Comercio

Subasta en el gran atasco del canal de Panamá: hasta 700.000 dólares para saltarse la fila

La falta de agua para llenar las esclusas triplica el tiempo de espera, que pasa de 3 días hace un año a entre 9 y 11 días ahora y amenaza al comercio mundial

Decenas de buques esperan hoy en el Pacífico para transitar por el Canal de Panamá, en Ciudad de Panamá (Panamá). Alrededor de 130 buques, más del doble de lo que normalmente maneja el Canal de Panamá, esperan para cruzar la vía, muchos de ellos graneleros y gaseros que no pudieron hacer una reserva. La congestión se deriva de la falta de agua por la fuerte sequía de este año, cuando también llegó El Niño, que amenaza con empeorar la situación en el país centroamericano.
Decenas de buques esperan en el Pacífico para transitar por el Canal de PanamáBienvenido VelascoAgencia EFE

Alrededor de 130 buques, más de lo que normalmente maneja el canal de Panamá, han estado esperando estos días para cruzar la vía, muchos de ellos graneleros y gaseros que no pudieron hacer una reserva. Es una congestión derivada de la falta de agua por la fuerte sequía de este año que impacta en el comercio internacional. Según las últimas cifras reveladas por el Canal en la tarde de este viernes, 133 buques se acumulaban en cola para cruzar, 65 con reserva y 68 sin ella. En una nota de prensa, explica que «en circunstancias normales, hasta 90 buques esperan para transitar» por la vía. Para este mes, el tiempo medio de espera para tránsitos no reservados se sitúa entre 9 días para cruzar dirección norte y 11 días para cruzar hacia el sur. Hace un año la espera media rondaba los tres días.

Este atasco ocurre después de que se limitara a 32, de un máximo de 38, el número de buques que puede transitar cada día por el Canal, una medida impuesta desde el pasado 30 de julio y hasta «nuevo aviso» como consecuencia de la falta de agua. Esta medida siguió a la reducción escalonada del calado, o la profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de una embarcación, que está ahora en 44 pies de un máximo de 50. Esto implica que los buques deben pasar con menos carga, lo que impacta en los ingresos por peajes del canal de Panamá, una ruta relevante del comercio mundial que mueve cada año de 500 a 510 millones de toneladas de carga, según datos de su administración. «Los tránsitos por las esclusas neopanamax (ampliación) mantienen su promedio normal de 10 por día», señala la ACP.

Las principales rutas que atiende el Canal de Panamá son la Costa Este de Estados Unidos-Asia; Costa Este de EE UU-Costa Oeste de Suramérica, y Europa-Costa Oeste de Suramérica, que se están viendo impactadas de una u otra forma por el embotellamiento. Por el Canal pasa todo tipo de carga, desde portacontenedores, el segmento estrella del negocio, hasta buques refrigerados con frutas, pasando por graneleros, gaseros y portavehículos, explica a Efe Jorge Quijano, que fue el administrador del Canal entre 2012 y el 2019.

Subasta para saltarse la fila

Los que ahora están aglomerados tanto en la entrada del Pacífico como del Atlántico son en su mayoría graneleros que transportan carbón o mineral de hierro, y algunos gaseros, entre otros, que no pudieron reservar el tránsito. Son naves que no siguen rutas fijas y que tienen que transportar carga con poca antelación. Algunas de estas embarcaciones, que pueden acumular hasta 14 días de espera según fuentes de la industria, están optando por las subastas para poder conseguir una reserva, lo que eleva sus costos. «Han estado pagando hasta 700.000 dólares por poder conseguir esa subasta, a eso hay que sumar lo que cuesta el peaje y demás», afirma Quijano. Algunos buques con hidrocarburos están optando por otras rutas, como el canal de Suez o rodean el Cabo de Buena Esperanza.

La mayoría de los portacontenedores, el principal cliente del Canal, parecen estar evadiendo la crisis, ya que suelen tener horarios fijos y reservan sus tránsitos con hasta un año de antelación. «Si el buque puede reservar para un día en particular, el buque se acomoda para llegar el día antes».

Los bajos niveles de los dos lagos artificiales que abastecen de agua al Canal, Gatún y Alhajuela, son la causa de estas decisiones operativas que están impactando en su operación y en sus ingresos, que caerán en 200 millones de dólares. El Canal ha sufrido de forma cíclica problemas de abastecimiento de agua. A la larga sequía de este año, se suma la llegada de El Niño, que podría empeorar la situación para inicios del próximo año. Los dos lagos también abastecen a más del 50% de los 4,2 millones de habitantes de Panamá y ya hay propuestas para la creación de otra reserva de agua.

Dos lagos artificiales

La época seca en Panamá va de diciembre a abril, pero este 2023 se alargó hasta entrado mayo. Y las lluvias típicas de la época no han caído en la cuenca de la vía interoceánica. "Alhajuela se proyecta que llegue a su máximo nivel a final de año, pero Gatún, con el volumen de tránsito de buques, sumado al agua potable (de consumo humano) no creo que lo llenemos", afirma el gerente de Aguas de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Erick Córdoba. Porque no solo afectan el suministro de agua del canal interoceánico la variación climática, ya que llueve menos durante el prolongado invierno panameño, o la influencia de El Niño, que ha sido extremo en 1982-1983, en 1997-1998 y en 2015-2016, y se espera que sea moderado este 2023-2024.

Más allá del clima, "el tema es que cada año con el crecimiento de la población, el crecimiento del comercio, del negocio del Canal que es el tránsito de buques, el uso del agua va a seguir incrementándose (...) no es sostenible el crecimiento con las condiciones actuales", dijo Córdoba. El gerente de Agua dijo que la ACP toma acciones para maximizar la capacidad el ahorro de las tinas de las esclusas, y está "retomando, nuevamente, los estudios de Río Indio, que es la cuenca vecina al oeste del Canal, para poder concretar algún tipo de proyecto de adición de agua". También "se tienen otros estudios de evaluaciones de cuencas vecinas", porque se trata de "aprovechar el agua de los ríos que están fluyendo hacia el mar", agregó.

"No solamente es un tema de la situación meteorológica que estamos experimentado en este momento, si no que hay que tomar otras acciones, porque ya los dos embalses, uno tiene 110 años y el otro 88, no bastan", argumentó Quijano, quien inauguró la ampliación en junio de 2016 con un calado de "43 pies", según recordó, debido a El Niño. Entonces, se necesita "otra fuente adicional de agua para poder suministrar tanto a la población, que es lo primero, como al Canal, que es un buen negocio y necesita la confiabilidad de agua para poder seguir transitando más" buques.