FMI

Kristalina Georgieva, candidata europea para suceder a Lagarde en el FMI

La candidata búlgara supera al proalemán Dijsselbloem, mientras Sánchez deja caer a la ministra Calviño tras los escasos apoyos recabados en la primera votación.

Kristalina Georgieva/Reuters
Kristalina Georgieva/Reuterslarazon

La candidata búlgara supera al proalemán Dijsselbloem, mientras Sánchez deja caer a la ministra Calviño tras los escasos apoyos recabados en la primera votación.

Tras más de doce horas de negociaciones, Kristalina Georgieva fue elegida ayer como la candidata europea de consenso para ocupar el sillón de Christine Lagarde como directora gerente del FMI. Pero nada está hecho todavía, ya que la candidata búlgara sobrepasa la edad que exige el organismo para este puesto, lo que obliga a cambiar los estatutos y fuerza a recabar el apoyo de más países. El proceso de selección de ayer demuestra que la brecha Norte-Sur, desatada durante la crisis de deuda, sigue viva. Al ser imposible alcanzar un candidato de consenso, el Gobierno francés –coordinador de estas negociaciones– decidió rehusar a la proclamación –el método tradicionalmente comunitario– y convocar una serie de votaciones con el propósito de alcanzar la mayoría cualificada (55% de estados a favor que representen el 65% de la población).

Tras la caída de la candidatura del finlandés Olli Rehn, el ex presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem y la actual consejera delegada del Banco Mundial, Kristalina Georgieva, se batieron en el duelo final. Dijsselbloem tenía como principal apoyo a la todopoderosa Alemania mientras que Georgieva era la candidata preferida de Francia y contaba con menos reticencias por parte de los países del Sur.

Por su parte, España había anunciado horas antes la retirada de la candidatura de Calviño. El «Spain is back», repetido hasta la saciedad por el Gobierno, pareció atragantársele. Tras una primera ronda fallida, el Ejecutivo se echó atrás y justificó su decisión en la necesidad de conseguir un candidato de consenso. Aunque la prensa salmón internacional había dado por muerta la candidatura de Calviño la semana pasada, el Gobierno decidió plantar batalla hasta ayer mismo.

La ministra de economía en funciones fue la principal damnificada por la elección de Josep Borrell como alto representante de la diplomacia comunitaria en sustitución de Federica Mogherini. El alto representante ostenta a su vez el cargo de vicepresidente del ejecutivo comunitario y como cada país cuenta tan sólo un miembro en el órgano de Gobierno de la UE, Calviño perdió cualquier opción de alzarse con una cartera económica, quizás con una vicepresidencia reforzada. «El presidente ha decidido no participar en la siguiente ronda para tener cuanto antes un candidato único», aseguró ayer la interesada tras el Consejo de ministros. Aunque Calviño es una gran conocedora de los pasillos comunitarios, ya que fue directora general de Presupuestos en el Ejecutivo europeo, su falta de experiencia a la hora de enfrentarse a crisis de gran envergadura política y la interinidad del ejecutivo de Pedro Sánchez no han jugado a su favor.

A pesar de que el propósito del Gobierno es ganar el terreno perdido durante la crisis y acceder a mayores puestos internacionales, España tendrá que conformarse con la vicepresidencia del Banco Central Europeo de Luis de Guindos y la presidencia de la Autoridad Bancaria Europea para José Manuel Campa.