Rajoy vende a Obama la confianza en la nueva España

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llegará esta tarde a la base aérea de Andrews en Washington para realizar una visita oficial de trabajo de dos días que tendrá como punto culminante su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la Casa Blanca mañana lunes. Moncloa se ha propuesto que este viaje logre que las relaciones entre España y Estados Unidos superen definitivamente el clima de relativa frialdad que las dos últimas legislaturas socialistas establecieron entre ambas naciones y que los lazos con este socio y aliado fundamental de nuestro país recupere buena parte de la fortaleza previa a 2004.

La delegación española se ha preparado a conciencia para lograr ampliar el ámbito de cooperación entre ambos países más allá del campo estratégico y de Defensa (en el que España es considerado un valioso aliado por Estados Unidos), hacia otras áreas cruciales para los intereses españoles, especialmente en lo económico y comercial. En efecto, hoy por hoy, es en cuestiones de Defensa donde la relación entre ambos países es considerada más valiosa para Estados Unidos. A la próxima llegada a la base de Rota de los destructores y la dotación del escudo antimisiles estadounidense hay que añadir el despliegue en Morón de una fuerza de ataque rápido capaz de actuar en el Sahel. Esta unidad, compuesta por 500 marines, tiene autorización para permanecer en España hasta abril ya que en principio estaba previsto que Morón fuera sólo un lugar de acuartelamiento provisional hasta que se lograra encontrar una posición más favorable en el norte de África.

La delegación española prevé que, durante los encuentros que tendrán lugar en Washington a partir de mañana, la parte estadounidense pedirá que se amplíe no sólo el periodo en el que esta fuerza de despliegue rápido permanezca estacionada dentro de nuestras fronteras, sino también el número de efectivos de la misma. En este sentido, Rajoy explicará el firme posicionamiento de España en el Norte de África y cómo nuestro país puede contribuir a los intereses estratégicos de Estados Unidos en esta parte del mundo.

Otro de los temas en los que la parte española prevé que se produzcan preguntas del equipo de asesores de Obama es la situación en Cuba. En este país, un tradicional foco de tensión para Estados Unidos situado a apenas 100 kilómetros de sus costas, España tiene una presencia innegable –en lo económico y lo histórico– y es asimismo indudable que jugará un papel crucial de cara a una posible transición hacia la democracia en el futuro próximo en la isla.

Como no podía ser de otra manera, el Ejecutivo también ha querido dotar el encuentro del presidente del Gobierno con Obama de un marcado carácter económico con el objeto de transmitir el «nuevo aire» de la economía española y, de manera más concreta, propiciar la internacionalización de las grandes empresas españoles, puntal central de la estrategia del Ejecutivo de Rajoy para superar la crisis.

Convencer de la «vuelta de España al crecimiento y las nuevas perspectivas de empleo» es un reto central que la delegación española tiene en mente para este viaje de dos días que comienza a última hora de la tarde de hoy.

A tal efecto, el presidente español estará arropado por al menos 14 altos directivos de multinacionales españolas que le acompañaran el martes a un almuerzo con 150 grandes empresarios estadounidenses (IBM, General Electric, Lilly, Microsoft, Google, UPS, Hewlett Packard, entre muchas otras).

La agenda del presidente, que viajará sin su esposa Elvira Fernández, comenzará a primera hora del lunes con una visita protocolaria al cementerio nacional de Arlington. Posteriormente tendrá lugar la entrevista de una hora que Obama y Rajoy mantendrán en el Despacho Oval de la Casa Blanca, previsto para las 14:15.

Tras el encuentro, ambos mandatarios realizaran unas breves declaraciones a la prensa en las que los temas estarán pactados entre ambos gabinetes. Éste es el momento en el que Barack Obama avalará las reformas económicas emprendidas por España para superar la crisis económica, espaldarazo al que la delegación española intentará sacar todo el rédito posible en los encuentros de carácter empresarial que tendrán lugar al día siguiente.

Rajoy y Obama departirán también sobre otros puntos de interés de la agenda bilateral. Entre ellos destaca el inicio de las negociaciones para el acuerdo de Comercio e Inversiones entre ambas naciones, que ayudará a nuestras empresas constructoras y a las fábricas españolas del sector de la automoción competir en condiciones más ventajosas en el mercado norteamericano. Cimentar la imagen de España como país que empieza a volver a ser atractivo para el inversor extranjero es otro de los puntos fuertes en la lista de objetivos del viaje y, en este contexto, hay que encuadrar el encuentro de Rajoy con Christine Lagarde en la sede del Fondo Monetario Internacional en Washington, a donde se trasladará el jefe del Ejecutivo desde la Casa Blanca. También el lunes tendrá lugar el encuentro con líderes republicanos y demócratas en el Congreso de Estados Unidos durante el que el presidente español impondrá la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al presidente de la Cámara de Exteriores del Senado, Bob Martínez, que presidió el USA Spain Council.

El martes la economía y los encuentros empresariales ocuparán la pista central de la actividad de la delegación española en la capital de Estados Unidos. El plato fuerte de la segunda jornada del viaje oficial será el almuerzo presidido por Rajoy entre los empresarios españoles y 150 representantes de grandes corporaciones estadounidenses.