Financiación
La inversión en startups se congela en los países europeos
El descenso, de más de un 40% frente al año pasado, ha frenado la consolidación de nuevos unicornios en España
De soñar con tener casi 25 unicornios … a cerrar el año sin ninguno más y con apenas dos mega rondas (por encima de los 100 millones). El balance de la inversión en startups en este 2023 no es ni mucho menos positivo, ni en Europa ni en España, que pese a todo se queda como el cuarto país del Viejo Continente en número de empresas emergentes que consiguen financiación.
De hecho, la caída de la inversión es menor en España (42 %) que en la media europea (45 %). Pero los 1.600 millones de dólares de los 42.000 millones que se han «repartido» en toda Europa son insuficientes para que España gane algún nuevo unicornio, según datos del informe «State of European Tech 2023» realizado por Atomico. «España está en la misma situación que prácticamente cualquier otro país: ha recibido menos inversión simplemente porque hay menos dinero invertido», contextualiza para LA RAZÓN Tom Wehmeier, Head of Intelligence de Atomico y coautor del informe. Este experto considera, además, que en términos generales, el ecosistema tecnológico español «refleja también una estabilización a pesar del descenso, algo que hemos visto en todo el continente».
Ser optimistas
Los datos de inversión han alejado la aspiración de tener algún nuevo unicornio en España, pero Wehmeier defiende que la situación general en Europa ha provocado que solo se hayan registrado siete nuevos unicornios en todo el continente (en Reino Unido y Alemania). Mientras, entre 2021 y 2022 más de 150 empresas alcanzaron la valoración de los mil millones de dólares.
«Esto no significa que el apetito de España por poner en marcha empresas de alto valor se haya enfriado», responde. «Conseguir dinero en la fase de crecimiento ha sido complicado en toda Europa este año. En los primeros nueve meses de 2023 solo ha habido 37 de las denominadas megarrondas (de más de 100 millones de dólares) en Europa, muchas menos que las 163 de 2022. Este es el tipo de rondas que normalmente forjan unicornios, por lo que no sorprende que haya habido menos compañías que hayan alcanzado ese valor de mil millones de dólares o más».
Además recuerda que el hecho de que los 1.600 millones de dólares en inversión sean un 42 % menos que el año pasado (2.700 millones de dólares), y con «niveles de inversión más bajos en toda Europa», «tampoco puede sorprender que haya menos empresas que hayan alcanzado un valor de mil millones de dólares».
Más allá de los unicornios
También se muestran optimistas desde la patronal Adigital. «Aunque no se han levantado grandes rondas, empresas en fases de inversión más tempranas sí han conseguido financiación estos últimos meses», señalan, incidiendo en que somos el cuarto país que más financiación ha recibido.
Mientras, Diego Fernández, CEO de Gellify Iberia, constata que donde sí se ha producido un crecimiento es en las fases pre-seed y seed y algo en series B. «Los fondos de VC tradicionales han bajado significativamente su actividad y, al mismo tiempo, los fondos de corporaciones han incrementado notablemente su actividad, compensando algo esta situación, lo cual es una alegría para el ecosistema, consolidando empresas que se animan a vincularse a startups a largo plazo», defiende, añadiendo que, en cualquier caso, España se ha convertido en un país «muy atractivo para inversores de más allá de nuestras fronteras».
«El volumen de startups es cada vez más significativo en España. En los últimos años, el número de empresas emergentes no para de crecer. Estamos viendo cómo el ecosistema español es cada vez más maduro. Esto se debe, en gran parte, a que España es un país cada vez más atractivo para inversores, especialmente extranjeros, lo que permite incrementar la creación y/o el desarrollo de nuevas empresas y del propio ecosistema, que es al final el que favorece esta proliferación», añade.
Luis Garay, partner en Samaipata, también cree que aunque los unicornios «contribuyen de manera positiva al dinamismo del ecosistema, también son notablemente volátiles debido a su sensibilidad a las oscilaciones de los mercados públicos y al escaso margen de error que ofrecen las valoraciones y expectativas creadas alrededor de estas compañías». Mientras, en las etapas tempranas, «que tienen un mayor peso relativo en España, hemos observado un mercado más resiliente que ha continuado su curso de forma más lineal priorizando inversiones en empresas con un histórico de uso eficiente del capital».
Además, «nuestras scaleups siguen creciendo e incluso tienen capacidad de comprar otras compañías», asegura a este medio César Tello, director general de Adigital. Algo que también les invita a ser optimistas con el objetivo de la Comisión Europea de lograr 498 unicornios para el año 2030.
«No obstante, al hablar de unicornios lo importante no es el hito en sí, sino lo que implica», defiende Ana Maiques, presidenta de EsTech, la plataforma de scaleups promovida por Adigital. «Al avanzar en la consolidación de estas empresas avanzamos en una España tecnológica capaz de competir con otras potencias tecnológicas. Tener unicornios en un país no solo es un símbolo de éxito empresarial, sino que también puede tener un impacto positivo en la economía nacional, el empleo, la atracción de talento y la percepción global de su capacidad innovadora», defiende.
A futuro
Vistas así las cosas, ¿qué podemos esperar para el año que viene? «Es previsible que continúe prevaleciendo un entorno de incertidumbre geopolítica y económica, así como tipos de interés relativamente elevados» ,según Samaipata, quien considera que una bajada de los tipos «podría tener un impacto positivo en las valoraciones tecnológicas, arrastrando al mercado growth y de salidas a bolsa en los próximos trimestres».
Desde Adigital consideran que «seguiremos viendo a inversores con mucho capital disponible, pero más selectivos en los proyectos», y que «el dinero va a seguir siendo cauto» por la incertidumbre geopolítica, pese a lo que «confiamos en que siga creciendo y madurando» el ecosistema español porque «todavía estamos lejos de los niveles deseados».
Para Gellify, «la propia supervivencia es el principal reto, especialmente para aquellas startups que tenían un foco en rondas y no en la búsqueda de clientes que, aunque suena extraño, es bastante normal». Por eso, cree que solo aquellas startups «que tengan una propuesta de valor relevante sobrevivirán. Y lo mismo podemos extrapolar a todo el ecosistema, en épocas de crisis globales, aumentar la eficiencia y el valor es esencial para sobrevivir».
Atómico apuesta por el surgimiento de nuevas startups de la mano de profesionales europeos que «dejan los Googles, Metas y DeepMinds de este mundo para fundar sus propias empresas de IA». «La creación de startups en Europa continuará superando a Estados Unidos, y los inversores institucionales europeos incrementan sus asignaciones al segmento venture».
Cabify y Revel, protagonistas de las megarrondas
Cabify protagonizaba la primera y una de las pocas megarrondas de 2023. Revel ha sido la protagonista de la última, de 115 millones. «Sin duda alguna, el levantamiento de esta ronda es un hito muy importante para la compañía. Todavía nos queda mucho por hacer, pero estamos muy contentos», señala a LA RAZÓN Enrique de Mateo, confundador y CEO de esta startup. Una operación que va a permitir a la compañía «seguir creciendo y avanzando», pero que «también nos ha llevado a contar con socios estratégicos líderes a nivel global».
El objetivo que tiene Revel a medio plazo es, asegura, posicionarse como uno de los grandes en el mercado europeo de suscripción de coches.
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