Inversiones

¡Qué vienen los saudíes! Oportunidad o amenaza

La entrada de capital árabe en Telefónica muestra el apetito del Reino por aumentar relaciones. Defensa, energía, agua y turismo interesan a España

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman Al Saud
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El vestíbulo del imponente hotel Four Seasons de la capital saudí, enclavado en la emblemática Kingdom Tower, bulle caldeado por el murmullo de centenares de conversaciones en el descanso de una de las muchas cumbres internacionales que, de un tiempo a esta parte, acoge el país árabe. En este caso, la OMT, con sede en España, se ha trasladado a Riad por unos días y, con ella, decenas de empresarios hoteleros españoles ansiosos por hacer contactos. «Aquí es donde se mueve ahora mismo todo en el mundo. Es donde está el dinero», reconoce el fundador de una de estas grandes cadenas.

En menos de un pestañeo, se traspasan los QR de directivos y directivas de fondos de inversión saudíes que mueven miles de millones y que buscan tanto socios en España como candidatos a desembarcar en unas arenas desérticas de las que brotan centenares de inmensas grúas, que trabajan sin desmayo en proyectos imposibles que rozan todos los récord conocidos.

La entrada de Saudi Telecom Company (STC) en el accionariado de Telefónica, previo desembolso de 2.100 millones de euros, parece que ha cogido por sorpresa al Gobierno español, pese a que España firmó en 2006, con Zapatero, un acuerdo de promoción y protección de inversiones vigente hasta 2026 que permite este tipo de operaciones.

Sin embargo, la presencia de los petrodólares saudíes en nuestro país va más allá de las compras que desde los años 80 del siglo pasado se dejan por Marbella e Ibiza e incluyen prácticamente todos los sectores, desde la energía hasta los hoteles, pasando por el deporte.

No en vano, La Liga ha firmado con Visit Saudi un contrato de patrocinio que lo convierte en socio global y en destino turístico oficial y el Atlético de Madrid, otro acuerdo para estampar el logo de Riyadh Air, aerolínea nativa digital de primera clase de Arabia Saudí, en las camisetas del club por un contrato plurianual.

La vinculación deportiva se ha ido estrechando desde el megacontrato de la Real Federación Española de Fútbol para jugar la final de la Supercopa de España en suelo saudí. En 2019, el denostado Luis Rubiales firmó un contrato por el cual Arabia Saudí se agenciaba la Supercopa de España a cambio de 240 millones a repartir entre Federación, clubes e intermediarios por seis años, hasta la temporada 2024-2025 incluida. En 2021, el contrato se renovó para que el torneo se siga disputando durante cuatro años más en el país árabe, hasta 2029.

Aunque Arabia Saudí no figura entre los principales países inversores en España –está en el puesto 32, con 1.009 millones de euros en 2021, según los últimos datos del registro de inversiones–, el desembarco en Telefónica convierte al Reino que dirige la Casa Saud en uno de los principales socios de España.

El grupo saudí Alfanar, uno de los principales conglomerados financieros de eólica a nivel mundial, tiene puesta la mira en varias compañías españolas a pesar del desencuentro con Capital Energy. El grupo inversor puso el año pasado más de 200 millones de euros para hacerse con un proyecto de cinco parques eólicos en Navarra, con una potencia acumulada de 190 megavatios.

La filial química de la gigantesca petrolera estatal saudí Aramco (Sabic) tiene en Cartagena una de sus grandes factorías. Eso convierte a Sabic en una de las empresas más relevantes de Cartagena y de la comunidad murciana, con una facturación récord de 532 millones de euros en el año 2022, lo que supuso elevar en casi 160 millones los 362 millones obtenidos en el año 2021.

Allí, con la ayuda de Iberdrola, se levantará la mayor planta de autoconsumo de Europa gracias una inversión de 60 millones que dejará una potencia instalada de 100 megavatios, con más de 260.000 módulos solares. Son algunos ejemplos de la diversificación de la economía saudí, hasta hace muy poco basada en el monocultivo petrolero, plasmada en la Visión 2030 del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, aunque también los hay en el terreno hotelero, como la adquisición por familia saudí Olayan del 50% del emblemático hotel Ritz de Madrid o del Madarin Oriental de Barcelona.

47 empresas españolas en suelo saudí

Pero aunque la entrada de capital saudí en Telefónica, con derivadas en la industria de Defensa, ha desatado algunas alarmas y forzado a que STC aclare los objetivos que persigue con la compra de ese 9,9% en la operadora española si quiere obtener el permiso del Gobierno español para ejercer los derechos sobre esa participación, lo cierto es que el flujo hacia Arabia es también fluido. Según el ICEX hay 47 empresas españolas afincadas en Arabia Saudí. Las exportaciones españolas alcanzaron los 2.965 millones de euros en 2022 y aumentaron un 55% respecto al año anterior. Las importaciones, vinculadas al petróleo, fueron de 5.116 millones, incrementándose en un 72% respecto a 2021.

España es un «socio estratégico», según reconocen a este diario la empresaria saudí Bedor Alrashoudi, CEO de Jazan Energy. Y no sólo en sectores como el militar, donde Navantia se adjudicó un contrato por cinco corbetas por 1.800 millones que podrían ampliarse a otro similar por 2.000 millones y para lo que se ha formado una «joint venture» con la firma saudí Sami, sino también en el del agua, donde Acciona está muy presente. Indra, Técnicas Reunidas o Renfe y Adif están muy presentes en el país árabe.

«Arabia Saudí es uno de los grandes inversores del mundo en este momento y lo seguirá siendo en los próximos años. Aunque no hay que olvidar que el 90% de lo que invierten es en su propio país», explica el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, el georgiano Zurab Pololikashvili. «No obstante quieren atraer firmas que añadan valor a sus inversiones», añade.

Por ahora, los esfuerzos por posicionar Arabia como una referencia, desde el golf al tenis o el fútbol, a la inversión o el turismo, están dando resultados a base de talonario. No hay más que echar un vistazo al aeropuerto de Yeda, la segunda urbe del país, donde no es difícil encontrarse compatriotas.