Energía
El precio de la bombona de butano sube un 5% a partir de este martes, hasta los 15,89 euros, su segundo repunte consecutivo
La subida está limitada por ley. La nueva revisión al alza se debe al fuerte ascenso de las cotizaciones de la materia prima, al encarecimiento de los fletes y a la apreciación del euro frente al dólar
Un frente de borrascas suavizará las temperaturas este semana, pero aún quedan por delante dos meses de invierno. Con el frío, el precio de la energía sube. La tarifa de último recurso (TUR) de gas natural individual se encareció de media un 8,19% en enero y el precio del gas butano no se queda atrás. En concreto, el precio máximo de venta al público de la bombona de butano subirá un 5% a partir este próximo martes, 16 de enero, hasta situarse en los 15,89 euros, el segundo repunte tras seis bimestres consecutivos de bajada (un año), según indican fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.
La revisión del precio, al alza o a la baja, está limitada al 5% sin impuestos, acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones. La subida en esta última revisión, publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se debe principalmente al aumento del coste de los fletes (4%) y a la elevada cotización de las materias primas, pese a que su precio ha disminuido (-3,1%), así como a la apreciación del euro frente al dólar (2,2%) en los dos últimos meses.
Además, hay un tope a las subidas. En concreto, el Real Decreto-Ley 11/2022, de 25 de junio, limitó el precio máximo de la bombona de butano entre 8 y 20 kilogramos a 19,55 euros, medida que se prorrogó el pasado mes de diciembre hasta el 30 de junio de 2024. Este precio máximo se alcanzó por última vez en la revisión del 19 de septiembre de 2022, aunque se mantuvo en esa cota desde mayo hasta octubre de 2022.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
En la actualidad, anualmente se consumen 64,5 millones de envases de GLP de distintas capacidades. Se trata de un combustible en retroceso: desde 2010 hasta 2021, el consumo total de GLP envasado ha descendido más de un 25%.
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