¿Se convertirá España en la nueva Alemania?

Durante un reciente encuentro entre empresarios japoneses y españoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que, en vez de sobre un inminente rescate, «hoy se habla de cuán grande va a ser la recuperación de España». La frase no sólo es fruto del favorable contraste que ofrece nuestra economía si se la compara con su estado hace doce meses. También obedece a la hipótesis, sostenida por analistas y expertos, de que en España podrían estar teniendo lugar profundos cambios estructurales que, de mantenerse la tendencia actual, convertirían nuestra economía en el nuevo motor económico de Europa. «España –donde los costes laborales están bajando debido a la recesión y a las reformas y donde las exportaciones crecen con fuerza– va camino de convertirse en la nueva Alemania de la zona Euro». Son palabras de Joachin Fels, experto analista de inversión norteamericano DE Morgan Stanley. El dato que parece confirmar su opinión es el fuerte ritmo al que crecen las exportaciones –11,3% en 2010, 7,6% en 2011 y 3,8% en 2012–, que está provocando que nuestra balanza comercial se equilibre a buen ritmo. Cuando Alemania se embarcó en un ciclo de reformas estructurales tras la reunificación de 1999, este país exportaba el 29% de PIB. Ahora sus exportaciones suponen el 52,2%. Hoy, cuando España lleva ya dos años poniendo en marcha reformas análogas, sus exportaciones suponen el 33,1% de su PIB. Sólo dos países de la OCDE, Corea del Sur y Estonia, verán crecer sus exportaciones más que España en 2013, en concreto un 6,4%, según la previsión del Instituto de Estudios Económicos. Otro parámetro en que la economía española recuerda a la alemana de principios de siglo es el de la creciente competitividad de sus empresas. Un español cuesta de media 20 euros hora, muy por debajo de los 33 de Alemania o los 35 en Francia. Eurostat sostiene que los costes laborales en España son un 35% más baratos que en Reino Unido. Aunque hay datos –paro, volumen de exportaciones, evolución demográfica– en los que la distancia con Alemania es insalvable, los rasgos comunes de ambas economías hacen albergar un cauto optimismo acerca de «cuán grande puede ser la recuperación española».