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Septiembre, más cuesta que nunca

Septiembre, más cuesta que nunca
Septiembre, más cuesta que nuncalarazon

El regreso al colegio supone una complicación para muchos padres. Los libros se encarecen y la tecnología incrementa el coste total, que se estima en 869 euros por alumno. Esto representa alrededor de un 3% de los ingresos familiares anuales.

Septiembre. Al leer esta palabra a más de uno le habrá entrado pánico. No sólo porque este mes pone fin (extraoficialmente) al verano, sino porque toca afrontar una de las etapas más difíciles en materia económica para las familias. Después del gasto de las vacaciones, que a veces se sale del presupuesto, llega la vuelta al colegio de los más pequeños de la casa. Y la educación, para nada, sale barata. Este año se prevé que cada alumno conlleve un coste (entre material escolar, libros de textos, uniforme...) de 869 euros, según el comparador de precios kelisto.es. Por si fuera poco, las navidades van asomando, un motivo más para que a muchos tengan que hacer un sobreesfuerzo en la cuesta de septiembre.

Y es que cada vez es más empinada. Desde el año 2011, el gasto medio que realizan las familias para la vuelta al colegio no ha parado de subir. El aumento ha sido de un 8,4%, similar al crecimiento del Índice General de Precios entre septiembre de dicho año y julio de 2018 (últimos datos resgistrado), que ha sido del 6,7%, ratifica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con las cifras de agosto ya entre las manos, se puede afirmar que la vida sube su coste, pues la inflación se ha mantenido en el 2,2% el pasado mes. Todo es más caro, no sólo lo educativo.

Una de las mayores preocupaciones de los padres lo constituyen los libros de texto. Seguro que conoce a mucha gente que guarda los que ha tenido un hijo mayor para los pequeños, esperando que el centro no cambie de editorial o esta misma no modifique los libros; o a padres que se organizan para prestárselos entre ellos y evitar el gasto, ya que es uno de los más elevados. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la media por cada alumno ronda los 200 euros.

Libros

Y si bien el artículo 9 de la Ley del Libro indica que los de la enseñanza no obligatoria deben disfrutar de un precio fijo y un descuento máximo de un 5% en los establecimientos, el precio de los de Primaria y Secundaria es libre. Las editoriales y los distribuidores pueden imponer los costes que crean conveniente y los que han decidido para el próximo curso son más caros. De hecho, un estudio realizado por el OCU indica que el conjunto de los libros de texto ha aumentado su valor un 3,4%, mientras que el encarecimiento de los de precio libre es aún mayor, un 4,2%. Respecto a estos últimos, a la hora de comprarlos es muy importante comparar, pues la libertad de los establecimientos para establecer el coste provoca que las diferencias de precios alcancen hasta un 10%. Para evitar estos vaivenes económicos, muchos optan por tomar «el camino más barato», y comprar los libros de segunda mano. Así, un estudio de milanuncios apunta que esta manera de adquirir libros se incrementa un 194% en los meses de verano, previos a la temida cuesta de septiembre.

Uniforme

Una encuenta realizada por Privalia sostiene que la mitad del presupuesto para la vuelta al colegio se destina a los libros. Tras ellos, la vestimenta en general es lo que más dinero concentra, un 32% del total. La mayoría de los padres prefiere que el colegio imponga un uniforme, pues es una forma de ahorrar en el armario de los estudiantes. Sin embargo, lo que no se desea es que se obligue a comprarlo en un establecimiento concreto. Este tipo de acuerdos entre centros escolares y empresas suele encarecer el uniforme, además de suponer «una irregularidad que debe ser denunciada por los consumidores», admite la Asociación Murciana de Consumidores y Usuarios. Con todo, la OCU manifiesta que lo más habitual es pagar por las prendas alrededor de 150 euros, a lo que se añaden, entre otros elementos, las mochilas.

El cambio en los hábitos educativos también ha supuesto que «la cesta de la vuelta al colegio» se haya encarecido. La implantación de la tecnología como parte fundamental del proceso de enseñanza obliga a los padres a afrontar un gasto importante en ordenadores o «tablets». Es cierto que éstos se pueden mantener durante unos cursos, pero estos dispositivos tienen una obsolescencia programada, por lo que cada cierto tiempo habrá que renovarlos. Sin olvidar que, a día de hoy, todavía hay centros que se están incorporando, curso tras curso, a esta corriente tecnológica en la educación. Aunque suponga un «gasto adicional», explica la OCU, algunos padres lo valoran en positivo pues, por otro lado, se ahorra en libros de texto y en material escolar.

Salarios

El conjunto de los gastos escolares que se tienen que enfrentar en septiembre hacen cada vez más daño a las carteras. Sobre todo porque los ingresos no han experimentado un incremento paralelo. Al contrario, se han congelado. Mientras que en 2014 los salarios subieron un 0,7%; en 2015 un 1,1%; en 2016 (última variación publicada recientemente por el INE), sólo lo hicieron un 0,2%, y esto tras varios años de contundente recesión en los salarios, que no se han llegado a recuperar del todo en estos años.

Como consecuencia del crecimiento de todos éstos, en los últimos años los gastos provocados por la vuelta al colegio recortan una mayor cantidad de los ingresos de las familias en un año. Mientras en 2008, el coste de la cuesta de septiembre educativa representaba en torno al 2,5% del presupuesto anual, a partir de 2012 (cuando España estaba en su peor situación recesiva) se disparó hasta situarse alrededor del 3%.

El tope lo alcanzó en 2014 con un 3,13%, y es verdad que desde entonces ha ido bajando lentamente hasta que, en el presente año, se espera que el gasto baje por primera vez, de forma muy leve, de esa barrera del 3% . Por lo tanto, aún ocupa una parte bastante elevada de los ingresos, la misma que en los peores momentos de la crisis.

Impuestos

Por si no fuese suficiente, más allá de los gastos de la escolaridad de los hijos, las familias también sufren un verdadero «hachazo» en forma de impuestos en este septiembre. Precisamente, el coste de la «vuelta al cole» y de las vacaciones provoca que bastantes contribuyentes aguanten hasta el 20 de septiembre para abonar lo correspondiente a los tributos que se pueden pagar hasta dicha fecha. Estos son, especifica la Agencia Tributaria, «las retenciones e ingresos a cuenta de rendimientos del trabajo, las actividades económicas, los premios y determinadas ganancias patrimoniales e imputaciones de renta, las ganancias derivadas de acciones y participaciones de las instituciones de inversión colectiva, las rentas de arrendamiento de inmuebles urbanos, el capital mobiliario, personas autorizadas y saldos en cuentas».

Además, a este conjunto de tributos se añade el Impuesto sobre las primas de seguros, el Impuesto al Valor Añadido a los contribuyentes que les corresponda, el Impuesto Especial de Fabricación, el Impuesto Especial sobre la Electricidad y los Impuestos Medioambientales.

Por otra parte, una modificación legislativa tendrá una dura consecuencia en uno de los sectores con mayor relevancia en la industria española, el de la automoción. A partir de septiembre entrará en vigor el nuevo protocolo de medición de emisiones (el WLTP, «Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedures»), por el que los vehículos de gasolina que emitan menos de 120 gramos por kilómetro pasarán de estar exentos a tributar al 4,75%, lo cual afectará, según la Asociacion Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), a «hasta un 10% del mercado». Este impuesto, evidentemente, se traspasará al precio final de los coches, que serán más caros que antes del verano.

Este sólo es un motivo más para que septiembre cueste cada vez más y, de esta manera, siga destacando como el mes más difícil de afrontar, económicamente hablando. Incluso más que enero, cuando se produce el encarecimiento de diversos productos y servicios. Claro que los gastos dependen de las condiciones de cada uno. Es decir, respecto a la vuelta al colegio, los pagos que una familia tiene que afrontar por un alumno que está escolarizado en un colegio público puede ser de la mitad en comparación a un estudiante inscrito en una entidad pública. Y en el caso de los impuestos, como es lógico, no todos los contribuyentes van a «sufrirlos» en esta cuesta de septiembre.

Trucos para ahorrar

La palabra ahorro cobra más sentido en los meses de enero y septiembre, cuando se producen las famosas «cuestas» que reducen la economía familiar. Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios lanza en estas fechas una serie de consejos para conseguir que el coste de la vuelta al colegio no sea tan abultado. De todos ellos, el más importante y evidente es el de comparar los precios antes de ir a comprar. Excepto en los libros de texto de la enseñanza no obligatoria, el resto de material que se adquiere es de precio libre, por lo tanto, puede sufrir fuertes variaciones dependiendo del establecimiento. Y cuando se dirija a ellos, es mejor ir sin los niños, ya que puede provocar que se realicen gastos innecesarios. En parte porque ellos no atienden a los ofertas y los descuentos, que resulta la forma más directa de ahorrar, pero se debe tener los ojos bien abiertos para aprovecharlos. Asi, escalonar las compras para que el gasto no se produzca de golpe y el consumo colaborativo entre familias también son otras vías para que la cesta de la compra no sea tan costosa.