
Empleo
El SMI y la reducción de jornada costarán 3.000 euros por trabajador
Las medidas de Yolanda Díaz dispararán los costes laborales: 1.000 euros más al año por el alza del salario mínimo y otros 2.000 por la jornada laboral de 37,5 horas

Una subida del salario mínimo (SMI) de 50 euros –hasta los 1.184 euros brutos– está cada vez más cerca. Se trata de la opción más elevada que planteaba el comité de expertos convocado por Trabajo, que aconseja un alza de entre el 3,4% y el 4,4% para 2025, que incrementaría el SMI de 39 a 50 euros brutos mensuales –entre 1.173 euros o y 1.184 euros– Así, lo ha confirmado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y así lo llevará a la mesa del diálogo social, en la que las patronales CEOE y Cepyme ya advirtieron de que no apoyarán esa subida máxima y que su intención es que, «como máximo», asumirán una cifra entre la subida del IPC (2,8%) y lo que lo han hecho los salarios por convenio, un 3,07%. Y razones tienen para negarse, ya que denuncian que el incremento de costes, cotizaciones y cargos para pymes y autónomos sería «inasumible» y tendría consecuencias «muy negativas» en el empleo y la contratación.
Si se confirma la propuesta de 50 euros de euros de incremento para este ejercicio, el coste real alcanzaría casi los 1.000 euros extra por cada trabajador, que sumados al incremento que CEOE calcula para la reducción de jornada, la cifra final superaría los 3.000 euros anuales por empleado, los correspondientes a una subida de casi 1.000 euros de nuevos costes del salario y aplicada un ascenso estimado del 6,25% por la reducción de jornada que se pretende aprobar, con un coste adicional de 2.000 euros.

Según advierte Cepyme, con los 1.184 euros brutos en 14 pagas, el sueldo anual alcanzaría los 22.845 euros, 979 euros más que los 21.866 del pasado año, a lo que habría que sumar las nuevas cotizaciones sociales, que se incrementarían en 280 euros, un número que engordaría con la subida de un 0,8% del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) –el 0,67% lo pagarían las empresas y el 0,13%, los empleados–. Con todas las cargas y pagos adicionales, la patronal de las pymes eleva el coste real salarial mensual a 1.903 euros –un 4,5% por encima del año anterior–, que sería incluso más elevado, de 2.077 euros, si se toma como referencia el coste salarial mensual efectivo –el que tiene en cuenta el coste salarial dividido en once meses de trabajo, es decir sin contar el de vacaciones–, es decir, 893 euros por encima del bruto a cobrar por el empleado. Por tanto, este incremento del SMI entrañaría un coste salarial para la empresa hasta un 75% más elevado que el total del SMI, dependiendo de la cotización por accidentes de trabajo.
Las continuas subidas del salario mínimo desde 2018 han elevado el sueldo mínimo un 54% desde entonces –un 30% ajustado a la inflación–, que despegará hasta el 60% con la aprobación de otros 50 euros este año. Una medida que afectará principalmente a autónomos y pequeñas empresas, que por su reducida estructura, su menor productividad e inferior aprovechamiento de las economías de escala «tienen menores recursos para asumir este incremento de costes», apuntan desde Cepyme. Asimismo, denuncian que el SMI se incrementaría incluso por encima del 60% del salario medio, lo que provocaría que en las pymes alcance el 70% y en algunos territorios supere de largo el 80% del medio provincial.
Desde la patronal recuerdan que la subida del salario mínimo ha de ser también acorde –como establece el Estatuto de los Trabajadores– a las condiciones de la coyuntura, «que dibuja un escenario claro de desaceleración», y a la productividad, que ha caído un 3,8% desde 2018, coincidiendo con el periodo de fuertes incrementos del SMI. Esta caída de la productividad contrasta con un incremento medio del 4,6% en los países más avanzados, lo que revela una pérdida de competitividad.
Para el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, con este nuevo incremento el SMI acumularía un alza porcentual que dista mucho de la evolución de otros indicadores. «La inflación no ha subido un 60%, ni los resultados empresariales ni, por supuesto, la economía».
Desde 2018, estas continuadas subidas han llevado al salario mínimo a convertirse en el más frecuente en España, periodo en el que el salario medio creció cuatro veces menos, situándose en 1.599 euros brutos al mes. La última encuesta de estructura salarial del INE muestra que más del 20% de los asalariados tuvo una ganancia bruta anual de entre 14.000 y 19.000 euros, la mayoría empleados por autónomos y en micropymes, lo que muestra que estos colectivos serán los más afectados por una nueva subida.
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