Lucha contra el desempleo
Stock negativo, frente a un flujo positivo
Hay argumentos objetivos para pensar que, sin haber abandonado aún la crisis, se ha logrado taponar la enorme herida por la que se perdían a borbotones empresas y, por lo tanto, empleos.
Los datos desestacionalizados, que eliminan la influencia del momento concreto del año y transmiten la tendencia homogénea del mercado laboral, indican que el desempleo cuenta con 40.885 parados menos que en octubre. Esto es un hito en la serie histórica porque se trata del primer retroceso que se produce en el mes de noviembre desde 1996.
Al mismo tiempo, es la primera vez que asistimos a dos caídas consecutivas, comparadas de forma interanual, desde que se inició la crisis.
Por otro lado, el desgaste en la afiliación también está dando muestras de empezar a agotarse. Es cierto que aún se reduce en casi sesenta y siete mil personas, pero ha sido un noviembre algo mejor si lo comparamos con años anteriores porque en 2012 cayó en 205.678 personas. Si volvemos a hacer el ejercicio de desestacionalizar los datos de afiliación se obtiene el resultado de que la afiliación se redujo en sólo tres mil personas.
El dato más elocuente es el correspondiente a la intensidad en la destrucción de empleo en tasa interanual. En noviembre ha sido del -1,44%, que es la tasa menos negativa de los últimos 25 meses. La de noviembre del año pasado fue del -4,16%.
Naturalmente, todo esto no significa de ninguna manera que se pueda afirmar que la crisis se ha acabado. La gran mayoría de nuestro tejido productivo continúa haciendo frente a enormes dificultades para mantener la actividad, lo cual provoca que tengamos una cifra intolerable de paro registrado. Pero esa terrible variable stock no debe impedir afirmar que estamos ante una variable flujo muy favorable y su comportamiento positivo transmite cierta tendencia. A día de hoy tenemos en España casi cien mil parados menos y esa es una excelente noticia para todos.
Reitero que la situación general sigue siendo muy complicada y la única forma que tenemos de mejorarla pasa por seguir acometiendo reformas que permitan modernizar el entorno en el que se desenvuelve el aparato productivo. Nuestra economía está basada en inversión intensiva en capital, es decir, en una enorme valentía por parte de los empresarios que componen nuestra economía real, por eso es clave reducir la carga impositiva y facilitar el acceso a las fuentes de financiación.
*Presidente de Asuntos Laborales de CEIM-CEOE
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