Mercado inmobiliario

El precio de la vivienda encadena una década de subidas

Se encarece un 4% en 2023 y sigue la senda alcista que empezó en 2014

Economía/Vivienda.- El precio de la vivienda libre sube un 4% en 2023, casi la mitad que en 2022, según el INE
Anuncios de viviendas en una inmobiliariaEuropa Press

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha certificado lo que en el sector ya se daba por descontado, que el precio de la vivienda volvió a subir en 2023. Según los datos que ha publicado hoy, el pasado ejercicio cerró con un encarecimiento de las viviendas del 4%. Aunque el incremento es 3,4 puntos inferior al experimentado en 2022, supone que los precios de las casas llevan una década encareciéndose.

Los precios de la vivienda comenzaron a bajar en el segundo trimestre de 2008, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, y comenzaron a recuperarse de nuevo en el segundo trimestre de 2014. Desde entonces, y a pesar de haber mediado una pandemia, la guerra de Ucrania y una fuerte subida de tipos de interés para frenar la inflación, no han parado de subir.

El pasado ejercicio, la vivienda se encareció un 3,5% interanual en el primer trimestre, en el segundo un 3,6%, en el tercero aceleró su incremento al 4,5% y en el cuarto se situó en el 4,2%.

Por tipo de vivienda, la nueva fue la que más se encareció el año pasado, tras subir de media un 8% en el ejercicio. De hecho, no aumentaba tanto desde 2007. El precio de la vivienda de segunda mano subió un 3,2% en media anual el pasado año, lo que supone una caída en 4,1 puntos respecto al año anterior y su menor incremento desde 2020.

Más subidas a la vista

La tendencia al alza del precio de la vivienda no tiene visos de que se vaya a detener este ejercicio, según auguraron meses atrás los analistas del sector y ratifican ahora. "Con la previsión de las bajadas de tipos de interés en el horizonte, la demanda que había desechado la opción de comprar en 2023 se reactivará y volverá al mercado muy excitada. La incertidumbre y la preocupación por una recesión irá disipándose a medida que pasen los meses, lo que concederá más seguridad y confianza en el mercado", explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. "La percepción de que el precio de la vivienda ha llegado a máximos y por ende debe bajar es otra de las grandes ideas que mantendrá la demanda latente durante todo 2024. Las políticas incentivadoras que fomentan la compra de vivienda también tendrán su efecto e impulsarán la demanda. Mientras, las entidades financieras ya están adaptando sus cálculos a la posible desescalada. Todo ello, fomentará una sobredimensión de la demanda de compra, que pondrá más presión sobre la oferta, por lo que la tendencia del precio de la vivienda seguirá al alza”, concluye Matos.

Desde idealista, su portavoz, Francisco Iñareta, pone el foco en la escasez de obra nueva como otro de los factores que contribuirán a que los precios no aflojen. "El mayor crecimiento en los precios de la obra nueva muestra una mayor tensión sobre las pocas promociones disponibles en el mercado, algo que pone de manifiesto la necesidad urgente de facilitar la construcción de nuevas viviendas en las zonas con más demanda para evitar que la tensión sobre la oferta disponible de viviendas (tanto nuevas como de segunda mano) se dispare", explica Iñareta.

El sector insiste en que la falta de oferta empuja los precios al alza

Patricia Rodríguez-Lázaro, responsable de inversión de la "proptech" Clikalia, abunda en el mismo sentido en que una de las razones principales detrás de esta tendencia al alza de los precios es "la escasez de vivienda disponible a la venta en las áreas urbanas. La oferta de viviendas ha ido disminuyendo durante varios añosconsecutivos, mientras que la creación de nuevos hogares sigue en aumento". Este desequilibrio entre la oferta y la demanda, añade, continúa ampliándose, anticipando una tendencia alcista también en 2024 para los precios de la vivienda.

Ferran Font, jefe de estudios de pisos.com, coincide en que las previsiones para 2024 son que se continúe con la tendencia de crecimiento, aunque cada vez menos cuantioso, "llegando incluso a caídas en aquellos mercados menos dinámicos donde no existe una demanda fuerte que tensione los precios al alza. Una evolución siempre condicionados por la poca oferta existente que, a día de hoy, no permite que en un momento de desaceleración estas caídas se hagan efectivas", concluye.