¿Quiere pedir un crédito online? Esto es lo que debe saber antes de hacerlo

Los créditos rápidos online suelen ser la solución cuando se busca una financiación que sea rápida y tengan un proceso de solicitud sencillo. Para contratar este tipo de créditos, disponibles a través de plataformas digitales, es suficiente con proporcionar información básica en una pequeña solicitud que incluya los ingresos, la situación laboral y la financiera. La aprobación suele ser casi instantánea, lo que permite que el dinero se transfiera directamente a la cuenta del solicitante en cuestión de horas o días.

Como su propio nombre indica, esta modalidad permite conseguir un préstamo prácticamente inmediato para hacer frente a una necesidad urgente de dinero, para emergencias financieras o situaciones imprevistas, aunque siempre considerando la capacidad de repago. Además, su principal ventaja es que se puede solicitar desde cualquier lugar y en cualquier momento sin necesidad de visitar una oficina física, de ahí su popularidad.

Sin embargo, también presenta inconvenientes. Hay que tener en cuenta que estos préstamos suelen tener tipos de interés más altos en comparación con los tradicionales, por lo que es muy importante leer las condiciones cuidadosamente antes de solicitarlo, ya que algunos pueden incluir comisiones y gastos elevados.

Datos a tener en cuenta

Ante la creciente oferta de créditos rápidos online, es importante conocer los parámetros que se deben tener en cuenta para analizar cada uno de ellos y elegir el más adecuado. Los tres datos que más destacan las entidades financieras son el importe del préstamo, el plazo de devolución y los intereses.

El importe debe ser el justo y necesario para cubrir la necesidad por la que se contrata –arreglar un electrodoméstico o llevar el coche al taller–, ya que solicitar más dinero del que se necesita puede acarrear más problemas a futuro. Además, también es importante saber que si se solicitan préstamos posteriores, el tipo de interés puede ser superior que el de los préstamos tradicionales. Asimismo, suelen tener plazos de devolución más cortos que pueden dificultar el pago de las cuotas si se pide más dinero del necesario, lo que atraería fuertes penalizaciones.