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Señales que indican que no has acertado con tu nuevo empleo

Si te entran las dudas, analiza las causas que te impiden ser feliz en tu trabajo y ve si tienen solución
Si te entran las dudas, analiza las causas que te impiden ser feliz en tu trabajo y ve si tienen soluciónlarazon

A la hora de cambiar de trabajo hay que tener en cuenta muchas variables, porque una mala elección podría, en algunos casos, arruinar nuestra felicidad.

Te fijaste sólo en que era un trabajo bien remunerado y no tuviste en cuenta que la empresa carecía de un plan de crecimiento profesional o de una política de felicidad y ahora sientes una gran frustración por trabajar en un lugar que no cumple con tus expectativas. Esto mismo le pasó a Juan, un joven informático que después de 10 años en el mismo trabajo decidió dar un paso en su carrera y cambiar de empleo sin analizar el tipo de empresa a la que se cambiaba. Resultó que tenía un alto nivel de rotación, y después de prestar sus servicios por un escaso periodo de tiempo, fue invitado a abandonar la empresa. «Lo primero que debemos preguntarnos es qué nos puede ofrecer la empresa más allá del salario. En nuestra fase de análisis es muy importante saber, por ejemplo, si cuenta con una política de crecimiento profesional», explica Alberto Gavilán, responsable de Recursos Humanos de Adecco. Hoy en día con internet al alcance de todos es fácil obtener todo tipo de información de la empresa a la que queremos dar el salto, desde su cultura corporativa hasta el nivel de satisfacción de los empleados, añade Gavilán.

Una mala elección puede arruinar, en algunos casos, la felicidad y revertir esa situación no es tarea fácil; por eso los expertos de Recursos Humanos aconsejan analizar todas las variables antes de dar un paso en falso. «Si elegimos mal la sensación es de frustración y supone volver de nuevo a la búsqueda de empleo», concluye el experto de Adecco. Antes de firmar la carta de renuncia primero tendremos que preguntarnos qué le falta a nuestro trabajo que impide que nos satisfaga y en segundo lugar ver si tiene solución. Tal vez un cambio de departamento es suficiente para sentirnos más felices.

Tristeza, nostalgia

La melancolía por nuestro anterior empleo, o nostalgia, la tristeza, la irritabilidad, la dificultad para conciliar el sueño, estar excesivamente cansado de noche y, al día siguiente, lo que se conoce como cansancio sostenido, son claros indicadores de que no estamos bien, explica Marta Romo, socia directora de BE-UP. «Si nos unimos al grupo de críticos de la empresa, es otra clara señal de que no estamos donde queríamos estar». Para no llegar a este escenario, Romo aconseja tener claro si los deseos de cambiar de empleo responden a un «calentón» emocional por algún tipo de injusticia sufrida, porque entonces este hecho nos impedirá ver con claridad. Pero si, después de hacer estos análisis seguimos decididos a cambiar de empleo, Marta Romo aconseja no pasar por alto los siguientes puntos: es importante fijarse en la cultura de la empresa y ver si encaja con nosotros. Por ejemplo, si somos muy innovadores, comprobar que la empresa no sea muy tradicional. Otro aspecto fundamental es entrevistar a nuestro empleador, intentar conocer al jefe para no llevarnos sorpresas. Valorar las cosas que son importantes para trabajar como, por ejemplo, la carrera profesional dentro o fuera de nuestras fronteras y preguntar por ello. Importante es también hacer una lista con nuestros «innegociables», como una política de conciliación favorable.

Coherencia

Para los trabajadores conocer la reputación del empleador es hoy más importante que hace cinco años. Asegurarse de que la cultura de la empresa está alineada con nuestros valores puede ser una garantía de éxito en nuestro salto laboral, explica María José Martín, directora general de Right Management. A la hora de cambiar de trabajo no debemos pasar por alto conocer el desarrollo de la empleabilidad de las personas que trabajan allí. «En un mundo en continuo cambio, aquellas que hagan una mayor inversión en la mejora de la empleabilidad de la plantilla y que sean coherentes entre sus políticas, valores y realidades, tendrán una mayor capacidad para atraer talento», asegura Martín. Añade que «no menos importante es indagar sobre los planes de la compañía a medio y largo plazo, qué sostenibilidad tiene el proyecto y cómo invierten en cultura de innovación, lo que les permite navegar mejor en la transformación continua de los modelos de negocio».

Es el sueldo lo más importante? Obviamente es muy importante a la hora de decidirse por un nuevo rumbo laboral, explica Amber Wigmore, directora ejecutiva de Career Services de IE. Sin embargo, añade, «ser absolutamente infeliz con un sueldo elevado no debería ser el objetivo de ninguna persona porque, especialmente a largo plazo, el grado de insatisfacción puede ser tan importante que no se compense con niguna cuenta corriente». Elegir mal no es el fin del mundo. Para la experta de Right Management, «las consecuencias negativas siempre se sufrirán en términos de carrera, sin embargo, hay que recordar que incluso cuando se sufre un “traspiés”, lo más importante es la actitud que se tome después». Wigmore añade que nadie puede «asegurarte plenamente que tu decisión sea la correcta; pero con una preparación adecuada las posibilidades de éxito actual o en el futuro en el mercado laboral aumentan tanto que merece la pena intentarlo con todas las fuerzas».