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Los "riders" autónomos franceses cobrarán un salario mínimo de 11,75 euros por hora

Esta garantía se aplicará no sólo al tiempo de entrega, sino también al tiempo que el repartidor invierte en recoger y dejar el pedido, incluyendo posibles esperas

"Riders" de Uber Eats y Glovo por el centro de Madrid.
"Riders" de Uber Eats y Glovo por el centro de Madrid.Jesus G. FeriaLa Razón

Los "riders" autónomos franceses cobrarán un salario mínimo de 11,75 euros por hora. Tras seis meses de negociaciones, el sindicato FNAE ha alcanzado con la asociación sectorial API -de la que son miembros Uber Eats, Deliveroo y Stuart- un primer acuerdo que fortalece las condiciones laborales de los repartidores autónomos de plataforma en Francia. Se suman así a sus compañeros conductores autónomos de VTC que en enero lograron un acuerdo para cobrar un mínimo de 7,65 euros por viaje, un 27% más que los seis euros que se les abonaban hasta el momento.

"En el futuro será imposible (...) que un repartidor pueda ganar menos de 11,75 euros por hora de trabajo efectivo", indicó en un comunicado Grégoire Leclercq, presidente de la FNAE. "Es una victoria inmediata para los repartidores, de los que al menos el 20% están por debajo de este umbral", añadió. Por su parte, el sindicato Union Independants consultará esta medida con los repartidores y tiene la posibilidad de firmar el acuerdo en futuras fases.

Así, por primera vez en el sector, los trabajadores autónomos recibirán una garantía de salario mínimo por hora, independientemente de la plataforma para la que trabajen, ya que el acuerdo fija que el mínimo salarial se aplicará a todas las plataformas ya existentes y futuras. Teniendo en cuenta que actualmente el salario mínimo francés por hora es de 11,27 euros brutos, es decir, sin descontar impuestos y cotizaciones sociales, el salario de los repartidores de plataforma será algo superior.

Además, esta garantía se aplicará no sólo al propio tiempo de entrega, sino también al tiempo que el repartidor invierte en recoger y dejar el pedido, incluyendo posibles esperas, "lo que convierte este suelo mínimo de ingresos en una nueva garantía para asegurar que cada trabajador independiente reciba una compensación justa por su trabajo en las plataformas", apunta la API en un comunicado. Obviamente, los mensajeros tienen la posibilidad de ganar más de 11,75 euros la hora en función de sus niveles de actividad. De hecho, para garantizar que maximizan sus ganancias, las plataformas se han comprometido a proporcionar a los repartidores información en tiempo real sobre las áreas con mayor demanda.

Los sindicatos y las plataformas también alcanzaron otro acuerdo para regular las finalizaciones de contrato, con el fin de evitar desconexiones (despidos) arbitrarias. El nuevo marco acordado exige mayor transparencia sobre las diferentes razones que conducen a la desconexión de un repartidor y sobre los procesos de apelación existentes. Además, se contemplan medidas preventivas para evitar la desconexión, como la notificación de incidencias o la lucha contra las acusaciones falsas de clientes. Los interlocutores sociales también querían tener en cuenta la situación de los mensajeros extranjeros introduciendo un plazo de preaviso antes de la expiración de un documento de identidad que les permitiera trabajar en Francia.

¿Esta medida sería posible en España?

A diferencia de España, donde la “Ley Rider” establece la presunción de laboralidad para todos los repartidores de plataformas, Francia tiene regulado el “Auto-entrepreneur”, una figura laboral que permite que los trabajadores de plataformas digitales operen plenamente como autónomos.

En España tanto Glovo como Uber Eats operan parcialmente con autónomos, alegando que su modelo esquiva la presunción de laboralidad de la “Ley Rider”. Estos trabajadores no tienen reconocido el derecho a representación sindical, reservado para los repartidores asalariados. Por lo tanto, si las asociaciones de “riders” autónomos se sentaran a hablar con las empresas para reclamar un salario mínimo su poder de negociación sería nulo y quedarían a merced de la decisión empresarial. Así, este salario mínimo para repartidores autónomos que se ha acorado en Francia debería ser una concesión de las plataformas de reparto en España, que se topan con la posibilidad de que esta mejora de condiciones pueda conllevar un incumplimiento de la “Ley Rider”.