Autónomos

La reducción de jornada provocará un coste extra «de golpe» del 10% a los autónomos

El emprendimiento y el trabajo autónomo, pese a las cifras récord de afiliación, vive un éxito ficticio que se puede ven ir abajo con un giro mínimo en la situación económica. Las cargas impositivas, la subida de las cotizaciones, las trabas burocráticas y la inflación han llevado al límite a los trabajadores por cuenta propia, que avisan de que si la situación continúa así, «puede acabar su futuro como emprendedor». No en vano, el coste de medidas como la reducción de jornada -por una mayor fiscalidad y el aumento de cotizaciones sociales- puede tener un coste adicional anual del 10%. Así lo constata el último barómetro de ATA correspondiente al segundo trimestre, en el que siete de cada 10 autónomos tiene una percepción negativa sobre la situación económica actual y no confía en que 2025 acabe siendo un buen año.

Tampoco lo cree su presidente, Lorenzo Amor, que expresó en su presentación que «la incertidumbre, la inseguridad, la inestabilidad política y la falta de confianza está pasando factura a los autónomos, a sus negocios y a la inversión», lo que ha llevado a romper una tendencia positiva en las perspectivas de la actividad económica en el corto plazo. «Lo que estamos viviendo cada día en la política es como una telenovela, con un capítulo nuevo cada día.

La incertidumbre está pasando factura porque ni siquiera sabemos qué va a pasar mañana. Y esto ataca al eslabón más débil de la cadena, los autónomos, que están viendo un freno importante a la inversión y la actividad económica de las pymes, que son con las que trabajan la mayoría de autónomos. Todo ello provoca una falta de confianza por la inseguridad jurídica y por la incertidumbre política a la que hay que ponerle una solución cuanto antes. Hay que tener sentido de Estado y pensar en el bien general, no en el personal», incidió Amor.

Y esta incertidumbre e inseguridad se refleja claramente en el resultado del barómetro. Solo tres de cada 10 autónomos encuestados afirma que su negocio ha crecido respecto a hace un año, frente al 30% que dice que ha descendido, mientras que el resto se ha mantenido sin variaciones. Del 25,3% de los autónomos que afirman que su facturación ha aumentado, ocho de cada diez consideran que este aumento ha sido por debajo del 15%. Únicamente el 10,4% de los autónomos que han visto mejorar su facturación afirman que el incremento ha sido de más del 20%. En cuanto al 37,7% que ha visto cómo su facturación ha disminuido con respecto al segundo trimestre de 2024, el 42,3% cifra la caída en más del 11%.

En este contexto, Amor alertó de que este es el «peor barómetro que hemos presentado en dos años en términos de confianza» por la «asfixia fiscal y la persecución a la que Hacienda somete a los autónomos, con nuevos avisos y miles trámites burocráticos». Una situación que avisa puede ir a peor si se aprueba la reducción de jornada laboral, por lo que advierte de que «si la ley del ‘‘solo sí es sí’’ fue un fracaso y provocó lo que provocó, esta también lo va a ser, porque no se ha valorado el impacto sobre las pymes y los autónomos. Es una bomba para los autónomos que generan empleo por el aumento de fiscalidad y de las cotizaciones. Ningún autónomo va a poder soportar esto y tendrán que cerrar o despedir». ATA calcula que, «de golpe», el incremento de los costes laborales sería del 10% en su primer año de entrada en vigor, por la subida de salarios y cotizaciones.