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Arranca la carrera por la sucesión de Calviño tras su marcha al BEI

El ministro Escrivá o el todopoderoso titular de la oficina de Asuntos Económicos de La Moncloa, Manuel de La Rocha, suenan como candidatos

Pedro Sánchez y José Luis Escrivá
Pedro Sánchez y José Luis EscriváEVA ERCOLANESEPSOE

El nombramiento de Nadia Calviño, aún vicepresidenta económica del Gobierno de Pedro Sánchez, como nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones abre la puerta a la carrera para sucederla y, con ella, las quinielas y los codazos entre los candidatos.

Así, en masculino, porque de momento no han surgido nombres de candidatas. Aunque aún no se conoce la fecha exacta del traspaso de poderes y de la marcha de Calviño a Luxemburgo, donde pasará a ganar más de 30.000 euros mensuales (unos 380.000 euros al año) –lo mismo que la presidenta de la Comisión Europea, la alemana, Úrsula Von der Leyen– y a manejar préstamos de 65.000 millones (los concedidos por el BEI en 2022), La Moncloa cuenta hasta final de año para tomar una decisión sobre su sustitución sin premura.

La cuenta atrás echó a andar este viernes, cuando Calviño logró lo apoyos necesarios entre sus colegas y después de que su principal rival, la ex vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, la liberal danesa Margrethe Vestage, retirara su candidatura.

Calviño necesitaba el 68% del capital del BEI, que se reparte según el peso económico de cada país, y el apoyo de 18 países, aunque la realidad es que el veredicto del eje franco-alemán suele ser decisivo para convencer al resto de las capitales europeas. Y en este caso, durante la cumbre de los socialistas europeos en Málaga, el canciller alemán Olaf Scholz ya había anunciado a Sánchez sus intenciones de respaldar a Calviño tras algunas indecisiones dentro de la coalición de gobierno, y pese a que las cartas de Francia no han estado claras.

A partir de ahora, la todavía ministra de Economía estará en contacto con el titular de Finanzas belga, Vincent van Peteghem, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de Gobernadores, para preparar una discusión monográfica sobre sus prioridades al frente del BEI que tendrá lugar en el próximo Ecofin de febrero.

Tras lograr el apoyo de sus pares económicos, la nominación de Calviño deberá ser confirmada por parte del Consejo de Administración del organismo, que se reunirá el próximo viernes y tras el cual se podrá iniciar el procedimiento de votación formal.

Calviño, que será la primera mujer en presidir esta institución, estará al frente del BEI durante los próximos seis años. De esta manera, España logra un puesto más en la esfera económica europea al que se unen la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) que ahora ostenta Luis de Guindos y la presidencia de la Autoridad Bancaria Europea que recae en José Manuel Campa.

Sin embargo, Margarita Delgado no pudo hacerse con la presidencia del Consejo de Supervisión del BCE, lo que se interpretó como beneficioso para la candidatura de Calviño debido al equilibrio geográfico en el reparto de cargos europeo.

El Banco Europeo de Inversiones es la mayor institución financiera multilateral del mundo. Se financia con las garantías de los estados miembros y gracias a su triple A (la máxima calificación crediticia) moviliza recursos en los mercados financieros en buenas condiciones para después poder proporcionar créditos blandos, con bajos tipos de interés, en proyectos de los estados miembros.

En los últimos años se ha convertido en una pieza clave dentro de los fondos post- pandemia Next Generation EU para la doble transición energética y digital. Uno de los grandes retos de Calviño será seguir perfilando qué tipo de infraestructuras seguirá financiando el BEI y si se puede incluir la energía nuclear o el gasto militar.

Calviño celebró el respaldo europeo a su candidatura en una institución que consideró crucial para el desarrollo europeo. «Es el brazo de la UE para financiar políticas europeas que tendrán un papel aún más importante en el futuro para financiar la transición verde, la reconstrucción de Ucrania, o para reforzar el papel de Europa en el mundo», dijo.

Hermetismo en La Moncloa

Calviño seguirá en buena medida vinculada a la política nacional ya que España es uno de los principales perceptores de fondos europeos. La cuestión es con quién tendrá que negociar. El hermetismo es absoluto y nadie sabe por ahora la composición exacta de las quinielas para sustituir a la vicepresidenta de asuntos económicos, pero hay varios nombres en la cartera. Uno de ellos ya está, de hecho en el Gobierno.

Se trata del ministro José Luis Escrivá. El artífice de la cuestionada reforma de las pensiones ha dejado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para ocuparse de una cartera con escaso contenido y menor relevancia: Transformación Digital.

En la Administración General del Estado pocos altos funcionarios dudan de que ese departamento podría estar perfectamente refundido con Economía, con una secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, como hasta la fecha.

También se sabe que Escrivá ha aspirado siempre ha sustituir a Calviño al frente de Economía, pero no es el único en la terna de posibles sucesores.

Suena el nombre del titular de la Oficina de Asuntos Económicos y G-20, Manuel de la Rocha, aupado al rango de secretario de Estado en el nuevo Gobierno como una de las principales opciones para hacerse con la cartera que dejará vancante Calviño en enero.

De hecho, la nueva Oficina de Asuntos Económicos es prácticamente un ministerio paralelo dependiente solo de La Moncloa gracias al aparato de departamentos de nuevo cuño que cuelgan de ella, desde Proyectos estratégicos hasta Macroeconomía y Asuntos Laborales.

Otros nombres que se barajan son los de David Vegara, que fue secretario de Estado con Zapatero desde el 19 de abril de 2004 al 14 de mayo de 2009, o Maurici Lucena, presidente de Aena.