¿Qué es la Ley Beckham? Así es como funciona y como se pueden ahorrar impuestos en la declaración de la Renta

La conocida como Ley Beckham -técnicamente denominado Régimen especial de trabajadores desplazados a territorio español en la Ley del IRPF- es un régimen fiscal especial que permite a los extranjeros que vienen a trabajar a España pagar menos impuestos y no tener que declarar las ganancias obtenidas en otros países.

Esta ley también conocida como "ley de impatriados" fue publicada en 2004 y está regulada en la sección 93 de la Ley del Impuesto sobre la Renta de España. La normativa está pensada para aquellas personas que trasladen su residencia fiscal a España, es decir, para los que viajan a nuestro país por motivos laborales, ya sea para trabajar o buscar empleo.

Este grupo de personas pueden optar por tributar bajo un régimen de tributación muy similar al de no residentes, pese a que si que se consideran residentes fiscales al estar más de 183 días en territorio nacional. Por tanto, a estas personas se las mantiene la consideración de contribuyente por el IRPF durante el periodo impositivo en el que se realice el cambio de residencia y los cinco siguiente, tal y como indica el artículo 93 de la normativa previamente mencionada.

Pero, ¿por qué se llama así esta ley? El futbolista inglés David Beckham fichó por el Real Madrid en 2003, a la par que el Gobierno lanzaba una iniciativa para atraer trabajadores cualificados de otros países promoviendo incentivos fiscales. Por tanto, el futbolista fue el primero en beneficiarse de ella, adquiriendo este nombre.

Beneficios fiscales

Esta normativa trae consigo una serie de beneficios fiscales, como que los salarios tributan a un tipo fijo del 24% hasta 600.000 euros, ya que a partir de ese importe, el porcentaje ascenderá al 45%. Asimismo, solo se tributa en España por la rentas obtenidas en España (con la excepción de los salarios).

Requisitos para su solicitud

Desde TaxDown explican que aquellos interesados en acogerse a esta ley deberán cumplir con una serie de requisitos:

• El expatriado no puede haber sido residente en España durante los últimos 10 años.
• El solicitante debe tener un contrato de trabajo, exceptuando a los deportistas profesionales que se rigen por su propia regulación.
• Este contrato de trabajo debe ser firmado con una empresa española.
• Los administradores de alguna entidad no pueden poseer más del 24% de la empresa para que la ley sea aplicable y así puedan beneficiarse del ahorro fiscal.
• No se aplica a las rentas obtenidas mediante un establecimiento permanente situado en España.
• El núcleo de la actividad profesional de los trabajadores debe estar en España. No obstante, es posible conseguir trabajo y obtener ingresos del extranjero, siempre y cuando no representen más del 15% de los ingresos totales.

¿Quién puede solicitar la aplicación de esta ley?

Cualquier extranjero que se traslade a España podrá solicitar la aplicación de esta ley, siempre y cuando se encuentren bajo las siguientes situaciones:

• Trabajadores extranjeros que se acaban de trasladar a España.
• Expatriados con rentas altas que ocupen cargos directivos o de gestión.
• Administradores que vienen a trabajar en una empresa.

No obstante, los trabajadores autónomos, los atletas deportivos profesionales o los directores de entidades empresariales están excluidos.

¿Cómo se puede solicitar?

Tras cumplir con los requisitos, la solicitud deberá ser presentada a través del formulario 149 en los seis primeros meses a partir del alta en la Seguridad Social, informando así a la Agencia Tributaria. En este modelo deberán rellenarse los siguientes datos:

• Pasaporte y DNI.
• Número de la Seguridad Social.
• Contrato de trabajo con la empresa española.

"Desde ese momento, el contribuyente gozará de los beneficios de esta ley durante un periodo de 6 años en los que deberá formalizar anualmente sus declaraciones de impuestos de no residentes mediante el modelo 151", sostienen desde TaxDown.

Por tanto, aquellos que tengan concedido este régimen especial tendrán que presentar el modelo 151 y no la declaración de la Renta normal que tienen que presentar el resto de los contribuyentes.