Mariano Rajoy
7.000 millones más para las autonomías
Rajoy reabrirá la financiación autonómica en pleno órdago de la Generalitat.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer que después del verano retomará su actividad el grupo de trabajo creado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para abordar la reforma del modelo de financiación autonómica. En lo que queda de año, este grupo fijará sus conclusiones y sentará las bases para que en 2016 el sistema se reforme. De momento, calculan un aumento de la financiación autonómica por encima de los 7.000 millones de euros. Este debate correrá en paralelo por tanto de las elecciones catalanas y, en función del resultado, de la posibilidad de que una mayoría independentista intente quebrar la legalidad vigente para avanzar hacia la secesión. La mejora de la financiación autonómica ha sido una demanda tradicional del nacionalismo moderado, hasta que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, dio el salto de convertirla en la exigencia de un pacto fiscal que rompía el principio de igualdad y solidaridad interterritorial. Y que obligaba a pasar de un sistema de negociación multilateral a la bilateralidad. Según el Gobierno, la situación económica ha impedido afrontar hasta ahora la reforma de la financiación autonómica: siempre que se reabre este debate es para aportar más dinero a las comunidades autónomas y la recesión no dejaba margen para avanzar en esa dirección.
Ayer, durante su conferencia ante el Club Antares de Sevilla, el presidente avanzó que en las entregas a cuenta que se recogerán en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo año para las comunidades autónomas aumentará de una manera considerable lo que repercute en los servicios públicos. «La financiación autonómica se incrementará en 2016 por encima de 7.000 millones de euros, y en el caso de Andalucía se incrementará un 11 por ciento, unos 1.700 millones de euros».
El presidente también confirmó que en 2016 se afrontará la reforma de la financiación autonómica, un tema «muy complejo porque todo el mundo cree que le corresponden más recursos de los que se le dan». Recordó que el actual modelo lo aprobó el Gobierno de Rodríguez Zapatero y que su partido votó en contra, y justificó que hasta ahora no haya sido posible afrontar su modificación en que la prioridad de España era evitar la quiebra y el rescate, empezar a crecer y a crear empleo. «Para repartir la nada, mejor tirar todos del mismo carro e intentar sacar esto adelante».
Rajoy también defendió que estos mecanismos extraordinarios de liquidez suponen un ahorro «importante» para las comunidades autónomas. En el caso de Andalucía, será de 500 millones de euros, con intereses al 0 por ciento. Esta situación la contrapuso a la que se vivía en 2011, cuando «algunas autonomías –refiriéndose a Cataluña– se financiaban al 7,75 por ciento con los denominados “bonos patrióticos”». Todas las comunidades reclaman más recursos en este debate y Rajoy reconoció que actuó de la misma manera cuando era vicepresidente de la Xunta de Galicia, puesto que le correspondía negociar la financiación autonómica. «Incluso cuando estaba de acuerdo decía que no lo estaba», confesó.
Especialmente crítico se mostró el presidente del Gobierno con el órdago independentista catalán, remarcando que se cumplirá la ley y, si alguien pretende violentarla, «no se lo vamos a permitir». En este sentido, dejó claro cuáles serán sus armas: unidad de España, soberanía nacional, igualdad, solidaridad, libertad y derechos fundamentales. «Voy a defender el núcleo fundamental de la Constitución española en todo momento porque creo en ella y porque es mi obligación», sentenció, al tiempo que señaló que «fuera de la ley nada es posible y dentro de ella hay muchas más cosas que son posibles».
SEVILLA- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó ayer que después del verano retomará su actividad el grupo de trabajo creado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para abordar la reforma del modelo de financiación autonómica. En lo que queda de año, este grupo fijará sus conclusiones y sentará las bases para que en 2016 el sistema se reforme. De momento, calculan un aumento de la financiación autonómica por encima de los 7.000 millones de euros. Este debate correrá en paralelo por tanto de las elecciones catalanas y, en función del resultado, de la posibilidad de que una mayoría independentista intente quebrar la legalidad vigente para avanzar hacia la secesión. La mejora de la financiación autonómica ha sido una demanda tradicional del nacionalismo moderado, hasta que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, dio el salto de convertirla en la exigencia de un pacto fiscal que rompía el principio de igualdad y solidaridad interterritorial. Y que obligaba a pasar de un sistema de negociación multilateral a la bilateralidad. Según el Gobierno, la situación económica ha impedido afrontar hasta ahora la reforma de la financiación autonómica: siempre que se reabre este debate es para aportar más dinero a las comunidades autónomas y la recesión no dejaba margen para avanzar en esa dirección.
Ayer, durante su conferencia ante el Club Antares de Sevilla, el presidente avanzó que en las entregas a cuenta que se recogerán en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo año para las comunidades autónomas aumentará de una manera considerable lo que repercute en los servicios públicos. «La financiación autonómica se incrementará en 2016 por encima de 7.000 millones de euros, y en el caso de Andalucía se incrementará un 11 por ciento, unos 1.700 millones de euros».
El presidente también confirmó que en 2016 se afrontará la reforma de la financiación autonómica, un tema «muy complejo porque todo el mundo cree que le corresponden más recursos de los que se le dan». Recordó que el actual modelo lo aprobó el Gobierno de Rodríguez Zapatero y que su partido votó en contra, y justificó que hasta ahora no haya sido posible afrontar su modificación en que la prioridad de España era evitar la quiebra y el rescate, empezar a crecer y a crear empleo. «Para repartir la nada, mejor tirar todos del mismo carro e intentar sacar esto adelante».
Rajoy también defendió que estos mecanismos extraordinarios de liquidez suponen un ahorro «importante» para las comunidades autónomas. En el caso de Andalucía, será de 500 millones de euros, con intereses al 0 por ciento. Esta situación la contrapuso a la que se vivía en 2011, cuando «algunas autonomías –refiriéndose a Cataluña– se financiaban al 7,75 por ciento con los denominados “bonos patrióticos”». Todas las comunidades reclaman más recursos en este debate y Rajoy reconoció que actuó de la misma manera cuando era vicepresidente de la Xunta de Galicia, puesto que le correspondía negociar la financiación autonómica. «Incluso cuando estaba de acuerdo decía que no lo estaba», confesó.
Especialmente crítico se mostró el presidente del Gobierno con el órdago independentista catalán, remarcando que se cumplirá la ley y, si alguien pretende violentarla, «no se lo vamos a permitir». En este sentido, dejó claro cuáles serán sus armas: unidad de España, soberanía nacional, igualdad, solidaridad, libertad y derechos fundamentales. «Voy a defender el núcleo fundamental de la Constitución española en todo momento porque creo en ella y porque es mi obligación», sentenció, al tiempo que señaló que «fuera de la ley nada es posible y dentro de ella hay muchas más cosas que son posibles».
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