
Energía
El riesgo del colapso de las redes eléctrias: "Hay que priorizar las inversiones maduras, se pueden ir a Portugal"
En 2024 se concedió menos del 10% de la capacidad de acceso solicitada por la industria, centros de datos, almacenamiento o puntos recarga, y hay peticiones equivalentes a un 40% de potencia contratada hoy en España. La patronal eléctrica descarta una "burbuja"

España necesita más inversión en redes eléctricas si quiere aprovechar "las oportunidades asociadas a la transformación del sistema eléctrico español", según el informe "Conectando el futuro: redes eléctricas para una España más competitiva" presentado hoy por la patronal eléctrica Aelec y Deloitte.
"La propuesta del real decreto va en la buena dirección, pero hay que realizar más actuaciones", ha asegurado Laureano Álvarez, socio de Energía de Monitor Deloitte. En la misma línea se ha manifestado Marta Castro, directora de regulación de Aelec: "Se han modificado los límites inversores hasta alcanzar los 3.400 millones. Nos parece muy positivo el tratamiento igualitario a la red de transporte y la de distribución. El real decreto responde a una petición de Europa. La falta de capacidad no puede ser un elemento de fuga de demanda".
El documento destaca que la red no puede limitarse a mantener o reponer activos sino que debe expandirse y habilitar la electrificación del consumo energético, la descentralización de la generación y la reindustrialización. En este sentido, la inversión en redes de distribución debe aumentar significativamente en las próximas décadas, más del doble.
La red debe, además, digitalizarse, para ser gestionada de forma remoto, en tiempo real "porque los eventos eléctricos pasan a gran velocidad" para responder a eventos críticos "como Filomena o la Dana", ha incidido Álvarez.
Esto no está ocurriendo porque las inversiones están topadas. Aunque la propuesta del real decreto aumenta el límite, la tasa de retribución es muy baja y somos el país -con Portugal- con la tasa de retribución más baja. "Estamos en un 6,4% como propuesta y el resto de vecinos está entre un 7-9%", ha explicado Álvarez.
A estas barreras se suman las administrativas y de tramitación y la incertidumbre regulatoria, así como la descoordinación entre política energética e industrial. En este sentido, el informe aboga por una "alineación" similar a la de Francia, con polos industriales que derivaron en una política energética acorde para suministrarles energía.
Respecto a las inversiones en redes, en España representa el 0,2% del PIB, un nivel inferior al de países como Alemania o Países Bajos, que destinan más del doble. España destina 1.498 millones de euros por los 1.050 millones de Países Bajos (0,55% del PIB).
La tasa de retribución está un 23% por debajo de la media de los países analizados en un momento de elevada competencia. Las barreras administrativas y los largos procesos de tramitación retrasan el desarrollo de infraestructuras hasta 10-11 años, lo que incrementa la incertidumbre.
Por ejemplo, los tiempos de desarrollo en solar son entre 1-5 años; los de eólica terrestre, entre 2-9 años; las redes de media tensión, entre 0,5 y 10 años y los plazos de desarrollo en redes de alta tensión varían entre 0,5-11 años.
"La eólica y fotovoltaica tienen procedimientos más estandarizados. Pero la demanda, cuánto tarda un proceso de demanda, varía mucho porque hay pequeñas industrias, electro- intensivas, infraestructura de recarga (rápida o estándar), puertos, el Ministerio de Transportes, proyectos de hidrógeno o centros de datos... Sí se sabe cómo priorizar los puntos de conexión. Lo importante es identificar las necesidades de demanda, con criterios tan heterogéneos, para evitar la saturación", ha explicado Marta Castro.
La falta de inversión está haciendo que España pierda una oportunidad-país: en 2024 se concedió menos del 10% de la capacidad de acceso solicitada por la demanda industrial, centros de datos, almacenamiento o puntos de recarga. El hidrógeno (62%) tienen el mayor porcentaje de solicitudes de acceso no concedidas, pero lo más preocupante por la pérdida de inversión y empleo es la situación en la industria y el almacenamiento, con el 56% de solicitudes no concedidas.
"El acceso y conexión no discrimina. El distribuidor solo atiende lo que se le está demandando. El primero que llega se lleva la capacidad, sea quien sea. No se da capacidad teniendo en cuenta en qué sector opera. El riesgo de que se vayan primero es para todos, los centros de datos, industrias o almacenamiento. La propuesta de real decreto no cambia esto, establece hitos para agilizar que se otorgue lo que ya está en trámite. Pero esos ya lo habían solicitado", ha explicado Castro.
"Hay peticiones un 40% de potencia demandada sobre la que hay actualmente contratada en España", ha matizado Álvarez. "Muy probablemente se rechace gran parte por falta de capacidad" debido a la deficiente inversión en redes. "Los centros de datos o la industria podría irse a Portugal. Hablamos de una oportunidad de atraer industria", ha remarcado.
"De esos 77 GW de acceso a conexión que tenemos en 2024 en los últimos años se han dado 46 GW, que es prácticamente duplicar la demanda. Las peticiones crecen y en el primer semestre de 2025 estamos al mismo ritmo, el apetito no par de crecer. Pero también es cierto que hemos identificado que es verdad que puede haber duplicidad en demandas de acceso y conexión porque el promotor solicitaba en dos o tres puntos de conexión porque no había un mapa de capacidad que ya hay. Esta duplicidad se va a limpiar en los próximos meses. ¿Significa que los 20 GW de los centros de datos se van a hacer todos? La respuesta es ''no''. Los 19 GW de industria tampoco se van a hacer todos. Pero si se redujera a la mitad la demanda tampoco se podría conectar".
Sobre el riesgo de que haya una sobreinversión en redes para afrontar esa demanda creciente, Castro ha negado ese riesgo. "La última palabra sobre dónde y cuánto se invierte la tiene la Administración Pública porque la regulación en España no permite sobre-invertir, por eso están los límites de inversión a los distribuidores y el transportista de electricidad", ha destallado Castro.
La electrificación en la industria está en el 30% y requerirá de un aumento de sus capacidad de conexión la red para descarbonizarse y aprovechar los precios competitivos de la generación renovable.
El sector de bienes de equipo en redes facturó 4.105 millones de euros en 2022 y da empleo a 12.900 personas. Las inversiones en redes entre 2026-30 se estiman en 21.500 millones de euros.
Aelec, que ha reconocido que algún promotor "avispado" ha derivado demanda a algunos nudos que que nos estaban saturados cuando se publicó el mapa de capacidad, pide en el informe priorizar los proyectos de inversión más maduros y definir un marco regulatorio coherente y estable, adecuando el límite a las inversiones en redes.
"El incremento de la inversión no implica que suban los peajes si acompasamos la inversión a la demanda real, los peajes no suben, disminuyen. Con el nuevo límite de inversión de 3.450 millones, estimamos que los peajes disminuyen un 5%. El coste para los consumidores disminuye y bajaría la factura", ha incidido Castro.
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