Las pymes, al límite: desploman su beneficio, disparan sus costes y reducen su número

"La empresa española no tiene más espacio para más subidas de impuestos ni de costes laborales. Las pymes están al límite", han frenado sus ventas, sufren la primera caída del número de empresas en nueve años, sus costes suben por encima de las ventas, sus márgenes empresariales se reducen y sus costes laborales están disparados. Así ha resumido Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, la actual situación empresarial, que se refleja en el nuevo indicador sobre la Situación de las Pymes Españolas del cuarto trimestre de 2022, que indica que aunque las ventas crecen dilatadas por el efecto de la elevada inflación en la facturación en euros -es decir, se produce mayor facturación pero con menos ventas-, en el último trimestre del año no solo se ralentizaron hasta el 11,7% -un 10,6% en las más pequeñas-, frente al crecimiento del 14,5% del mismo periodo del año anterior, sino que las operaciones en volumen de unidades vendidas prácticamente se congelaron a finales de año. De hecho, en las pequeñas empresas las ventas reales registraron una exigua variación del 0,1%, eliminando los efectos de la inflación en la facturación en euros corrientes, y avanzaron un 3% en las medianas empresas.

El estudio incide en que los costes totales de las pymes han crecido por encima de lo que lo hicieron las ventas, impulsados por el alto precio de la energía y los costes laborales, que aumentaron casi un 6% en las pequeñas empresas, con un incremento de los costes globales del 12,6% en 2022, que en el caso de las más pequeñas se eleva aún más, al 13,6% en el último trimestre del año. Eso tiene un impacto directo sobre los márgenes empresariales, que "se han deteriorado progresivamente en los últimos meses", apuntó Cuerva, para el que la ecuación "inflación, la ralentización de las ventas, aumento de la carga financiera y subida de tipos de interés" presiona los márgenes de las pequeñas y medianas empresas, que hunde sus márgenes de beneficio. Por ello, desde Cepyme advierten que este es "un escenario que debe tenerse en cuenta a la hora de negociar el nuevo convenio con los sindicatos para determinar el marco salarial para los próximos años, ya que la empresa todavía arrastra secuelas desde la pandemia, que se reflejan, en parte, en un ratio de endeudamiento superior al 80%", insistió el presidente de Cepyme.

Según sus datos, en los últimos 24 meses, los costes han acumulado un aumento del 33% en las pymes y la persistencia de esta situación "está menoscabando la resistencia de la empresa". De hecho, en el último trimestre del año se constata un cambio de tendencia en la actividad, que se traduce en un "debilitamiento del empleo y en la primera reducción anual del número de empresas que se registra desde 2013", exceptuando los años con mayor impacto de la pandemia, con un saldo negativo de 1.151 pymes menos. La merma del parque empresarial se concentra en las microempresas -las de menos de 10 empleados-. Caen un 0,6%, para contabilizar 6.262 empresas de menos, mientras, que las firmas pequeñas subieron un 2,6%, en 4.164, y las medianas, un 3,7%, en 948. El sector que más está sufriendo es el agropecuario, que sumó la pérdida de 7.057 pymes a lo largo de 2022 (-6,8%) y de 876 en la industria (-0,8%), que se ha compensado con el crecimiento del número de empresas en la construcción (+2.895) y los servicios (+3.888), un 2,1% y un 0,4% respectivamente.

Está pérdida de empresas se ha debido principalmente a la pérdida de competitividad. Solo en costes laborales, las pequeñas empresas tuvieron que afrontar en el cuatro trimestre de 2022 una subida del 5,8% por el incremento del salario mínimo interprofesional (SMI), un 4,2% en el caso de las medianas (4,2%), que reflejan el desigual impacto por tamaño de empresa del alza del SMI, incluidas las subidas acumuladas de cotizaciones que han sufrido las pymes durante los últimos cinco años, tras elevarse las bases mínimas de cotización casi un 50% y las máximas, un 18,5%, una situación que "empeorará ahora de forma considerable con la nueva aprobación de la reforma de pensiones".

En Cepyme también advierten de la negativa incidencia de los tipos de interés, que han registrado la primera subida de tipos de cotización de los últimos 40 años, una situación que ha "complicado enormemente la capacidad de financiación" de las pymes y empeorado su solvencia. Así, los concursos de acreedores se dispararon un 87,6% en el tercer trimestre de 2022, tras finalizar la moratoria concursal y siguieron subiendo un 23,6% en el cuarto trimestre. Esta subida de tipos ha provocado una fuerte restricción del crédito debido a los efectos de la inflación y al cambio de política monetaria. La subida de precios provoca que los nuevos préstamos cubran un menor porcentaje de las ventas. A cierre de 2022, representan un 14,7% del volumen de ventas, frente a una media del 19,8% en el trienio previo a la pandemia (2017-2019). Además, el tipo de interés medio de los nuevos créditos bancarios a pymes ascendió al 3% en 2022, umbral que se supera por primera vez desde marzo de 2015, lo que encarece los gastos financieros. Hay que remontarse a 1995 para encontrar un incremento de un punto porcentual en un solo trimestre. En este contexto inflacionario, el autor del informe, Diego Barceló, cree que la inflación "distorsiona los resultados, ya que aumenta las ventas", cuando en realidad "están perdiendo fuerza" y además lo hacen "cuando todavía no habían recuperado el nivel de 2019".

"Esto se va a traducir en que en los próximos meses habrá un estancamiento de la actividad empresarial, un parón en la contratación y un deterioro de las ventas", auguró Cuerva. Según indicó, la pequeña y mediana empresa española "no tiene más espacio para nuevas subidas de impuestos o para incrementos de costes", ya que está atravesando una situación "muy compleja". En el cuarto trimestre de 2022 también se debilitó el crecimiento del empleo, ya que el número de asalariados en las pymes aumentó un 2,3% anual, el incremento "más bajo" desde marzo de 2021, hasta los 8,8 millones, aunque prácticamente se mantiene igual que el máximo histórico alcanzado en el segundo trimestre de 2022. "Las pequeñas empresas han acusado más el deterioro de la coyuntura económica, justo cuando el tamaño medio de las pymes se reduce por décimo trimestre consecutivo y se constata una ralentización de las ventas simultánea a la carestía del crédito".