Sacyr crece con concesiones de infraestructuras

Sacyr se ha transformado en una gran firma concesionaria internacional. La multinacional prioriza este negocio, ya que es capaz de intervenir en toda la cadena de valor de las infraestructuras: desde la licitación, el diseño y la financiación, hasta la construcción, operación y mantenimiento del activo.

Sacyr cuenta con fortalezas y ventajas competitivas para lograr nuevos proyectos y ponerlos en operación. Desde 2015, la compañía ha puesto en funcionamiento 14 activos y prevé inaugurar más de diez hasta 2028. De hecho, en 2022, entraron en operación seis de sus infraestructuras más relevantes: AVO I, Ruta 78 y el Aeropuerto El Tepual en Chile; Mar-1 y Rumichaca-Pasto, en Colombia, y la autopista A3 en Italia. Además, el año pasado se adjudicó tres nuevos contratos concesionales: Hospital de Velindre (Reino Unido), autopista Buga-Buenaventura y Canal del Dique (Colombia).

Entre los activos que se van a poner en marcha en los próximos meses destaca la autopista Pedemontana-Veneto, una vía de 162 kilómetros en el norte de Italia que ha requerido de una inversión de 2.600 millones de euros, la mayor de Sacyr Concesiones. Pedemontana aporta una cartera de ingresos de cerca de 10.000 millones de euros para la vida de la concesión.

En total, la compañía cuenta con 69 activos concesionales en 16 países que representan una inversión superior a los 20.000 millones de euros. Sacyr invierte principalmente en activos de transporte (carreteras, aeropuertos), hospitales y proyectos relacionados con la sostenibilidad (agua, eficiencia energética).

Ingresos estables y recurrentes

Gracias a este enfoque, Sacyr ha reforzado su estabilidad y solidez, a través del desarrollo de proyectos a largo plazo en países en los que ya cuenta con una trayectoria consolidada.

Los proyectos concesionales que aborda la compañía tienen un bajo riesgo de demanda y generan flujos de ingresos estables recurrentes. Sacyr Concesiones obtuvo una cifra de negocios de 2.072 millones de euros (+40%) y un EBITDA de 879 millones (+74%) en 2022, gracias a la buena evolución operativa de la mayoría de sus activos y a la contribución de las nuevas infraestructuras puestas en servicio.

El valor de estos activos en cartera es creciente y alcanzará los 3.700 millones de euros en 2025 sin tener en cuenta las posibles nuevas incorporaciones que puedan tener lugar en este periodo.

Sostenibilidad e innovación

La innovación, la investigación y el desarrollo son factores clave para su éxito empresarial. En su política de innovación cuenta con diferentes fases que le aseguran las claves del progreso. Selecciona ideas y crea prototipos rápidos, de manera eficaz. Como puntos clave de este modelo de negocio destaca su foco en nuevas tecnologías, transformación digital, y desarrollo sostenible.

El pasado año Sacyr desarrolló 45 proyectos innovadores a los que destinó un presupuesto superior a los 13 millones de euros. Cerca de 350 profesionales de la compañía están implicados en este tipo de iniciativas.

La innovación va de la mano de la sostenibilidad, puesto que este es uno de los focos principales de Sacyr. La empresa desarrolla proyectos para reducir las emisiones de carbono, consumir menos energía, mejorar la gestión de los recursos hídricos y valorizar residuos para reincorporarlos a la cadena productiva.

Crecimiento récord en 2022

Pese al difícil entorno macroeconómico, el Plan Estratégico 2021-2025 de Sacyr está en camino de cumplirse de forma satisfactoria. El EBITDA de la compañía alcanzó el pasado ejercicio los 1.502 millones de euros, lo que representa un incremento del 63% respecto de 2021. Este crecimiento se apoyó en la entrada en operación de varios tramos de autopistas y a que los activos concesionales tienen ingresos directamente ligados a la inflación.

Este aumento del resultado vino acompañado de una sustancial mejora de la rentabilidad (margen de EBITDA), que se situó en la cifra récord del 26%, seis puntos porcentuales más que en 2021.

La cifra de negocios cerró 2022 en 5.852 millones de euros, con un aumento del 25% en el año, y el beneficio después de impuestos alcanzó los 111 millones de euros, frente a los números rojos de 189 millones de euros de 2021. Sacyr demostró en 2022 la solidez de su modelo de negocio, que es predecible y estable. Los activos concesionales aportaron el 88% del EBITDA, es decir, cinco puntos porcentuales más que en 2021.