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Los precios subieron un 1,9% en junio, pero el IPC subyacente sigue estancado en el 5,9%

El IPC crece seis décimas respecto al mes pasado por el "efecto verano". Alimentos y energía, los precios que más se moderan respecto a hace un año

La inflación se situó en junio en el 1,9% interanual, eso son 1,3 puntos menos que en mayo, gracias a la moderación de los precios de los alimentos y la energía y carburantes -que fue menor a la experimentada un año antes-, la primera vez que se sitúa por debajo del 2% desde abril de 2021, mientras que la inflación subyacente -que no incluye alimentos y energía- se queda en el 5,9%, apenas dos décimas menos, pero su menor nivel desde junio de 2022, aunque sigue situada cuatro puntos por encima del IPC general. La inflación encadena dos meses consecutivos de alivio después de que en mayo se moderara nueve décimas, hasta el 3,2%.

Sin embargo, no hay que perder de vista que esta bajada tiene que ver con la desproporción vivida hace un año, cuando la inflación interanual se situó en junio de 2022 en el 10,2% -con unos precios un 8,7% más altos que en el mismo mes de 2021-, por lo que la comparativa estadística arroja un fuerte descenso interanual por el conocido como "efecto escalón", similar al que tuvo lugar en el mes de marzo de 2022, justo tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, lo que ahora justifica esa caída del 3,2% de mayo al 1,9% en junio.

También la situación del indicador subyacente es especialmente preocupante porque es el que marca la evolución del IPC a largo plazo, y éste continúa dando muestras de enquistamiento. Mientras el IPC general sí que ha evidenciado una tendencia clara a la baja -ayudado por el crecimiento desproporcionado vivido hace un año-, con una bajada de cuatro puntos en lo que va de año, el IPC subyacente lo ha hecho menos de la mitad, 1,6 puntos, situación que marca un camino lento en la bajada real de los precios en la factura de los hogares.

Otro dato preocupante es la tasa de variación mensual presentada por el INE, que ya sea por el "efecto vacaciones", que siempre produce un incremento de los precios antes del verano, o por un salto general de los costes, el IPC mensual sí que ha subido. Con datos de junio sobre mayo, la inflación registró un aumento del 0,6% frente a la estabilidad de precios registrada en el mes anterior, en el que los precios no experimentaron ninguna evolución. Justifica el INE la caída de la inflación general respecto a hace un año porque la "subida de los precios de los carburantes, de la electricidad, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido más moderada este mes de junio que hace justo un año" pero, en realidad, los precios sí que han sufrido un alza con respecto al mes pasado. De ahí ese incremento de seis décimas el IPC mensual.

Por tanto, la evolución mes a mes durante este primer semestre es claramente negativa. Aunque es evidente la moderación de la subida de los precios, salvo la caída del 0,2% que se produjo en el mes de enero y el estancamiento de mayo -en el que quedó plano-, el resto de meses desde entonces solo han tenido incrementos: un 0,9% en febrero, un 0,4% en marzo, un 0,6% en abril y un 0,6% este mes. Estas tasas duplican e incluso triplican las tasas mes a mes del segundo semestre de 2022, cuyos máximos incrementos fueron tres décimas en agosto y octubre respecto a sus meses anteriores.

El Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño se ha apresurado a destacar que España ha sido "es la primera gran economía de la zona euro en reducir la inflación por debajo del 2%", nivel de referencia exigido por el BCE. "España se mantiene como uno de los países con la inflación más baja de la Unión Europea, con la consiguiente ganancia de competitividad y cuota de mercado de las empresas españolas", ha apuntado en un comunicado.

El INE hará oficial la validez de estos datos en su publicación del próximo 12 de julio.