¿Qué implica traspasar al País Vasco la Seguridad Social?

El PNV ha sellado un acuerdo de legislatura con el PSOE en el que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se compromete a negociar y aprobar en un plazo de un aproximado de un año y medio, desde que se forme el Gobierno regional tras las elecciones vascas previstas para junio, un acuerdo de ampliación del autogobierno vasco, que se debe aprobar en el Parlamento autonómico y en las Cortes Generales, y será ratificado posteriormente por la ciudadanía vasca.

Además, los nacionalistas conservadores vascos han logrado incluir una de sus viejas reivindicaciones, la transferencia de la gestión de la Seguridad Social, incluida en el estatuto de Guernica, en un plazo de dos años. ¿Se trata de romper la caja única de las pensiones?

Según el PNV, el acuerdo se limita a la gestión y no a la capacidad normativa y sancionadora, que quedaría por ahora en manos de la Administración Central, y no implica la ruptura de la "caja única", ya que las pensiones vascas figuran entre las más insostenibles de España, por lo que necesitarán más que ninguna de las inyecciones de fondos provenientes de los impuestos de todos los contribuyentes.

El concepto de "caja única" nació en la democracia española incluso antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978, según la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). El artículo 21 de la Ley de Seguridad Social establece que la Tesorería es la "caja única del sistema" y "llevará a efecto la gestión liquidatoria y recaudatoria de los recursos de esta, así como de los conceptos de recaudación conjunta con las cuotas de la Seguridad Social (...)".

En el artículo 74, se establecen los principios de "Solidaridad financiera y caja única". Así, la Tesorería centraliza la recaudación de todas las cotizaciones de trabajadores y empleados (principalmente contingencias comunes y desempleo) a través de 264 unidades de recaudación en toda España.

Por el principio de "caja única, se unifican de forma solidaria todos los recursos económicos y la administración financiera del Sistema de la Seguridad Social.

Este sistema garantiza que los beneficiarios recibirán las mismas prestaciones a iguales condiciones, independientemente de la región en la que residan.

En el caso del País Vasco, si el sistema operara de forma totalmente autónoma sería uno de los más insostenibles de España. En 2022, el nivel de gasto fue de 11.095 millones y los ingresos por cotizaciones, de 6.787 millones. Esto supone que las pensiones del País Vasco suponen el 11% del agujero del sistema de pensiones aunque su población apenas es el 4,5% del total nacional. En el último decenio su déficit se ha duplicado y no dejará de crecer hasta mediados de siglo.

En el caso de la cesión total, además de gestionar la recaudación y el abono de las pensiones a través de las actuales oficinas de la Tesorería, el gobierno regional vasco podría llegar a avanzar en la creación de una Seguridad Social vasca, creando plazas propias, y derivar recursos -vía impuestos propios o transferencias de fondos del Estado- para modificar las condiciones unitarias al pago de pensiones en toda España o llegar a establecer complementos de pensiones. Esto rompería la unidad del sistema ya que modificaría las condiciones de las pensiones en función del territorio en el que se haya cotizado.