La poco conocida oposición con un sueldo inicial de 35.000 euros y un menor número de aspirantes

Decidir emprender el camino de estudio con el fin de obtener un empleo estable para el resto de toda la vida laboral resulta sumamente atractivo para cada vez más personas. Aprobar una oposición es ya sueño y objetivo común de miles de jóvenes españoles y, en menor medida, de no tan jóvenes que buscan alcanzar una plaza fina tras años en interinidad o que deciden cambiar el ámbito laboral privado por el público.

No obstante, alcanzar un puesto en la Administración central o autonómica implica enfrentarse a unas duras horas de estudio y preparación para la prueba en academias o con un preparador para llegar en buenas condiciones a las diferentes rondas de exámenes. Un desafío que pone a prueba a los aspirantes y demanda un esfuerzo considerable también en forma de mentalización y sacrificios.

A pesar de la diversidad de opciones disponibles, algunas oposiciones suelen pasar más desapercibidas, lo cual puede ser una ventaja estratégica para aquellos que buscan carreras funcionales menos saturadas. Una de las convocatorias que ha tenido un menor número de aspirantes en nuestro país en los últimos años es la de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Este puesto promete una remuneración anual que comienza en los 35.000 euros brutos, y un atractivo horizonte profesional.

El trabajo en este cuerpo funcionarial abre las puertas a la colaboración con instituciones financieras internacionales, bancos centrales, empresas públicas y otros departamentos dependientes de la cartera ministerial de la que dependan los asuntos económicos.

Para acceder a estas codiciadas plazas es esencial contar con un título universitario y superar una oposición para convertirse en profesional público grupo A, el más alto. La convocatoria implica superar cinco ejercicios, cada uno con características y nivel de dificultad particulares dirigido evaluar de forma transversal la preparación del opositor. Los aspirantes que logran avanzar en la competición se someten luego a un curso formativo de hasta cuatro meses, donde se sumergen de lleno en el aprendizaje de las tareas y responsabilidades laborales específicas asociadas a los TCEE.

Según los datos que suelen proporcionar las academias que se dedican a la preparación de este tipo de oposiciones, el tiempo estimado de preparación oscila entre los dos y los tres años. No obstante, este cálculo puede variar significativamente según el rendimiento individual y el nivel competitivo de los demás aspirantes en cada convocatoria.

Otras oposiciones menos conocidas y con una menor concurrencia de participantes en los exámenes son las Médico Forense, Conservador de Museos, Interventor y Auditor del Estado, Técnico de Auditoría y Contabilidad, así como Vigilancia Aduanera e Inspector de Seguros del Estado.

Es crucial no confundir la menor popularidad de estas oposiciones con una disminución de la dificultad para obtener las plazas. De hecho, en muchos casos suelen ser más rigurosas y especializadas que las opciones más populares y elegidas.