Trabajo

La reducción de jornada apenas tendrá efecto a corto plazo sobre trabajadores y empresas con convenio

La mayoría de empresas por convenio ya está por debajo de las 38,5 horas semanales que marca la primera fase de la reforma. El segundo tramo de la reducción, hasta las 37,5 horas, sí que afectaría a 10,3 millones de trabajadores

Comparecencia de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la comisión de trabajo en el Congreso de los Diputados.
Comparecencia de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la comisión de trabajo en el Congreso de los Diputados.Alberto R. Roldán La Razón

La apuesta de Yolanda Díaz de aprobar una reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales parece que es más una apuesta política que una medida laboral que ponga en peligro la productividad de las empresas, al menos en el corto plazo. Así lo creen tanto la patronal como los sindicatos, que han recordado varias veces a los representantes ministeriales desde que anunciaron la reforma que la incidencia en su primera fase –la que dejará la jornada laboral inicial en 38,5 horas– apenas tendrá incidencia real en la mayoría de las empresas. La razón es que la jornada laboral media pactada en convenio colectivo cerró el año 2023 en 38,3 horas semanales, por debajo tanto de la jornada legal de 40 horas como del primer tramo de la reducción que pretende llevar a cabo el Ministerio de Trabajo, aunque por encima del tope 37 horas y media al que se pretende llegar esta legislatura y que se empezará a negociar en breve con los agentes sociales.

Esas 38,3 horas semanales de 2023 equivalen a una jornada media anual de 1.748,6 horas, frente a las 1.735,7 horas, unas 38 horas semanales, registradas a cierre de 2022, según datos oficiales. El cómputo total anual de las horas es la clave, porque aun trabajando ocho horas diarias, las jornadas y periodos de descanso fijados por convenio –más allá de los festivos y vacaciones legales– pueden reducir el tiempo de trabajo anual por debajo de las 1.825 horas que suponen 40 horas semanales

De los 3.512 convenios vigentes a cierre de 2023, sólo 290 que afectan a 357.496 trabajadores, tienen jornadas de más de 40 horas semanales, y 183, que se aplican a 436.500 empleados, tienen pactadas jornadas semanales entre 39,5 y 40 horas. El grupo más numeroso, con casi 5,3 millones de trabajadores, está en convenios con jornadas de entre 38,5 y 39,5 horas semanales, mientras que 3,4 millones están en convenios de entre 1.712 y 1.758 horas anuales, el equivalente a entre 37,5 horas y 38,5 horas semanales. El segundo tramo de la reducción, hasta las 37,5 horas, ya afectaría a 10,3 millones de trabajadores.

Una situación que corroboró ayer CC OO en su estudio «Evolución de los salarios y tasa de cobertura», presentado por el secretario general, Unai Sordo, que confirmó que la jornada media recogida en los convenios colectivos supone ese total de 1.748,6 horas. De esta manera, la reducción de jornada a 38,5 horas, teniendo en cuenta la propuesta actual del Gobierno, situaría la jornada laboral en 1.758,16 horas para este año y la reducción a 37,5 horas las situaría en 1.712,50 horas. Así, para aquellas empresas que tienen jornadas que se sitúen en torno a la media de la jornada sectorial pactada (1.751,56), la reducción a 38,5 horas «no tendría afección», aunque la posterior de las 37,5 horas semanales en 2025, con una reducción anual de 39,06 horas, sí lo haría.

El campo, el comercio y la hostelería serían los sectores más afectados, ya que su jornada es más elevada.