Mercado laboral
La reducción de jornada de PSOE y Sumar costará 7.800 millones
Los analistas cifran entre 100.000 y 273.000 la pérdida de empleos por rebajar las horas a 37,5. Avisan del «insostenible» aumento de los costes laborales
La implantación de la reducción de la jornada laboral pactada entre los dos socios de Gobierno, PSOE y Sumar, continúa sin ser bien recibida por los analistas. Los últimos en pronunciarse han sido los de BBVA Research, que en su último informe "Situación España" avisan de que esta rebajas de horas de trabajo que se plantea, desde las 38,5 horas en 2024 hasta llegar a las 37,5 horas en 2025, restaría en torno a seis décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y ocho décimas al del empleo. Eso significaría que se perderían de golpe 7.800 millones de crecimiento y cerca de 100.000 puestos de trabajo "de no tomarse medidas compensatorias que alivien la tensión en los costes laborales".
Sin embargo, otros estudios elevan aún más esas cifras. El Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria asegura que la reducción dejaría casi en nada el crecimiento del empleo a tiempo completo que proyecta el Ejecutivo para 2024. Según advierten, con una reducción de la jornada equivalente a 2,5 horas semanales, la disminución de la jornada laboral sería del 6,3%, que, aplicados los valores de elasticidad, puede llevar a una merma en el empleo del 1,8%. En 2024, al quedarse en 38,5 horas, el efecto en el empleo sería de una reducción del 1,1%, suficiente para destruir casi todo el empleo a tiempo completo previsto por el Gobierno en el Plan Presupuestario remitido este mes a Bruselas (1,4%). En números redondos, supondría la destrucción de 220.000 empleos. Las 53.000 restantes, hasta alcanzar los 273.000 que calcula el Observatorio, se perderían con la bajada ya en 2025. Además, el informe avisa de que el crecimiento "se va a desmoronar", con una rebaja de la estimación de crecimiento hasta el 0,9% en 2024.
Especial preocupación le produce al equipo de Rotellar el aumento de los costes laborales y ponen sobreaviso de que el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) supondrá un nuevo incremento de costes importante para las empresas, "que cada vez tienen más difícil cubrirlos" y que debe ser soportado por la generación de valor añadido suficiente por los trabajadores. "Si cada vez se sube más, será más difícil que lo puedan cubrir, con lo que puede conllevar una destrucción de empleo, un incremento de la economía sumergida, con todas sus consecuencias; y una pérdida de actividad económica de las empresas que no puedan resistir este aumento de costes".
Problemas para la actividad
En el mismo sentido, es precisamente este aumento en los costes laborales, la carga fiscal y los cambios que puedan producirse en la deuda entre administraciones públicas y su efecto sobre el coste de financiación del Tesoro lo que preocupa sobre manera a BBVA Research, porque tendrá "efectos significativos en la actividad y el empleo, sobre todo para algunos sectores y colectivos". Sus estimaciones preliminares apunta a que, de no tomarse medidas compensatorias que alivien la tensión entre los empresarios, tanto por los costes laborales como por la pérdida de intensidad en la actividad empresarial, sus costes podrían dispararse hasta en un 1,5% del PIB, casi 18.000 millones, incluido también el recorte del tiempo de trabajo.
Aunque el informe apunta que la desaceleración "parece estar siendo algo menos intensa de lo esperado" y que el empleo, sobre todo en servicios no relacionados con las administraciones públicas o con el turismo, está "sosteniendo la actividad" hasta ahora, el crecimiento del PIB en España en el cuarto trimestre ya apunta el parón y podría estar alrededor del 0,2% trimestral, lo que acabará impactando de forma negativa en la contratación a causa de "volatilidad del ciclo político a la contratación de las administraciones públicas", en un entorno donde únicamente resisten tanto la hostelería como las manufacturas. "Tanto los datos de la contabilidad nacional trimestral, como la información en tiempo real, confirman un cambio en la composición del crecimiento durante los últimos meses, donde el consumo doméstico ha ganado participación, en detrimento de las exportaciones, que han caído o se han estancado, y de la inversión privada, que no muestra tendencia alguna".
Por ello, y según el informe, se acumulan las señales que demuestran la necesidad de reformas que incrementen la inversión, reduzcan el desempleo, además de mejorar la productividad y los salarios. "Reducir la incertidumbre que viven las empresas y los hogares debería de ser una prioridad fundamental para incrementar la inversión y crear puestos de trabajo". Para ello, BBVA Research reclama a las instituciones llegar a un consenso sobre algunas de las principales líneas de acción que se requieren. "Un plan de consolidación fiscal a medio plazo, junto con una regulación y fiscalidad que fomenten la inversión serán clave para impulsar la inversión".
Por esta razón, el centro de estudios económicos del banco mantiene su previsión de crecimiento del PIB para España en 2023 en el 2,4%, revisa tres décimas a la baja sus proyecciones para 2024 hasta el 1,5% y prevé una aceleración del crecimiento en 2025, hasta el 2,5%, con una clara tendencia negativa como resultado de la "incertidumbre sobre el deterioro en la actividad en la eurozona, del complejo contexto geopolítico y de las dudas que genera el potencial alcance de las políticas económicas delineadas en los acuerdos para formar Gobierno en España", a lo que añade las intenciones del nuevo Gobierno de coalición de añadir más tensión a la actividad empresarial con la rebaja de la jornada laboral, con una subida del SMI por encima del IPC y de mayores costes laborales para sostener el incremento de los gastos que anuncian ya con la reforma del desempleo y sus prestaciones. Una situación que complica la creación de empleo, máxime cuando a las empresas "les ha costado cada vez más encontrar trabajadores con una formación en línea con lo que necesitan por la falta de cualificación".
Déficit
En esta tesitura, y antes de la aprobación de medidas que afectan a la actividad empresarial y al empleo -como la reducción de jornada-, los analistas apuntan que "sería necesario realizar una evaluación detallada de los efectos potenciales de la propuesta y hacer partícipes a los interlocutores sociales en el diseño y futura ejecución" y no reducirlo a una decisión unilateral y política en base a un pacto entre los dos socios de Gobierno. Máxime cuando los próximos Presupuestos Generales del Estado serán prorrogados y no se aprobarán al menos hasta el final del primer trimestre, lo que hará que "el ambicioso proceso de consolidación fiscal tenga que producirse en menos de 12 meses se retrasará, potenciando su efecto negativo sobre la actividad", alertan. Las estimaciones de BBVA Research para el déficit apuntan a que el 2023 España terminará en el 4,1%, mientras que se moderará en 2024 al 3,7% -superior en siete décimas a la previsión del Ejecutivo- y se situará en el 3,5% en 2025.
Además, la inversión puede verse "especialmente afectada" por un entorno de tipos de interés elevados, y ya ponen en duda el efecto tractor, mucho "menos significativo de lo esperado", por parte de los fondos Next Generation y la incertidumbre sobre la política económica. En este sentido, señalan que la "lentitud" en la licitación y adjudicación de los proyectos apuntan a que la contribución al crecimiento de estos recursos en el período 2023 a 2025 estará por debajo de lo inicialmente estimado. Por el otro, consideran que la política económica añade "incertidumbre sobre la evolución futura de los costes laborales, de la carga fiscal y del coste de financiación del Tesoro".