Los pisos para alquilar se esfuman en Madrid y Cataluña

Las viviendas para alquilar se han esfumado en gran medida en los últimos meses tanto en Cataluña como en la Comunidad de Madrid. La oferta de vivienda habitual para arrendar se ha desplomado desde la entrada en vigor hace cinco meses de la Ley de Vivienda en un 35,32% en el caso de la autonomía madrileña y en un 34,92% en el de la catalana, según un análisis realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI), que cifra la caída media a nivel nacional en el 30,57%.

El mayor retroceso no se ha registrado, sin embargo, en estos dos mercados, que pasan por ser los más importantes de España; sino en las Islas Canarias, donde se ha hundido un 39,68%. También ha retrocedido por encima de la media en Baleares -33,92%- y Comunidad Valenciana -31,1%-. Aunque se trata de tres regiones eminentemente turísticas, el trasvase de viviendas del alquiler habitual al vacacional no es la única razón que explica su desplome, según explican desde FAI.

Gran desajuste

El estudio, realizado a partir de una consulta realizada por esta patronal a 637 agencias inmobiliarias de todas las comunidades autónomas, asegura que existe «un elevado desajuste en el mercado del alquiler», puesto que la demanda de inmuebles de alquiler de larga estancia en cinco meses ha aumentado un 11,01% y los precios del alquiler han subido un 9,2% de media en los últimos doce meses, empujados en parte por la escasez de oferta.

FAI también ha analizado el comportamiento mayoritario de los propietarios desde finales del mes de mayo, cuando entró en funcionamiento la nueva normativa, hasta mediados de octubre. Al respecto, lo que ha detectado es que los propietarios o se blindan con mayores requerimientos para los inquilinos para evitar los impagos o rehuyen directamente el mercado del alquiler convencional. Así, el 25,81% de las agencias consultadas por FAI han asegurado que los arrendadores están endureciendo los requisitos exigibles a los potenciales inquilinos, el 19,78% indica que los caseros optan por subir el precio de la renta para atenuar la demanda y ante el temor y riesgo de impagos, el 15,44% indica que los propietarios trasladan su vivienda al mercado del alquiler temporal y el 13,07% indica que lo hacen al mercado de compraventa.

Otros de los efectos que las agencias inmobiliarias están percibiendo es la autogestión del alquiler de la vivienda para evitar tener que contratar los servicios de una agencia inmobiliaria, según el 9,08%. La retirada de la vivienda del mercado tras el vencimiento del contrato en vigor es otro de los aspectos destacados por otro 6,33% de los consultados; mientras que el traslado de su vivienda al mercado de alquiler turístico es igualmente destacado por el 6,23% de los encuestados. Solo el 1,62% de las agencias asegura que no ha notado ningún cambio y el 0,33 señala que los propietarios sacan su vivienda al mercado del alquiler por los incentivos fiscales.

Respecto al comportamiento de los inquilinos, el 40,63% de las agencias señala que ha aumentado la demanda de alquiler de vivienda habitual frente al 9,18% que afirma que ha descendido. El 20,73% señala que lo ha hecho la demanda de alquiler de habitaciones frente al 0,64% que señala que ha descendido y un 10,12% manifiesta que ha aumentado el interés en la compra de una vivienda, mientras que el 3,64% señala que ha descendido. El 19,79% de las agencias destaca que no ha notado ningún cambio.

Malas perspectivas

De cara a lo que está por venir, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, José María Alfaro, advierte de que todos los indicadores que manejan las agencias inmobiliarias apuntan que «la tendencia no va a cambiar en los próximos meses». Al contrario, señala que «previsiblemente seguirá cayendo la oferta de inmuebles para arrendar y habrá más demanda, lo que presionará todavía más el precio de las rentas». Y esto, reitera, «es un auténtico drama social que desde las administraciones no están sabiendo gestionar».

Por todo ello, el presidente de FAI pide al futuro Gobierno que «rectifique y busque soluciones reales y no cortoplacistas». En este sentido, José María Alfaro reivindica que un tema «tan preocupante como es el acceso a una vivienda no esté sometido, de nuevo, a ningún calendario electoral ni interés partidista, al tiempo que reclama que se aborde escuchando a los expertos».