actual, por lo que una caída drástica en el precio del petróleo no va a tener un reflejo inmediato en el precio del surtidor para no vender a pérdidas.

Por último, a los diferentes costes de refino se une la evolución en ambos sentidos de las divisas. Los barriles de petróleo se pagan en dólares, por lo que la fluctuación respecto al euro también impacta en los surtidores.